El rojo llama mucho la atención

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Harry se levantó con un dolor de cabeza enorme, la cicatriz no había dejado de dolerle toda la noche.
El dia anterior tuve que quedarse en la habitación un largo rato y en la noche no había sido capaz de dormir.
Blake en una de sus tonterías, se puso a contarle cuentos para dormir, a lo que Harry soltó una carcajada y una risa molesta.
Era otra forma de burlarse de él y tratar de ayudarlo al mismo tiempo.
En algunas ocasiones, Harry de verdad escucho sus cuentos ridiculos, pero en otras solo bufaba y gruñia.

Aquella mañana no era diferente, Blake ya no estaba y Harry no queria levantarse, sentia los parpados pesados y la cabeza a punto de explotar.
Harry trato de reincorporarse, pero su cuero no parecia escucharlo.
Cerro los ojos y se quedo dormido por cinco minutos antes de despertar y cambiarse para ir a la cocina.
Cuando bajo, apenas estaban desayunando.
Se sentó y casi no dijo palabra en todo el desayuno, no tenía animos para nada más que pensar en la comida y tratar de olvidarse del dolor de cicatriz.
–¿Jugamos quidditch?–preguntó Ron a Harry.
Este no le contestó.
–Harry.
El muchacho volteó de inmediato algo confundido, Ron lo miraba entre preocupado y nervioso.
–Dije ¿que si jugamos quidditch?
Harry suspiró luego se encojió de hombros.
–Es que quiero practicar–dijo Ron para convencer a Harry.
El muchacho solo lo observó y asintió lentamente. No puso siquiera hablar y para su sorpresa, Ron entendió.

Despues del desayuno, Ron saco su escoba y Ginny también.
Se pusieron a jugar y Harry sintió que el dolor de la cicatriz era menos. Se sintió agradecido por eso.
Blake le decía que todo iría bien. Se quedo observandolor desde la entrada de la casa mientras ellos jugaban.
Harry se pregunto si alguna vez ella habia jugado quidditch.
–¡Vamos Ron!–decía Fleur–. Puegdes haceglo.
Ron se sonrojó y luego dió todo lo que pudo para ganarle a Ginny y a Harry, a Harry no pudo ganarle, pero sí a Ginny.
Su pequeña hermana estaba molesta y lo tumbó de la escoba.
Harry no pudo evitar reírse.
–¡Ron que tonto eres!–exclamó Hermione aguantando la risa.
Ron solo se sacudió y subió a la escoba de nuevo.
Harry sabía que si Ron ponia empeño, tal vez si podia llegar a entrar al equipo.
Harry suspiró y volvieron a jugar.
Fleur los observaba y les decía cosas motivacionales y Ginny se molestaba aun más.
Harry solo sonreía y observaba que Blake estaba a punto de jalarle el cabello a Hermione en una ocasión.
–¡Vamos Ron!–exclamó Hermione solo una vez.
Ron pudo esquivar a Ginny, pero ella lo empujo y cayó de nuevo, al caer Ginny se fue con él. Ambos cayeron y no se veían muy felices.
Harry solo sonrió.
Fleur se acercó a ellos asustada.
–¡Oh ¿estan bien?!
Harry se sorprendió de su español.
Ginny la miró mal mientras le ofreció la mano.
Ron se levantó y se sacudió.
–Yo me...yo me...me encuentro bien–dijo Ron sin aliento.
Ginny seguía en el suelo, cuando se levantó dijo:
–No necesito tu ayuda ni mucho menos tu compasión–dijo a Fleur.
La chica rubia dio un paso atras, luego solo se quedo observando a Ginny queriendo saber qué hizo mal.
–No quiero que nadie me ayude ¿de acuerdo? Yo puedo sola–dijo Ginny con una mueca–. Tengo hermanos, sé como levantarme sin ser una princesa llorona.
Harry había bajado de la escoba y la sostenía con fuerza.
¿Que le pasaba a Ginny? ¿Cuando no le salian las cosas se ponia a gritar?
Incluso Hermione se sorprendió.
Ron dio un paso atrás.
–Pegdona Ginny, solo quice ayudar–dijo Fleur apenada. Pero sus ojos azules fijos en Ginny.
La pelirroja solo suspiro y coloco las manos en la cintura.
–Bueno ya sabes que no quiero tu ayuda–dijo Ginny–. No se para qué viniste.
Fleur abrió los ojos. Su cabello rubio flotaba alrededor de su rostro.
¿Mitad veela? Tal vez sí era cierto. La mujer tenia un encanto que no todos tenían.
–Queria conocer a la familia de mi prometido–dijo Fleur.
Ginny abrió los ojos.
–¿Cómo? ¿Por qué?–dijo Ginny aún molesta, su rostro casi tan rojo como su cabello.
–Ginny basta–dijo Ron–. Vamos dentro.
Ginny no le hizo caso a Ron.,
–¿Para qué? ¿Para ir a decirles a tus odiosos amigos franceces presumidos que somos gente pobre? ¿Para decirles que somos unos humildes? ¿Para decir que te encontraste a un estupido?–las palabras de Ginny hicieron que Ron la tomara de los hombors y quisiera llevarla debtro–. ¡Seguro te burlas de nosotros! Te crees mejor y viniste solo a repudiarnos.
–¿Qué? Yo jamas hagia algo asi–dijo Fleur de inmediato.
–¡Oh! Y peor aún, fingues que no hablamos el mismo idioma.
Fleur miró a Ginny.
–No fingo nada, amo a Bill y quiero mucho a su familia–dijo la chica.
–¡Maldita!–exclamó Ginny–. No eres más que una torpe ilusa intento de niña bonita. Mitad veela, asi lo engatuzaste a mi tonto hermano. Pero no se que quieres de él. No somos ricos.
–No quiero nada de él...
–¿No? ¿Entonces? ¿Que rayos haces aquí?
–¡Basta Ginny! Deja de molestarla–soltó Blake.
Harry estaba muy impresionado que no pudo ni mover los labios para decir algo.
Ginny se dirigió a Blake.
–Ahora tu, prima, igual que Fleur Delacour–dijo Ginny–. Presumida tonta.
Blake entrecerró los ojos.
–Si que estas mal de la cabeza–dijo Blake–. Fleur no te ha hecho nada. Se ha portado bien contigo a pesar de todas tus estupideces de niña inmadura.
Ginny empuñó las manos.
–Callate mejor, roba-amigos–exclamó Ginny.
–¡Bagsta Ginny! No soy tu enemiga–dijo Fleur–. No digas esas cosas.
Ginny lanzaba fuego por los ojos.
–¡Que...!
–Ginny ¿que sucede?–dijo Bill saliendo de la casa con una mueca.
–Nada Bill–dijo Fleur.
Ginny molesta soltó todo lo que había dicho antes sobre Fleur.
–¡Ya callate! Eso no es verdad–exclamó Bill casi gritando.
Ginny miró a su hermano con los ojos bien abiertos.,
–¡Es bruja Bill, te ha hechizado!–exclamó Ginny.
Incluso Hermione miraba a Ginny sin creer lo que estaba escuchando.
Ron se había metido varias veces para detener a Ginny, pero ella no lo habia escuchado.
–Que pesimo hermano–dijo Ginny–. Te crees todo lo que la rubia dice.
–¡Ginny!–su hermano habló con voz fuerte.
Bill mantenía a Fleur a su lado, mientras ella parecia apenada por la situación.
–¡Nos vamos!–dijo Bill finalmente despues de escuchar las tonterias de Ginny.
La pelirroja abrió los ojos.
–¿Q-Qué?
–He dicho que nos vamos–dijo Bill a Fleur que no podia ni hablar.
–¿Por qué? Ella tiene que irse, no tú–dijo Ginny mirando a Fleur y al mismo tiempo señalandola.
–No voy a dejar aqui a quien amo si mi familia no la acepta–dijo Bill–. Me voy a casar, quieran o no.
Ginny entrecerró los ojos.
Bill miró a Fleur y luego la tomó de la mano y se la llevó a la casa.
Hermione y Ron se quedaron pasmados, Blake y Harry no podian hablar y Ginny estaba más roja que su cabello.
–¡Maldita sea!–exclamó Ginny.
–¿Ves lo que has hecho?–dijo Ron–. Te dije que te callarás.
Ginny se pasó las manos por el cabello.
Miró a todos y luego su vista se posó en Blake.
–¿Por que la defendiste? Es una chica de otro lugar, que solo viene a burlarse de mi familia.
–Yo la defendi por que estas equivicada Ginny, Fleur no vino a criticar. Vino a conocer a su futura familia. Ella ama a Bill ¿no puedes entenderlo? Algun dia todos tus hermanos se casaran y te tocara ser la cuñada buena onda. Asi que deberías empezar a practicar–sijo Blake sin dejar de mirar a Ginny de manera desafiante.
La chica pelirroja quizo arrancarse los cabellos.
–¡Tonterias!
–No lo son–dijo Hermione–. No deviste decir eso, esta vez perderás a tu hermano.
Ginny la miro entrecerrando los ojos.
–No se metan.
Blake rodó los ojos.
–Fleur es una extraña para nosotros. Se cree mucho por ser bonita parte Veela, es todo.
–Es buena persona, no es como tu Ginny–dijo Blake.
Ginny entrecerró los ojos.
–¿Y que sugieres? No quiero ver a mi hermano con esa.
–Disculpate y si Fleur es tan engañosa como dices, Bill se dara cuenta–dijo Blake.
Ginny suspiró y luego se mordió el labio. Harry notaba que aún mantenía sus manos hechas puño.
–¿A ti que te importa?!–exclamó Ginny.
–Es mi amiga.
–¿CÓMO? No puedes ser amiga de alguien así–dijo Ginny exasperada.
–¿Por que no? Tu eres mi prima, sobre eso no puedo hacer nada. No creas que quiero ser pariente de alguien como tu–habló Blake.
–¿Y cree que yo con alguien que roba-amigos?
Harry rodó los ojos.
–Yo no robe a nadie–dijo Blake.
–¡Claro que lo hiciste!
–Basta Ginny, debes calmarte. Estas molesta y no sabes lo que dices–dijo Harry.
Ginny lo miró.
–Se bien que Blake solo robo tu amistad, no se la ganó–dijo Ginny.
–Dice la que no piensa en el mal que le ha hecho a su familia por que no puso soportar no ser el centro de atención ni la más talentosa ¿verdad?
Ginny se habia enfurecido ante las palabras de Blake, alzo la mano y Harry la tomó de la muñeca.
Ni Ron ni Hermione intervinieron.
–No quiero que la toques–dijo Harry–. Ya es suficiente.
Ginny se quedo sorprendida y se quedo en el jardin por un largo tiempo mientras ellos cuatro entraban en la casa.
La señora Weasely estaba triste y el señor Weasley se preguntaba por que Bill se habia marchado.
Ginny apretaba los dientes y murmuraba que habia sido culpa de Fleur y que Bill era un idiota.
Ron solo rodaba los ojos y Hermione se mantenía al margen; Harry quería saltar y arrancarle los pelos a Ginny uno por uno. Blake solo rodaba los ojos mientras jugaba y me enseñaba al señor Weasley a jugar un video juego portatil.
Harry jamás habia conocido uno de esos, aunque a Dudley si le habia visto varios video juegos asi.

Cuando llegó la hora de partir a Hogwarts, Harry sorprendido, escuchó el ruido de un motor justo afuera de la madriguera.
Al asomar la cabeza, no pudo creer lo que sus ojos estaban viendo.
Sirius hizo justo lo que habia escrito que haría; se compró el auto más ruidoso y llamativo de la historia.
Un ferrari rojo.
La señora Weasley salió corriendo con varita en mano.
¿Cómo Sirius habia llegado hasta ahí?
Fue cuando observó a quien iba con él y suspiro tranquilo; obviamente Dumbledore no se subiría a un auto asi ¿no?
Para su sorpresa, no era el profesor Dumbledore, era Remus Lupin, algo asustado y palido. Se acomdónla corbata y suspiró.
Harry bajó corriendo, mientras escuchaba a la señora Weasley.
–¿Que demonios Sirius?!!! ¿Que rayos es eso?
–Un auto Molly ¿que no puedo tener uno?–preguntó Sirius–. Me ha gustado mucho este en particular.
Molly Weasley alzó la ceja confundida y luego lo miro con rabia.
–¿Te has vuelto loco? ¡Es demasiado llamativo! ¿Cómo has podido meterlo?
–He tomado una fabulosa idea de tu marido–dijo Sirius–. Hice que el auto vuele.
Molly Weasley se puso pálida.
Ron y Ginny estaban observando al auto rojo perplejos y sonreían mucho.
Hermione cruzó los brazos, pero Harry vio en su rostro que no podia ocultar su sorpresa.
Remus Lupin trato de calmar a la señora Weasley.
–No es malo Molly, digo, todos los muggles tienen un auto ¿no?
La señora Weasley se puso roja.
–¿Cómo dices? ¡Oh si que tienen autos, ja, claro que los tienen!–dijo y señaló el ferrari rojo–. ¡Pero no tan llamativos! Tienen carros viejos y no como ese.
El señor Weasley rondaba el auto con los ojos tan abiertos que Harry pensó que se saldrían de su rostro.
La señora Weasley se recuperó y se metió dentro de la casa y Sirius observó a Harry.
–¿Que te parece?
Harry sonrió.
–Lindo ¡pensé que estabas bromeando!
Sirius soltó una carcajada.
–No lo estaba Harry. No todos los dias puedes comprar un ferrari ¿no?
–El problema es el costo Sirius–dijo Harry–. No trabajas.
Sirius soltó una carcagada.
–Oh Harry, no puede el maestro enseñarte sus trucos aún–dijo Sirius–. A Remus le gustó el paseo ¿verdad amigo?
Remus solo suspiró. Miró a Harry y dijo:
–Conduces peor de lo que creí. Digo, jamás has manejado un auto.
Blake soltó una carcajada.
–Si una vaca manejara, esa seria Sirius.
Harry no pudo evitar reirse.
Sirius bufó.
–Tienen tan poca fe en mi.
–¿Cómo pudiste comprarlo rojo? ¿No habia un color menos llamativo?
–¡Oh Hermione! Yo quería uno amarillo, que se viera a lo lejos. Resultó que en ese color no tenian por el momento–dijo él.
–¡Fascninate!–dijo Ron–. No me importa de que color es. Es increible.
–¡Ron si tiene buen gusto!–dijo Sirius riendo.
–Aja...¿ahi llevarás a Harry?
–Hay Dedee ¿como se te ocurre? ¡Nos iremos los cuatro ahi!
–¿QUÉ?
–¡Oh no Sirius!–exclamó Remus–. No pienso subirme a ese maldito auto contigo.
–Que Harry conduzca.
–¿Cómo? Jamás he conducido.
–Aprenderas pequeño Potter, es igual que volar en escoba. Solo que de cuatfo ruedas–dino Sirius dandole a Harry una palmada en la espalda.
–¡No pues si! Ahora si estamos perdidos, que yo sepa, Harry no vuela con mucha precaucion, preguntale al pobre arbol boxeador–ríe Blake–. No me subiré a ese auto endemoniado, con choferes con poca cordura.
Sirius que estaba por entrar a la casa soltó una carcajada, mientras Harry rodaba los ojos mientras reía.
–Blake tiene razon–dijo Remus.
–La voz de la razon ha hablado, señores y señoras–exclamó Sirius.
–¡A mi me encanta tu auto Sirius!
–Oh gracias Ginny–dijo él sonriendo.

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He escrito una nueva fanfic de Harry Potter.

Amor y Venganza.

Pequeña sinopsis:

Prepara tu mente para la venganza....Protege tu corazon.
Los Potter han odiado a los Malfoy desde siempre por todo lo que han hecho.
La mente de Harry–evenenada por su abuela–lo hace tomar malas decisiones que afectaran mucho a todos despues de que una victima inocente sea producto de su venganza y se convierta en su peor enemiga.

El Elegido (Secuela del Olvido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora