Sirius no duró mucho tiempo en la madriguera, pues la señora Weasley no queria lidiar con el auto llamativo de Sirius, asi que lo corrió de su casa lo más pronto posible.
Blake habia querido meterse en el auto varias veces, decia que así andaba la gente importante y que Harry debia subirse, a lo que el muchacho se nego varias veces.
¿Cómo iba a llegar en auto a Hogwarts? La idea loca de Sirius no serviría de mucho.Harry preparaba su baúl para irse a Hogwarts cuando Blake entra con una enorme cara de enfado.
–¿Que ocurre?
–Si Ginny o Hermione alguna vez mencionan algo malo de Fleur las mataré, estaremos en Hogwarts, puedo hacerlas desaparecer–dijo en tono malvado.
Harry se hubiera reido por eso, pero esta vez, Blake parevia hablar en serio, como si eso no fuera lo unico que la molestaba.
–¿No juegas quidditch?
–¿Contigo todo es quidditch Harry?
Harry soltó una risa.
–Solo digo, tal vez eres buena–dijo él riendo–. ¿No lo has intentado?
–Mi padre quería que lo hiciera–dijo Blake–. Claro, yo no quice hacerlo.
–Te gusta llevarle la contra ¿verdad?
Blake soltó una risa.
–Asi es amigo mio y mucho.
Harry rodó los ojos y se concentró en guardae su uniforme. Entonces recordó que sería capitan del equipo de quidditch de Gryffindor ¡CAPITAN!
–Sere capitan–dijo Harry mirando su escoba–. Sere capitan.,
–¡Estoy muy feliz por ti Harry!–exclamó Blake–. Nadie se lo merece más que tu.
Harry sonrió.
–¿Tu crees?
Blake suspiró y asintió.
–Siempre digo la verdad ¿no es cierto?
Harry soltó una risa.
–¡Oh si! Siempre.
–Es una pena que no podamos llevar autos a Hogwarts ¿te imaginas llegar en el ferrari de Sirius?
–No, no me lo imagino–dijo Harry negando varias veces.
–¡Oh vamos! No es tan malo–dijo ella riendo–. Seria una nueva aventura, una más loca, pero es una aventura de igual forma.
–Ajá.
–Ademas, es muy llamativo.
–¡UF! Y como me gusta llamar la atención...
–Harry, las chicas se formarían y yo sacaría dinero de eso–dice Blake mientras se observa las manos.
Harry rodo los ojos.
–¿Me usarás de maquina de dinero?
Blake sonrió y soltó una risa malevola.
–¿Cómo crees? Claro que sí, aunque serás una maquina humana.
Harry rodó los ojos y cuando terminó, Blake le sonrió de manera extraña, como si verdad estaba planeando usarlo para obtener dinero.
–¿Recuerdas cuando Sirius escapó?
Blake asintió.
–Tuvimos que dormir en el Gran Comedor gracias a ti–dijo Blake–. ¡Claro que recuerdo!
–Bueno, esa aventura fue una pesadilla también, tener un auto rojo aunque suene muy interesante ¡no-lo-es!
Blake rodó los ojos.
–Ya estoy escuchando a Hermione ¡que aguafiestas eres!
–¡Aggg! No me entiendes.
–¿Disculpa? ¿Que no hablamos el mismo idioma?
Harry soltó una carcajada.
–De acuerdo, tu ganas–dijo Harry. En el fondo le encantaría tener un auto de esos–. Sí quiero un auto de esos.
Blake soltó una carcajada.
–Dile a Sirius que te lo preste.
–¡Oh no! Seguramente ya chocó con un poste.
Blake sonrió y luego soltó una enorme carcajada.Cuando ya todos estuvieron listos para irse a la plataforma 9 3/4 Harry y Blake estaban esperando a que Ginny y Hermione dejaran de observar sus baules para asegurarse de que llevaran todo.
Cuando llegaron a la estación Kings Kross ya era algo tarde y no tuvieron mucho tiempo para despedirse de la señora Weasley ni del señor Weasley.
Subieron al tren corriendo mientras la señora Weasley agitaba la mano.
–¡Adios! ¡Adios! ¡Suerte!
La señora Weasley se perdió de vista.–¡AAGGGG! Ahora donde nos vamos a sentar–dijo Blake mientras caminaban.
–Pongamoslo de esta manera Williams, tu puedes sentarte a mi lado y Potter con la basura ¿te parece?
–Pierdete Malfoy–gruñó Blake mientras lo empujaba fuera del camino.
Malfoy soltó un gruñido y Harry le piso el pie cuando pasaba, claro, fue un accidente.
Hermione y Ginny esperaban ansiosas a que Harry se sentara con ellas, pero Harry pasó de largo sin siquiera mirarlas y Ron soltó una carcajada.
–¡No hay lugar!
–Neville...¡hola!–saludo Blake al ver al chico sentarse con Hermione y Ginny. Luego encontraron finalmente un lugar vacio.
–¡Sin Hermiones ni Ginnys!–dijo Blake mientras fingía estirarse–. ¿Sabias que fui bailarina?
Harry arcó la ceja ante la locura que Blake dijo.
–¿Qué?
–Cuando tenía diez años estudiaba ballet, era una bailarina tonto–dijo ella riendo–. Si no hubiera sido bruja, seguiría en el ballet.
Harry suspiró, luego soltó una sonrisa.
–Yo creo que no eres buena bailando.
Blake soltó una carcajada.
–¡Tu que sabes! Para tener la edad que tenia hace años, era buena.
–Pues tu maestro necesitaba lentes–ríe Harry.
–¿Ah sí? ¿Como tu?
Harry dejo de reir y solo rodo los ojos al ver que Blake se moría de risa.
Un grupo de chicas, entre ellas Romilda Vane pasaron por el compartiento varias veces y soltaron risitas nerviosas, hasta que Blake cerró la puerta.
–Locas, no aguantan sus tonterias–dijo Blake.
Harry sonrió.
–Tal vez soy más irresistible de lo que creía–dice Harry.
Blake rodó los ojos y meintras Harry estaba distraido, lo miró, era guapo y atractivo eso jamás lo negaba; pero no era la fama lo que ella más admiraba de él, sino su valor y le gustaba vero jugar quidditch, por eso ella misma no lo hacia, queria verlo desde las gradas.
Se sonrojo y miro en otra dirección.
Aunque su mente se quedo en pausa; su mirada veía el cabello negro, los ojos verdes y esa mirada...¿que se sentiría besarlo?
¡Demonios Blake, no seas tonta! Harry es tu amigo. No seas como las otras bobas.
Claro, ella no podia evitarlo.
Siempre habia notado a Harry, aunque él no la notara a ella. Su valor y ese toque problematico suyo, a Blake se le hacia muy extrañamente encantador.
¿Estaba loca? sí, si que lo estaba.
–¿Crees que Snape este feliz?
–Si no lo has notado Blake, la expresión de Snape al dar clase significa todo–dijo Harry.
–Si pero...el siempre quizo ser maestro de defensa ¿crees que ya este conforme?
–No hasta que me asesine con sus manos–dino Harry con una risa nerviosa.
Blake sonrió.
–Es verdad, si yo no te asesino primero.
Harry rodó los ojos y soltó una carcajada.
–¿Quieren algo del carrito?
Blake saltó de inmediato, pero Harry ya le habia ganado y habia comprado seis ranas de chocolate y un pastel de caldero.
Blake soltó una risa y luego compró unas grageas de todos los sabores.
–Harry ¿acaso quieres que me haga gorda?
Harry soltó una carcajada y su rostro se tornó rojo por tanto reir.
–Si...no quieres...no comas.
–¡Duh! Claro que quiero ¡es cho-co-la-te!
Harry rodó los ojos .
–¿Y esas para qué?
Blake sonrió de manera traviesa.
–Son para que las comas.
–¿Qué? Yo no voy a comer de esas–dijo Harry riendo, mientras negaba varias veces–. Estas loca.
–Sí, eso lo sabe todo el mundo. Pero, escucha Harry, si tu ganas la apuesta, comeré la más asquerosa y si yo gano, tu serás el que la coma.
Harry cruzó los brazos. ¿Por qué Blake tenia el poder de desafiarlo tanto y mirarlo de esa forma? Si lo miraba asi, el no podia decir no.
–¿Que clase de apuesta?
–Mmm...Si Ginny te invita a salir para el catorce de febrero, yo habré ganado–dijo Blake riendo.
–Eso no es justo–dijo Harry–. Creo que no sabes como funcionan las apuestas.
–¿Y si Ginny te conquista?
Harry miró sus zapatos y solo solto un suspiro.
–Si lo hace, entonces me comeré todas las grageas asquerosas, todo el paquete y si no, tu lo harás ¿entendido?
Blake sonrió.
–Sí. Si te conquista eres un idiota ¿trato hecho?
Harry le ofreció su mano y ella la estrechó.
–Trato.
¿Por qué mejor no era si ella lo conquistaba? ¿Por qué tuvo que decir que Ginny lo conquistaria?
Harry algunas veces no lograba entenderla, pero el solo hecho de tener su mano, lo hacia creer que Ginny no se comparaba con ella.
–¡Hola!–dijo Neville.
Tal vez para entonces, a Blake se le olvidaria la apuesta y así Harry estaría feliz con ella y no com Ginny.
Era una locura, soltó un pequeño salto al ver a Neville.
–Hola Neville ¿que sucede?
–Hermione, me molesta ¿puedo sentarme?
–Claro–dijo Blake.
¿Que quieres probar con esto Blake?
Pensó Harry, queriendo retractarse. Él no era un tonto; la que comería las grageas sería ella.
–¿Qué te hizo?
–Me dijo que mi planta no era magica–dijo Neville mostrandoles un cactus–. Lo decia una y otra vez.
–¿Es un cactus? ¿Para que lo tragiste?
–Se lo daré a la profesora Sprout–dijo Neville–. Le dije que le conseguría un cactus muggle.
Blake se encogió de hombros y sacó de su bolsa una revista, rosa y con corazones por todos lados; la revista corazon de bruja.
–¿Recuerdas cuando Gilderoy Lockhart apareció en la portada contigo Harry?
–Sí–dijo él mientras veía la targeta de Merlin que le salió en la rana de chocolate.
–Interesante—dijo Blake mientras sus ojos se movían al leer.
–¿Cómo estuvieron tus vacaciones Neville?
El muchacho sonrió.
–¡De maravilla Harry! Tuve que comprarme una nueva varita–dijo él–. Creo que este año seré mejor y...–Neville bajó la voz–. ¿Habrá reunion del E.D?
Harry sintió un escalofrío.
–No es necesario, tendremos un profesor que nos enseñara sus metodos clasicos–dijo Harry.
Neville pareció decepcionado.
–¿Quieres que el ED vuelva?
–Me gustaria–dijo Neville a Blake–. Quiero practicar y Harry es buen maestro.
Harry no pudo evitar sentirse orgulloso.
–¿Crees que Snape querrá que Harry sea mejor que él?
Harry rodó los ojos.
–Seguro lo hace añicos–añadió Blake riendo.
–Gracias por eso.
La chica soltó una carcajada y siguió viendo su revista.
Harry solo bufó y coloco la espalda en el asiento. Siguió mirando por la ventana; hasta que una bonita chica de cabello negro se asomó; Romilda Vane.
Blake la miro con ojos asesinos y Harry solo observaba sus manos, esperanba a que la chica dijera algo.
–Hola–dijo ella–. ¿Tienes una pluma? Ocupo escribir algo.
Cuando dijo aquello, miró directamente a Harry. Blake rodó los ojos y le dijo a Neville:
–¡Anda Neville! ¿No tienes pluma?
Neville saltó asustado. Romilda Vane pareció decir que quería que Harry se la prestara.
Blake rodó los ojos y sacó una pluma y se la dió:
–Ya tienes excusa para volver.
Romilda miró a Harry y una pequeña sonrisa de asomó en sus labios.
Harry solo rodó los ojos despues de que Romilda Vane se fue.
–Estas loca–le dijo a Blake.
Poco despues, llegaron Hermione y Ginny. Harry se molestó ¿que estaban haciendo ahi? ¿No tenian a nadie mas a quien molestar?
Blake tambien parecio molesta.
Harry suspiro.
–Okay ¿necesitan algo?
–¿Acaso no podemos sentarnos?–dijo Hermione.
Harry suspiró.
–Yo preferiría que hubiera más espacio. No me gusta que haya tantas personas.
Hermione entrecerró los ojos.
Le dirigió una mirada de odio a Harry.
–Mira Harry...
–Hermione, esta bien. Harry solo esta diciendo que debimos pedir permiso para sentarnos ¿verdsd?
–No, eso no dije–dijo Harry.
Ginny sonrió. Sus mejillas rojas.
Blake estaba por jalarle el cabello. Hermione miró a su alredor con facha de inocente.
–Oh Harry...¿como crees que ses Snape de profesor?
–Snape ya era profesor, ya lo conoces–dijo Harry con amargura.
Hermione suspiro.,
–Si, pero me refiero a ¿como sera para enseñar defensa?
–¿Defensa? ¿Paa que quieres aprender a defenderte?
Hermione ahogó un grito.
–¿Para qué...? ¿Harry...?
–Ya deja de decir mentiras. No me creiste. Nunca lo has hecho. No vengas a decirme que te diga mi opiniom sobre Snape. ¿Sabes lo que opino? Que aunque no me guste admiturlp, creo que Snape nos enseñara más que Umbridge a quien apoyaste ¿algo más?–Habló Harry molesto.
Hermione parpadeo.
Blake se quedo callada y Neville solo suspiro. Ginny se levantó.
–Es obvio qe nuestra prescencia no es bienvenida–dijo Ginny ofendida.
Cuando se fueron, Harry se sintió aliviado. A los pocos segundos, Romilda Vane regresó con la pluma:
–Gracias...–se dirigió a Harry–. Que gusto verte Harry.
Blake rodó los ojos y Neville miraba a ambos con una sonrisa.
–¿Qué?–gruñó Blake.
Luego de puso la revista en la cara para no ver a Harry.
–¡Hola, Hola! Me enteré de que son prefectos ¡ja! ¿Que pasó con Weasley y Granger? ¿Reprobaron?–ríe Malfoy, asomando el rostro por la puerta.
Harry rodó los ojos.
–Ve a molestar a alguien más, Malfoy.
Draco solo soltó una risa.
–Eso si que es dificil. Ustedes son mis juguetes favoritos–ríe Draco.
Blake lo miró con ojos asesinos, como si pudiera hacerlo desaparecer.
–Mira Potter, debes tener cuidado. Estas en grave peligro.
–¿Así? ¿Quién te dijo? ¿Tu banda de mortifagos de la cual tu padre es parte?
–¡Madaste a Azkaban a mi padre!–gruñó Draco–. No hables de él.
–Oh, se me olvidaba que tu ya eres uno–dijo Harry.
Neville abrió los ojos como platos.
Blake intentó hacer callar a Harry.
–¡No hables más Potter!
Harry sonrió.
–Lo siento. Sé que debe mantenerse en secreto. Pero ya todo el mundo lo sabe, Malfoy, no es un secreto. Si el padre es mortifago, también el...
Draco sacó la varita y le apuntó a Harry con ella. Blake la tenía levantada mucho antes que Harry y Neville hizo lo mismo, apuntando a los que venían con Draco.
–¡Callate Potter!
Harry no bajó su varita.
–Tienes la marca tenebrosa ¿verdad?
Draco entrecerró los ojos. Su mirada parecía querer asesinar a Harry.
–¡Des...!
–¡Expelliarmus!–exclamó Blake desarmando a Draco–. Largate Malfoy.
–Ya veras Williams... ya veras–la miró con intensidad–. No lo olvidaré.
–No la amenaces Malfoy–dijo Harry enfadado, con la varita en alto.
Draco al tener su varita nuevamente en la mano, sonrió.
–¿No te has dado cuenta que todo el que esta contigo corre peligro? No solo yo amenazare a tu querida amiga–Draco soltó una risa amargada.
Neville mantenía la varita en posición.
–Cuidate en los pasillos Williams y tu igual, Potter–escupió Draco.
Harry estaba a punto de usar la manera muggle de pelear, pero se detuvo. No podia hacer algo que luego le traeria consecuencias.
–Es un odioso–dijo Blake–. No lo soporto.
Harry sonrió.
–Buen hechizo.
Blake sonrió.
–Me alegro que el maestro lo apruebe.
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El Elegido (Secuela del Olvido)
FanfictionHarry ha pasado un verano de lo más desagradable y preferiría miles de veces haberlo pasado con Blake y Sirius. Cuando se estaba dando por vencido de que algún día podría salir de aquella casa, sus plegarias se hacen realidad. Pero al salir se emp...