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Jungkook escuchaba el pronostico del tiempo, al parecer la lluvia seguiría por unos días más. En todo ese tiempo no obtuvo noticias de Namjoon. Los mensajes de texto no fueron leídos y las llamadas no fueron contestadas. Quiso ir a su casa, pero no sabía si era buena idea. Quizás Namjoon no quería ser molestado. 

—¿Todo bien? —Su padre lo sorprendió en su soliloquio—. Tu mamá compró de tus galletas favoritas.

—Gracias, enseguida voy. 

—¿Ocurre algo? —preguntó preocupado su padre.

—¿Sabes algo? —habló sin esperar una respuesta—. Cuando estaba en la clínica me sentía solo, pero no quería que nadie me ayudara... ¿Por qué somos así? ¿Nos gusta demasiado el sufrimiento? 

Su padre sonrió ladino. 

—Nos gusta sufrir... De alguna manera sentimos que lo merecemos por una u otra razón, y tristemente es parte de la vida. Caemos en este incesante círculo de dolor, nos acostumbramos a ellos a veces sin darnos cuenta, y de repente estamos cómodos en ese lugar porque no conocemos otra cosa. 

—¿Qué nos hace cambiar eso?

—A veces nada cambia, Kookie —dijo sin padre con un deje de tristeza—. A veces morimos sin salir de ahí... Pero otras, solo se necesita algo, quizás cualquier cosa, quizás algo o alguien..., pero hijo mío, esto no es una película. Cualquier cosa puede ocurrir. 

—Gracias, papá —dijo Jungkook mirando hacia afuera de la ventana—. Solo... Estoy preocupado por Namjoon. 

—Bueno, probablemente sería bueno ir a visitarlo, ¿no crees?

Jungkook asintió lentamente. 


«Antes que te vayas» [NamKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora