"Normalidad"

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Sirius habia prometido no ir por Harry, sin embargo, sabia que Dumbledore se quedaria más tranquilo–y el tambien–si Harry regresaba a Hogwarts y ahora estaba parado ahí en la Madriguera, hecho una furia cuando Harry asomó la cabeza por la puerta.
–Nos vamos–le ordenó.
Harry estaba por replicar, pero Sirius lo jaló del brazo.
–Nos vamos a Hogwarts muchacho, no debes quedarte aqui.
–¿A no? ¿Que podria pasarme?
–No seas tonto.
–¡Sirius! No te lo llevaras.
–¿Como se que eres tu?–dijo Remus apuntandole con la varita.
–Recuerdas en cuarto año cuando besaste a la rubia y tenias brillo labial por todo el rostro?
Remus se tornó rojizo y Tonks le lanzó una mirada de reproche.
–Si eres tu.
–¡No me importa! No se llevara a Harry, no lo permitiré.
Pero Harry queria salir de ahi lo antes posible.
–Voy por mi baul–dijo.
La señora Weasley lo miró sin creerlo. Harry bajó con su baul y Sirius lo tomó del brazo nuevamente y desaparecieron.

Hogsmeade estaba a unos cuantos pasos, Sirius hizo que el baul flotara mientras caminaba delante de Harry con pasos fuertes y apresurados.
Harry sabia que Sirius estaba furioso con él.
–No es controlar tu vida, Harry–dijo Sirius–, si te hubieras quedado aqui, estarias a salvo.
Harry rodó los ojos.
–¿Que te dijo exactamente? Ella exagera toda la verdad.
–Claro que no. Te conozco bien–dijo Sirius.
Harry rodó los ojos nuevamente.
–Al menos estarás a salvo.
Harry estaba molesto, aunque queria salir de la Madriguera lo antes posible, Sirius ahora lo estaba tratando como a un niño malcreado. Incluso oensó en Hogwarts como una prisión.
–Aun hay comoda navideña, la fiesta no ha terminado–dijo Sirius friamente–, por si quieres acompañarnos.
Luego dejó a Harry en medio del pasillo, solo volteó una vez para decirle:
–Ya sabes llegar a la sala comun ¿verdad?
Harry entornó los ojos y caminó hacia la sala comun, pero luego dio unos cuantos pasos hacia atras para ir al Gran Comedor; escuchó risas y alegre música. El profesor Flitwick bailaba con Luna, Blake se paseaba tomando fotos de cosas sin sentido y Neville observaba el coro de ranas.
Harry sintió un vació en su corazon, Sirius tuvo razón, si se hubiera quedado, todo seria diferente.
Blake miró en su dirección y Harry sintio que le arrancaban el corazón. Ella parecio serciorarse de que estaba en una sola pieza y luego se volteó a tomar una foto de Sirius regalando a un niño de primer año o dandole consejos nunca se sabe.
–Mira quien llego...Potter, la verdad me estaba empezando a divertir–dijo Malfoy.
Harry rodó los ojos dispuesto a descargar su ira con él.
–¿Se te perdió algo?
–No. solo vengo a ver que bo hayas sufrido muchas...heridad, sabes, asi no puedo causar dolor.
Harry estaba a punto de lanzarse sobre Draco, pero McGonagall estaba en la puerta.
–¿Señor Potter? Vaya a la sala comun a descansar y usted Malfoy, vaya a comer o haga algo que no sea vagar por los pasillos de noche–dijo ella.
Harry asintió y camino hacia la sala comun.

Harry se sentó solitario en la sala comun a disfrutar un rato de su soledad, habia dejado su baul en su habitación y ahora solo esperaba a que le diera sueño. Sus ojos ya no aguantaban más.
La puerta se abrió y Blake entro tropezando con el escalón y al ver a Harry escondió la cámara, pero Harry ya la habia visto usarla.
Ella lo miró y luego camino silenciosamente hacia las escaleras. Detras de ella, entraron Dean, Seamus y Neville que iban lanzando carcajadas y no se fijaron en Harry.
Cuando desaparecieron por las escaleras, Blake seguía ahi, mirando sus manos nerviosamente.
–¿Tienes algo que decir?–soltó Harry cruelmente.
Los ojos de Blake se tornaron frios.
–Feliz Navidad Potter–dijo, pero no sono como su voz cantarina de siempre. Era como si Malfoy lo hubiera dicho.
Harry reprimió las ganas de ir tras ella y sacudirla para que dejara de verlo de aquella manera tan frívola.

Año nuevo llego rápido y ahora Harry era el raro de nuevo, estaba solo en el desayuno hasta que llegaron Dean y Seamus, ellos se sentaron a su lado y Blake pasó de largo sin decir ni una sola palabra.
Cuando Neville llegó dijo:
–¡Feliz Año nuevo!
Seamus y Dean soltaron una carcajada.
–Gracias–dijo Dean–. Espero que Snape deje de poner examenes.
Harry no pudo evitar sonreir.
–Eso nunca pasara.
–Siempre lo deseo de igual forma–dijo Dean con media sonrisa.
–Recibiste una carta en la mañana–dijo Seamus a Dean con una sonrisa extraña. –¿De quien era? Estabas muy feliz.
–De Ginny ¿de quien mas?
Harry se sorprendió, pero aun no habia bebido de su jugo y se quedo viendo el plato con ojo critico.
¿Ginny? ¿Que no habian terminado?
–¿Siguen juntos?
Dean pareció extrañado.
–Si, Blake me preguntó lo mismo. Solo nos disgustamos pero antes de irse me dijo que todo estaba bien.
Harry sonrió de forma extraña y miro el tenedor, lo sostuvo con fuerza y Dean ni se percató de su extraño humor.
Soy un estúpido.
Vio a Blake pasar como un torbellino y luego a Luna detrás de ella. Quizo saber a donde iban y se levantó diciendo que habia plvidado algo. Ademas con aquella noticia, deseaba sentir un poco de aire fresco.
Dean y Seamus siguieron platicando y Harry salió del Gran Comedor con un enorme dolor de cabeza.
Soy un tonto ¿como pude creerle? Blake tenia razon. Estan usandome.
Harry estaba tan molesto que no se dio cuenta de que Malfoy lo seguía para atormentarlo.
Harry pasó sus manos por el cabello y luego se detuvo.
–Pobre Potter...
–Pierdete Malfoy–dijo Harry empuñando las manos.
–Eso quisiera...pero no tengo a nadie mas a quien molestar. Por ahora tengo tiempo libre.
–Largo.
–No eres el dueño de Hogwarts ¿verdad? ¿Acaso los Potter tambien son dueños de Hogwarts ahora?
Draco soltó una enorme carcaada cuando terminó de hablar.
Harry bufó.
–¿Que buscas? Tu tia casi me mata ¿Contento?
–¿No le has dicho a Blake que eres un monstruo que intento matarme?
Harry abrió los ojos.
–¿Que dirua si supiera que eres un asesino...?
–¡Callate!
–Obligame. No eres nadie Potter, a Blake no la mereces y solo la pones en peligro. Creeme que quiero matarte para protejerla. Pero no es mi labor hacerlo–dijo Malfoy–. Ahora, Blake tiene una mente muy rara y piensa lo mejor de ti...¿que pasa si le digo que eres un asesino?
Harry empuñó las manos.
–Si le dices una palabra...
–¿Te imaginas? Su querido Harry casi mata a alguien...
Harry le lanzó un puñetazo en la cara. Malfoy se tocó la nariz y luego se lanzó sobre Harry. Ambos rodaron en el pasto y Draco no se quedó atras, se levantó de inmediato y sacó su varita.
Harry se la quitó de la mano y lo golpeo de forma Muggle. La nariz de Harry comenzó a sangrar y Malfoy tenia el labio partido. La rabia los estaba cegando a ambos.
–ACCIO.
Draco tenia su varita de nuevo y apuntaba a Harry con rabia mientras lanzaba:
–DESMAIUS!
Harry lo esquivo y sacó su varita, apuntó a Malfoy y luego sus varitas salieron volando, quedando varios metros lejos de ellos.
Harry se levantó del suelo y observó a Blake con la varita alzada y una mirada de rabia hacia los dos.
–¿Que demonios les sucede?
–Blake tengo que decirte algo muuuuy alarmante–dijo Malfoy escupiendo sangre–. Tu amigo Potter quizo asesinarme.
Blake no dijo nada.
–Y seguro no hiciste nada ¿verdad?
Draco entornó los ojos.
–Porque mejor no van a la enfermeria par de idiotas y luego ya veran como les va–dijo Blake. Harry rodó los ojos, claro, era prefecta estando en Hogwarts.
Harry pasó a su lado y puso sentir su perfume, sacudió la cabeza y siguió caminando, pero no pudo obtener su varita ya que Blake se la habia quitado.
Todo el camino Draco lo miró con odio y con ganas de asesinarlo.
–No puedo creerlo–dijo Draco–. Siempre eres el favorito de todos, me castigan por culpa tuya.
–No me interesa. No debiste abrir la boca.
Draco soltó una carcajada.
–¿No iras a hacerte la victima?–dijo Draco al ver que Harry se dirigia a la biblioteca.
–No soy tu, haz lo que quieras. Seguro el castigo me tocara de nuevo contigo–Harry gruño.
Tal y como predijo, Draco si fue a la enfermeria a hacerse la victima, pero McGonagall no pareció creerle.
–Señor Potter, diga la verdad ¿le pegó primero a Malfoy?
–Si lo hice.
McGonagall bufó.
–Hay Potter, la verdad creo que debería castigarte y lo hare, pero ya es año nuevo. Cuando pase la fiesta te voy a castigar–dijo ella–. Mientras tanto, nada de magia.
–Pero...
–!Nada de peros Potter!–exclamó McGonagall.
Harry salió de la oficina de McGonagall y caminó por los pasillos. Blake tenía razon, vagar por los pasillos sin rumbo era su actividad favorita.
Esa noche tenía que entrar a la biblioteca a investigar, ahora solo tenia que conseguir escabullirse fuera de la sala comun son que nadie lo viera.
Su capa de invisibilidad sin duda lo ayudaria a conseguir un libro sobre magia prohibida en Hogwarts.
Encontró a Luna brincando con la revista del Quisquilloso.
–Hola Harry Potter!
–Hola–dijo Harry algo distraido.
–¿Quieres leer el quisquilloso?
Harry suspiró.
–Claro.
–Supe lo de la madriguera, que bueno que estes bien–dijo Luna–. Nos vemos–Luna le dió el quisquilloso y luego se fue saltando alegremente por los pasillos.
Harry bufó pesadamente.

La sala comun estaba completamente vacia en la noche y Harry aprovecho para escabullirse.
   Llevaba la capa de invisibilidad sobre él y caminaba con cuidado de no chocar con nada, abrió la puerta y salió de la sala común. Llevaba consigo el mapa del merodeador, ya que Snape tenía como un sexto sentido para saber cuando Harry estaba cerca.
    Caminó y se detuvo en seco...
     Blake Williams
Draco Malfoy.
Sus nombres aparecieron muy cerca el uno del otro y Harry olvidó que iba a la biblioteca u caminó en aquella dirección, Blake era prefecta y a menudo caminaba por los pasillos de noche, pero Malfoy no era prefecto ¿que hacia él ahí?
   Harry caminó y escuchó sus voces a unos cuantos pasos, se quedo en las sombras en caso de que pudieran ver algo extraño.
–¿Te estas escuchando a caso? Pareces demente–Blake decía mientras mantenia la varita en su mano.
–No miento–dijo Malfoy–. Ya sabes que eso pasará tarde o temprano, yo lo he visto ¿crees que esa arpía se mantendra alejada?
Blake bufó.
–No te metas en lo que no te importa.
–Escuchame–dijo Draco–. Hogwarts no será seguro de hoy en adelante, el Señor Tenebroso...
–No me importa un hombre que parece esqueleto sin nariz que le habla a las serpientes.
–Pues debería importarte–gruñó Draco–. Su supervivencia depende de matar a tu queridisimo Harry.
–¿Y?
–Que yo lo mataré primero.
–Tocale un solo cabello y te mato Malfoy–dijo con voz fuerte.
   Harry sintió que en su rostro se formaba una sonrisa.
–¡Ya ves! Harry ye ha embrujado!
–Harry no ha hecho nada–dijo ella–. Es un tonto y un horrible egoísta pero no me ha embrujado y no es malo...
–¡Intentó matarme!
–¿Y tu que me hiciste a mi?–Blake lo miró con ojos asesinos–. Me borraste la memoria porque descubrí algk ¿verdad?
   Draco tragó saliva.
–No.
–Ahora deja de decir estupideces y vete a tu agujero de serpientes.
Draco bufó.
–Ya te dije que es mejor que te larges de Hogwarts o al menos que no te metas en lo que no te importa–dijo Draco–. El destino de Potter esta escrito en la profecia de Trelawney, ninguno piede vivit mientras el otro este vivo, ¿no recuerdas?
–Harry vivirá.
–Estas cegada, eso es lo que sucede–dijo Draco de forma odiosa–. No ves que Harry será tu fin y él y sus tontos amigos de la sangre sucia y el traidor a la sangre...ya veras como vuelven a ser amigos, el trip de oro regresara y te olvidará para siempre. No digas que no te lo advertí.
Blake empuñó las manos y Draco se alejó por los pasillos.
–Maldito hurón...
Harry se quedo sin poder moverse, recordó que iba a la biblioteca a la sección prohibida y solo observó como Blake se alejaba hecha una furia.
Harry se movió, pero Blake volteó de inmediato.
Sacudió la cabeza y siguió caminando. Harry hizo lo mismo, pero en dirección a la biblioteca.

El Elegido (Secuela del Olvido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora