Harry despertó por los ruidos de Ron al arrastrar su baúl. Neville estaba listo para ir a desayunar y Hermione esperaba con una enorme mueca de aburrimiento.
Cuando Harry llegó, Ron y Hermione lo acompañaron a la sala comun y Neville iba con ellos. Muchos estaban despidiendose para irse a Hogsmeade antes que nadie, los de primer año estaban emocionados y muchos balbuceaban sobre donde pasarian la navidad.
Harry pensó en retractarse y recuperar su antigua vida.
Neville se sentó lejos de Harry Ron y Hermione, Blake estaba a un lado de Luna Lovegood que estaba en la mesa de Gryffindor y Neville saludaba alegre. Habia menos alumnos de lo normal, muchos se hayaban empacando.
Harry observó su desayuno y se le revolvió el estómago, algo no andaba del todo bien. Siempre era una alegría ir con los Weasley, ya que los Dursley nunca lo recibirían con los brazos abiertos.
¿Estoy haciendo lo correcto? Pensó Harry.
No siquiera le habia dicho a Sirius.
No me tendra en mucha estima cuando se entere y si ya lo hizo...nunca más me hablara.
Al ver que Ron y Hermione hablaban contentos, le recordó a los viejos tiempos.
–Oh Harry–dijo Ginny–, me alegra tanto que vayas. Al menos mamá estara feliz ¿sabes? Siempre has sido su favorito.
–Sabiamos que recapacitarias–dijo Hermione.
¿Sabiamos? ¿Acaso soy tan predecible?
Harry empuñó las manos molesto y no dijo nada. La comida dejo de verse bien en sus ojos.
–¿Harry?
–¿Qué?–le gruñó a Hermione. Esta lo miró ofendida.
–Pero si estas de mal humor siempre...mejor deberias quedarte.
–Sí, eso debería hacer–dijo Harry, pero no podia romper todas sus promesas l nadie lo tomaría en cuenta. Todos creerian que si es un mentiroso.
Ginny suspiró.
Harry picó la comida y era hora de irse, levantó la vista y todos estaban saliendo del Gran Comedor. Ginny, Ron y Hermione, salieron y la ultima volteó para esperarlo. Harry se quedo paralizado, aun podia quedarse y pasarla bien con Sirius y Blake, con aquellos que si lo habian apoyado. Por un momento sintió los ojos de Blake sobre él y cuando volteó ella lo veía con curiosidad y luego Hermione lo llamaba, pero él no escuchaba.
Harry caminó y luego salió del Gran Comedor.
¿Que estaba haciendo? Le decian sus pies al caminar, ¿que estaba haciendo realmente?
Sirius estaria furioso, Blake no diría nada y se quedaria callada toda la noche.
Harry se quedo paralizado antes de subir al tren.
¿Por qué iba con los Weasley?
Blake tenía razon, siempre los escogia a ellos.
Hermione, Ron y Ginny caminaban delante de el con una enorme sonrisa, no veían el gran dilema con el que Harry se encontraba.
¿Podría escapar de los Weasley si lo necesitaba?
Hagrid lo detuvo, mientras estaba despidiendo a los de primer año.
–Harry–dijo–. Pensé que no te vería aqui.
–El plan...cambió–murmuró Harry.
–Ya veo, ya veo. Pues si necesitas algo, llámame–dijo Hagrid–. Mejor dicho, mandame a Hedwig.
Harry asintió lentamente, si se hubiera quedado, tambien pasaría la navidad con Hagrid. Pero no quería ronper sus promesas.
Subió al tren con un retortijón en el estomago, se sentó junto a Ron y Hermione en el tren y todo se sintió coml antes. Ron no le hablaba, pero Hermione se comportaba como siempre, mandando a todos y critican a los slytherins.
Harry no podia pensar en el viaje de ida a Hogwarts, sería más eterno de lo que él había pensado.
No era lo mismo estar con ellos, ya se habia acostumbrado a estar con Blake y sus tonterias, pero ahofa estaba con Ron y Hermione; su trio de oro estaba de nuevo en el mismo vagón.
–Harry–dijo Hermione–. Te pregunté algo.
No compre ningún regalo. Pensó Harry.
–¿Eh?
–Bueno, estana diciendo que creo que no haces un muy bien trabajo de prefecto–dijo Hermione–. Debes ser más estricto con ellos.
Harry rodó los ojos.
–No quier hablar de eso.
Hermione cruzó los brazos y miro la ventana. Despues de eso, el ambiente se tornó tendo, todos estaban callados y Harry pensó en saltar del tren e ir corriendo con Sirius a Hogsmeade.Blake vagaba por los pasillos de Hogwarts, no habia clases y todo estaba tranquilo, aunque la mañana se habia vuelto fria, Blake camino hacia la lechuzería.
Le tomó un tiempo llegar ya que iba viendo como sus pies dejaban huellas en la nieve, le habia dicho a Luna que la vería luego en el Gran Comedor y ella hania ido saltando a Hogsmeade; Blake pensó en acompañarla y salir de Hogwarts, pero estaba cansada por los ultimos deberes antes de las vacaciones. Snape mas que nada, sus ensayos siempre eran una tortura.
Llegó a la lechuzeria y vio a la antigua conquista de Harry, Cho estaba acariceando su lechuza y le decir algo amtes de dejarla volar. Blake tomó el paquete que llevaba en sus manos y la carta, lo ató bien y busco a Tia, la lechuza no era dificil de encontrar, su plumaje negro entre tanta nieve la hacia resaltar,
Tia llego a su lado al verla y Blake suspiró viendo el pequeño paquete que habia comprado anges de que el titanic de estrellara con el iceberg, Blake rodó los ojos y suspiró.
Le dió el paquete a la lechuza y esta pidió comida, Blake le habia llevado un premio navideño y cuando se lo dio, la lechuza alzo vuelo.
Blake la observó antes de girarse e irse de la lechuzeria.
Siguió caminando viendo todo a su alrededor con otra perspectiva. Siempre le habia gustado ver nevar en Hogwarts, siempre la ponia feliz, pero ahora sentia un vacio enorme. Nada podia ponerla feliz, ni los manjares de Hogwarts ni los chistes malos de Neville. Subio las escaleras hacia Hogwarts y vió bajar a Draco Malfoy a toda velocidad, él se detuvo al verla.
–Potter se fue–dijo–¿Por que estas aqui?
–¿Y tu?–dijo ella.
Draco bufó.
–Me da igual la navidad, asi que me quede, no tiene caso ir a la mansión–dijo él con desprecio.
Blake rodo los ojos y siguió su camino, Draco hizo lo mismo no sin antes decir;
–¡Que poco dura la amistad! ¿No lo crees?
Blake empuño las manos, dispuesta a descargar su ira en Draco, pero este habia desaparecido, era tan palido que probablemente se mezclo muy bien con la nieve blanca.
Blake siguió caminando a Hogwarts, todo estaba silencioso y tranquilo, no habia mucho ruido, todps hacian lo que querian.
Blake fue a la sala comun de Gryffindor y se sentó junto a Dean y Seamus que se habian quedado porque sus familiar de olvidaron de ellos.
–Creo que debemos jugar futbol–dijo Dean–, traje mi balon.
–¿En la nieve?–preguntó Seamus.
–¿Y por qué no?
–Quidditch es mucho mejor–dijo Seamus.
Blake rodó los ojos y sacó la revista corazón de bruja.
–Ginny leia esas tonterias siempre–dijo Dean, dolido–. Siempre hablaba de cosas extrañas.
–Me encanta leer los chismes, son extraños y estupidos–dijo Blake–. Es una revista muy vieja, no he comprado una nueva este mes.
–¡Que interesante!–rodo los ojos Seamus–. Es tan aburrido como ver el fuego en la sala comun.
–¿Qué sugieres?–dijo Dean.
Neville entro en aquel momento.
–¡Hola! ¿Que hacen?
Blake lo miró y suspiró.
–Estamos muertos de aburrimiento ¿tienes alguna idea?
–La verdad no–dijo Neville–, por eso he venido. Debemos hacer algo. Podemos ir a Hogsmeade.
–¡Brillante idea! Debo comprar un regalo para Ginny.
–¿Que no se separaron?–preguntó Blake sorprendida.
–¿Separarnos? No, eso no ha pasado aun. Solo nos disgustamos, pero hoy me dijo que todo estaba bien entre nosotros. Aunque no entiendo porque no me quizo invitar para navidad–dijo Dean, pensativo.
Blake se quedó boquiabierta, Harry le habia dicho que Ginny habia roto con Dean Thomas. No dijo nada pues podría crear un enorme problema, pero luego penso en sacudir a Dean y decirle las verdades de su novia.
–¿No has comprado un regalo?
–No, pero...¿vamos?
Blake no tenía nada que hacer y se levantó.
–Vamos.
Neville sonrió contento, Blake salió para decirle a Luna y ellos las estaban esperando a la salida de Hogwarts.
Todos fueron a Hogsmeade y Dean buscó un brazalete muy bonito y brillante para Ginny, se lo envolvieron y mandaron a la madriguera.
–¡Yo invito las cervezas de mantequilla!
Blake suspiro y sonrió.
–Adelantense, yo...ire a ver algo–dijo Blake o alguien.
Todos asintieron al mismo tiempo y de fueron a las tres escobas.
Blake camino a donde Sirius estaba hospedado, era un viejo lugar en donde habia rentado un cuarto. Ahi tenia una vista hermosa de Hogwarts y sus alrededores. Cuando Blake llegó, Sirius abrio la puerta con una sonrisa.
–¡Dede! Vaya sorpresa–dijo sonriendo–, estaba preparando los regalos.
Blake suspiro.
Claro, Harry no le dijo ni una sola palabra.
–Sirius...
–¿Que ocurre?–dijo cuando vió su cara de preocupación.
–Harry...¿Harry no te mando ninguna carta que debas leer?
Sirius negó.
–No desde que los vi el otro dia ¿le pasó algo?
Blake negó.
–Harry no estara en navidad, se acaba de subir al expresso de Hogwarts y se fue con los Weasley.
Sirius parecio en serio decepcionado, se sentó pesadamente en el sillon que solto polvo y pbservo los regalos que habia envuelto.
–Ese Harry....siempre haciendo lo correcto ¿no? Aunque no le agrade.
Blake rodó los ojos.
–No sabe decir no y luego dice que queremos controlar su vida–soltó Blake molesta.
Sirius suspiró.
–Bueno, sin duda Harry tenia una desicion complicada...
–No lo justifiques.
–No lo hago, estoy molesto. Los Weasley de verdad lo tiene comiendo de la palma de su mano, más la señora Weasley, Arthur no es asi–dijo Sirius–. Harry debió escribirme al menos.
–Le dije que lo hiciera, pero ya estaba muy molesto como para hacerlo.
–¿Se pelearon?
Blake asintió.
–Ahí me dijo que queremos controlar su vida.
–Deseo que Harry sea feliz, pero esos Weasley o mejor dicho, Ginny y Molly lo quieren solo por su beneficio, ya no les importa Harry–dijo Sirius–. Voy a ir a traerlo de las orejas!!!
–No puedes hacer eso.
–Claro que puedo, soy su padrino ¿verdad? O tambien va adecurme que no puedo opinar cuando veo que esta haciendo algo mal? Mi deber es corregir sus errores y devirle cuando esta mal algo. No dejare que lo usen solo por que creen que "les debe algo" la bondad no se paga Dedee.
–Solo lo pondras mas enojado–dijo Blake–. Es capaz de todo, esta loco.
–No hare nada tonto, pero no te preocupes Dedee, Harry no quizo venir con nosotros. Pero nos la pasasemos de maravilla.
Blake sonrió y asintió.
–Eso espero.
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El Elegido (Secuela del Olvido)
FanfictionHarry ha pasado un verano de lo más desagradable y preferiría miles de veces haberlo pasado con Blake y Sirius. Cuando se estaba dando por vencido de que algún día podría salir de aquella casa, sus plegarias se hacen realidad. Pero al salir se emp...