La amistad perdida y...¿algo mas?

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Harry se levantó y fue de inmediato a desayunar.
Supo por Romilda Vane que Blake estaba dormida.
Harry solo rodó los ojos y se sentó a desayunar.
Neville estaba con él y ambos comian pacificamente.
Cuando Ron y Hermione llegaron, ellos empezaron a hablar normalmente.
Harry vio como Hermione lo miraba algunas veces, luego bajaba la mirada.
–Harry–dijo Neville–. Iremos a las tres escobas ¿vienes?
–Claro–dijo Harry.
–De acuerdo–Neville sonrió contento–. Blake y Luna tambien iran.
–Supongo que Blake sigue dormida–dijo Harry con media sonrisa.
–Creo que si–dijo Lavender Brown, que se sentó un poco más alejada de ellos.
Harry solo siguió viendo su plato de comida.
Cuando terminó. Caminó hacia la cabaña de Hagrid.

–¡Harry, que bueno verte!–exclamó Hagrid al verlo.
–¿Estas bien Hagrid?–preguntó Harry.
Con todos loa aurores rondando Hogwarts, Harry podria pensar que no todo andaba muy bien para Hagrid.
–Muy bien–dijo Hagrid sonriendo– ¿Y tu que te traes esta vez? ¿Donde esta Blake?
–Seguramente dormida–dijo Harry con media sonrisa–. Y no planeo nada.
Hagrid soltó una risa.
–Ya veo...¡Sabes Harry! Creo que deberia comprar un auto como el de Sirius.
Harry de pronto de imagino a Hagrid en un ferrari tan rojo como el de Sirius o tal vez amarillo. Soltó una carcajada.
–¿Cómo sabes del auto de Sirius?
–Me envió una foto–Hagrid se levantó de su asiento y fue a tomar unas cartas en la mesa.
Le mostro a Harry una foto a color de Sirius sobre su auto, con unos lentes oscuros y una pose de modelo de revista.
–¡Ah! Creo que fue demasiado lejos–ríe Harry.
–¿Es lindo el auto?
–Sí, pero no es algo que pense que a Sirius le gustaria–dijo Harry.
Hagrid sonrió.
–Yo me sorprendí mucho–dijo Hagrid–. McGonagall y Dumbledore tambien recibieron una postal, McGonagall casi se demaya al ver que Sirius anda en transporte muggle y Dumbledore le escribio diciendo que cuando daban un paseo por Londres.
Harry pudo imaginarse el rostro sorprendido de McGonagall, le dio risa y no pudo evitar reirse.
Hagrid sonrió.
–Lo bueno es que Sirius parece contento.
–Asi es–dijo Harry.
Hagrid le ofreció te, pero Harry le dijo que ya habia comido.
–¿Y como va el equipo de quidditch, Harry?
Harry suspiró.
–Va bien. Las pruebas son dentro de dos semanas y los primeros partidos el siguiente mes–dijo Harry–. Hable con McGonagall y por desgracia el primer partido esta vez es contra Slytherin.
Hagrid bufó.
–¡Oh! De eso no te preocupes–dijo Hagrid—. Gryffindor es lo mejor.
Harry suspiró.
–Los Slytherins tienen demasiada determinacion y siempre han querido aplastarnos. Espero ser buen capitan de quidditch–dijo Harry con media sonrisa.
Hagrid le puso una mano sobre su hombro.
–Lo seras Harry, lo seras.
¡Tock tock!
Harry abrió la puerta y vio a Blake sonriendo.
–¡Aqui estas!
–¡Buenos dias bella durmiente!–dijo Harry con una carcajada.
Blake rodó los ojos.
–Lastima que no me tope con un principe azul–dijo Blake–. Me tope con Harry el Sapo.
Harry soltó una carcajada y luego rodó los ojos.
Blake entró a la casa de Hagrid y cuando vio al gigante, corrió a abrazarlo.
–¡Hagrid que gusto verte!
Hagrid sonrió.
–Si verdad–dijo Hagrid–. Que bueno que veniste a visitarme.
–¿Quieres ir. Hogsmeade?–preguntó Blake–. Harry, Neville, Luna y yo iremos a las tres escobas.
Hagrid suspiró.
–Tal vez los alcanze luego. ¡Vayan, vayan! Para que disfruten del fin de semana–dijo Hagrid.
Harry y Blake salieron de la casa de Hagrid y Luna y Neville venían hacia ellos.

–¡Harry!–exclamó una voz detrás de él–. Acaba de llegar una carta para ti.
Hermione los detuvo.
–¿Donde esta?
–Hedwig la trajo, pero no me la entrega a mi–dijo Hermione.
Harry rodó los ojos. A Hedwig ya no le agradaba Hermione.
No soltaria la carta nunca.
–Ve Harry, nos vemos en las tres escobas ¿de acuerdo?
Harry asintió.
Blake, Neville y Luna se alejaron y Harry siguió a Hermione de vuelta a Hogwarts.
Hermione iba callada como siempre y cuado entraron, Ron se les unió.
–Hola–saludó–. Hermione te estaba....
–Llego el correo Ronald, le dije a Harry que Hedwig trajo una carta–dijo Hermione.
Ron suspiró.
–¿Iremos. Honeydukes?
–Ve tu, yo voy a leer lo que me enviaron mis padre y luego te alcanzo.
Ron asintió y se despidió de manera breve de Harry y se fue.
Hermione suspiró.
–Harry...¿no me volveras a hablar nunca?–preguntó Hermione, sus rostro se puso demasiado serio y Harry deseo irse corriendo detras de Ron para ir a HoneyDukes.
–Tu no eres muy amable, Hermione–dijo Harry.
La chica suspiró.
–Perdona Harry.
Hermione bajó la cabeza y siguió caminando con una mueca.
–Pero yo...debes entender Harry...despues de la muerte de Cedric todo...
–Ustedes no eran "todos" ustedes eran mi amigos. La gente que siempre debia estar a mi lado en todo–dijo Harry–. No lo fueron Hermione.
–¿Acaso nos tienes resentimiento?
Harry lo pensó.
–Sí. No estuvieron cuando los necesite. Ni una carta. Ni una sola palabra para hacerme creer que estaban conmigo. No dijeron nada.
–Pero Harry. Nunca dijiste los detalles de la muerte de Cedric...
–¿Cómo querias que los dijera? Su padre estaba destrozado. Yo acababa de ver a un amigo y compañero morir frente a mis ojos ¡que podia hacer! ¿Como quieres que explique las cosas? Cedric falleció en frente de mis ojos, Hermione, por eso no pude explicar nada.
Hermione se quedó callada, miraba a Harry algunas veces mientras iban a la sala común.
–Todos merecen otra oportunidad, Harry–dijo Hermione–. Todos.
Harry rodó los ojos.
–No todos.
La chica bufó.
–¿Acaso Blake te metió esas ideas? Harry esa chica esta loca...
–¡No hables asi de Blake Hermione! Ella si me ha apoyado–dijo Harry molestó, empuñando las manos.
Hermione rodó los ojos.
–¡Pero no te conoce como yo!
–¿Y eso qué? Tu me conocias y me abandonaste cuando necesitaba amigos, ademas decias que yo era un títere de Voldemort ¿no es así? Esa eras tú Hermione–Harry reprochó gritando. No le importaba quien pudiera escuchar. Estaba molesto y Hermione solo seguía lanzando leña al fuego.
–¡Parecia que sí! Harry todo lo indicaba. Tu actitud...el hecho de que te separaras de nosotros. Piensalo Harry, yo creía que ...
–¡No! Voldemort mató a mis padre. Yo jamás podría serle leal a un monstruo–dijo Harry con los ojos llenos de ira.
Hermione se hizo a un lado.
–Espero que no hayas inventado todo solo para hacerme enojar–murmuró Harry.
Hermione se mantuvo callada.
Cuando llegaron a la sala comun, Hedwig eataba sobre el respaldo de una silla y Hermione tenía varias cartas en su bolsa. Se sentó a leerlas, pero Harry no quería estar con ella en la sala común.
Subió a su habitación y abrió la carta de Sirius Black.

El Elegido (Secuela del Olvido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora