El "capitán"

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Harry se sentó junto a Blake y luego escuchó algunos pasos. Supuso que aquellos gritos "emocionados" eran de Hermione. Pero Ginny fue la que bajo corriendo.
Parecía diferente, maquillada ¿maquillada? Bueno, Harry no se detuvo a saber si era maquillaje o no. Ginny era linda, pero había algo diferente en ella. Hermione bajo después, su cabello peinado y sus pasos pausados. Miraba a Harry con superioridad, pero algo cambio en su fría mirada. De pronto sonrió contenta de verlo.
Blake alzó la ceja y evito reír, Ron la miro con desprecio y Blake rodó los ojos. Ron miraba a Hermione con ojos de borrego y Blake no se lo restregaría en la cara, al menos no en aquel momento.
–Harry que bueno verte.
Harry fingió tener la boca muy llena de comida para no responder.
–Hay pobre Harry...te mataban de hambre ¡pero que malas personas!–exclamó la señora Weasley.
Harry solo le sonrió amablemente y siguió comiendo bajo dos pares de ojos mirándolo de reojo; Ginny y Hermione lo observaban atentas.
–Eh...la comida esta muy rica, señora Weasley.
Molly sonrió.
–¡Oh! Querido, que cosas dices–ríe.
Blake se llenó la boca de papas y no dijo ni una palabra. Harry pensó que ella lo ayudaría; pero vió que estaba evitando hablar de más.
–Y dinos Harry ¿como has estado? ¿Como esta Sirius? El hombre no menciona mucho en sus cartas–dijo el señor Weasley–. Con su libertad recién otorgada, pensé que saldría a darle la vuelta al mundo.
Harry asintió y fingió no estar al tanto de aquello.
–Pues no estuve mucho con él, no pude saber la razón. Supongo que aún no se la cree–dijo Harry con una pequeña sonrisa para restarle importancia.
–¿Llegaron cartas de Hogwarts?–preguntó Blake.
–Oh claro que sí–dijo Molly–. Se las daré en la mañana, ahora coman.
–¿Que pasó con Fred y George?–susurro Blake a Ron.
Este le lanzó una mirada de disgusto.
–Mamá esta algo enojada con ellos, ya sabes, su salida triunfal de Hogwarts a ella no le pareció buena. Además cree que la tienda de bromas no tiene sentido–dijo Ron.
–...Mis padres hacen un gran trabajo como dentistas señor Weasley–habló Hermione–. Ellos adorarían verle los dientes, seguro.
<<Claro,–pensó Harry–, el señor Weasley no tienen ni idea de las herramientas del terror y tortura que utilizan>>
Hermione sonrió y luego se concentró en su plato de comida. Harry aun notaba los ojos cafés de Ginny sobre él. Cuando alzo los ojos, Ginny solo volvió a ver su plato.
–Dormirás en donde antes los gemelos estaban–dijo Molly a Harry.
–Que suerte–murmuró Blake y Harry solo ocultó su risa.
–Blake, cariño tú...¡Oh! ¿Quieres dormir con Hermione y Ginny?
Hermione y Ginny miraron con cara de pocos amigos a Blake y se miraron entre sí.
La señora Weasley capto aquellas miradas y le dió una palmada en el hombro a su sobrina.
–Bueno...duerme con Harry.
Harry subió solo todas sus cosas, ya que Ron no tenía planeado ayudar y el señor Weasley se había quedado arreglando el quinto escalón.
Cuando terminaron de subir los baúles, Harry suspiro.
–Que duerma Blake con nosotras–dijo Hermione con odio en la voz–. No debería dormir con Harry.
–Mamá...
–Ya es hora de dormir chicas ¡a dormir!–exclamó la señora Weasley, algo harta de que su propia hija y Hermione Granger trataran mal a su sobrina.
Cuando bajó, Hermione y Ginny miraron a Blake con odio.
<<No es como si hiciéramos algo malo–pensó Harry, se sonrojó un poco y se pasó la mano por el cabello–. A ellas que les importa>>
–Bueno, buenas noches–dijo Blake y pasó por su lado hacia el interior del cuarto.
Luego les cerró la puerta en las narices y Harry soltó una carcajada.
–¡Están locas!–exclamó Blake.
Harry observó el cuarto, había dos camas separadas, una con una F y otra con una enorme G; Harry sonrió.
–¿Crees que hayan ocultado bromas?
Blake sonrió.
–Eso espero, Ginny y Hermione...no se van a escapar.
–¡Ya basta! Te vez terrible cuando piensas de forma vengativa–dijo Harry y se sentó en la cama de George.
–¡Duh! La venganza es terrible, no se supone que sea agradable–dijo ella.
Se acercó a su baúl y sacó una pijama azul–. Cámbiate tonto.
Salió de la habitación y Harry se cambio de forma rápida. Claro, su pijama no era sofisticada y mucho menos de seda. Solo era una camisa de cuadros vieja y unos pantalones de pijama viejos de Dudley extremadamente grandes para él.
Blake llegó después con una pijama de mangas largas y un pantalón verde con ovejas.
–Apagaré luz ¿no le tienes miedo verdad?
Harry rodó los ojos y le hizo una mueca.
–Claro que no.
–Bueno.
Al poco rato Harry no pudo dormir.
–¡Harry!
Él rodó los ojos.
–¿Eres tu la que le tiene miedo a la oscuridad?
Blake bufó. No la podía ver en la oscuridad, pero sabía que rodaba los ojos.
–No tonto, solo pensaba en que te hubieran mandado a dormir con Ron y yo tendría esta habitación para mi sola.
–La señora Weasley sabe la situación entre nosotros. Además, no soy tan mal compañero como crees, rara.
–No soy rara, tonto, lo que digo es que no puedo dormir–dice ella.
–No es culpa mía. Solo espero que no ronques.
–¿Yo?
–Sí, tal vez roncas.
Blake soltó una risa.
–¡Ay ya! Buenas noches.
–Y apuesto a que hablas sola en la noche.
–¡Ja! Serás su tono, ya me voy a dormir–dijo ella.
Harry rodó los ojos y se concentró en cerrarlos.

El Elegido (Secuela del Olvido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora