XLIX

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Namjoon comenzó a trabajar en una librería. La paga no era tan buena en realidad, pero era lo suficiente para ayudarse económicamente, y de paso, distraerse. De pronto todo mundo estaba ocupado, hasta los padres de Jungkook. Se mudarían próximamente, dijeron que su sueño siempre había sido vivir cerca de una playa. Namjoon se alegraba por ellos. 

Los días transcurrían como siempre, a veces Jimin pasaba a visitarlo... O eso decía, había un chico que trabajaba al frente al que miraba continuamente. Jimin negaba cuando preguntaba, pero Namjoon no estaba loco. 

Yoongi había sido dado de alta, estaba muy entusiasmado por caminar libremente por las calles sin tener una pulsera de paciente. Yoongi visitaba a Namjoon casi diario, a Yoongi le gustaba leer sobre música y comida, pero no quería pagar por un libro. Namjoon reviraba sus ojos de vez en cuando por esto. Seokjin y Taehyung no tuvieron tanta suerte como Yoongi, pero sus pases de salida son menos controlados. 

Namjoon se reunía con todos una que otra vez al mes para no perder la costumbre. Namjoon de verdad lo estaba haciendo posible, a veces de verdad se sentía con mucho entusiasmo floreciendo desde dentro, a veces eso lo asustaba.

—Disculpa —lo interrumpió alguien de sus pensamientos. Namjoon prestó atención—. Estoy buscando este libro. ¿lo venden aquí? 

Namjoon leyó el nombre: La mecánica del corazón de Mathias Malzieu. 

—Déjame corroborar si tenemos en existencia, ¿de acuerdo?

El chico asintió, sonriente. Namjoon le devolvió una leve sonrisa. Era un buen libro, pero recordaba ya no tener más ejemplares. 

—Tienes suerte, nos queda uno —dijo Namjoon después de su búsqueda.

El chico sonrió nuevamente, y lo compró.

Curiosamente, se convirtió en un cliente habitual. Llegaba cada semana, más precisamente los sábados. Preguntaba por el libro, probablemente le daba pereza buscar, si había lo comproba, y si no mencionaría otro de una larga lista que una vez Namjoon se percató llevaba consigo. 

—Eres tan lento que seguramente no has dado cuenta —mencionó en una ocasión Yoongi una vez que se fue el chico.

Namjoon solo arrugó su ceño.

—No soy tonto —murmuró en tono infantil. 

«Antes que te vayas» [NamKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora