Capítulo 5: Salida.

1K 146 70
                                    

Jin Ling no tenía idea de cuando llegaron a este punto, durante los ocho meses de su cortejo con Lan JingYi, reforzaron mucho su relación, llegando a un fuerte anhelo por compartir el resto de sus vidas juntos. Por eso se encargó de preparar lo necesario, y más, para traer a Lan JingYi al clan Lanling Jin. Claro, no le menciono nada porque estaba seguro que JingYi abriría la boca antes de tiempo. Solo su tío estaba enterado. Y sus personas de confianza, quienes le ayudaron a preparar los trajes de boda y el resto de artículos necesarios.

Luego de entregar los regalos de boda a Gusu Lan, empezó a sentirse nervioso, no dudaba de su amor a JingYi, simplemente temía no poder protegerlo de los ancianos de la secta, de los cuales no podía deshacerse sin las pruebas necesarias.

Tres meses después de enviar los regalos esponsales y tres días antes de la boda, Lanling Jin recibió la dote de la "novia". Ahora estaba más nervioso, ¿Y si a JingYi no le quedaban las túnicas que envió a confeccionar? ¿O si se arrepentía a último minuto? No dudaba de él, pero los nervios por la que sería su boda lo estaban carcomiendo. Era joven después de todo. Era normal tener nervios.

Con el tumulto de sentimientos, el día de la boda llegó.

—¡Ugh! Creo que voy a vomitar.

—¡Jin Ling! ¡Ni se te ocurra vomitar en tu boda!

...

En los Recesos de las Nubes.

—¡Ah! ¡No podré ver a JingYi hasta que termine la boda! —el dramático lamento de Wei WuXian se escuchó.

—¿Por qué no podrá verlo, Mayor Wei? —cuestionó Ouyang ZiZhen.

—¡Porque las tías y cuñadas no pueden ver a la novia el día de su boda!

—¡Pero usted es hombre! —respondió en shock.

—¿Hmm?... ¡Ah! ¡Tienes razón! ¡Vamos! Lan Zhan y A-Yuan están con JingYi.

Salieron de la sala en la que se encontraban y vieron a todos organizando la caravana que entregaría a la "novia" en Lanling en unas horas. Llegaron a la habitación de Lan JingYi, que se encontraba bastante silenciosa. Compartieron miradas y abrieron la puerta, adentro de la habitación, Lan WangJi y Lan SiZhui se encontraban de pie a un lado de Lan JingYi, quien llevaba sus rojas túnicas nupciales. Este último se encontraba de espaldas a la puerta, y al sentir el movimiento se giró.

—JingYi, ¿estás bien? —preguntó Wei WuXian al ver la palidez del otro.

—... siento que voy a vomitar.

—¡No sobre las túnicas! —exclamó Ouyang ZiZhen. —¡Estoy seguro que valen más que todo lo que hay en tu habitación!

No lo decía por molestar a JingYi. Pero... Si. Todos recordaban el día de la entrega de los regalos de boda. Esos que decían que el Clan Lanling Jin se estaba quedando sin dinero no sabían de que hablaban. Era obvio que seguían nadando en riquezas. Y como no, Jin Ling, el Líder de Secta, quien fue mimado por Jin GuangYao y Jiang Cheng, no tuvo reparos con los regalos de boda. Y entre ellos, naturalmente, venían las túnicas nupciales que Lan JingYi estaba a punto de arruinar.

Sin embargo, antes de que dijeran otra cosa, un discípulo anunció: —Ya estamos listos, salimos en media hora.

—JingYi, no estés nervioso. Estamos contigo. —SiZhui coloco una mano sobre el hombro de su amigo y le sonrío de forma tranquilizadora.

Lan JingYi recorrió con su vista a todos los presentes. Estaba feliz, todos lo estaban apoyando.

Se acomodó el velo y con paso tranquilo salió seguido por todos. Llegaron al lugar de espera, donde estaban aguardando a que subiera al sedán que lo llevaría al lugar donde uniría su destino con la persona que ganó su corazón.

Los nervios dieron paso a la absoluta sorpresa cuando, en la distancia, vio una figura familiar acercarse. No solo él, todos, se quedaron conmocionados al ver dicha persona, con sus túnicas revoloteando debido a las ventiscas que trajo consigo el otoño, la cinta de su frente perdiéndose en su cabellera. Claro como el hielo y limpio como el jade. Recordándole a los presentes que este es el Primer Jade de Gusu Lan. Líder de Secta, ZeWu-Jun.

—Hermano.

Tan perdidos en su ensoñación que no repararon el momento en que los Jades Gemelos se encontraban frente a frente.

—WangJi.

—XiChen. —Lan Qiren venia de organizar los últimos pendientes que tenía antes de partir. No esperaba ver a su sobrino, que se suponía estaba en reclusión, siendo el centro de las miradas.

—Tío, sé que no es lo ideal salir de mi reclusión sin dar previo aviso. —Lan XiChen hizo una reverencia antes de levantarse, con una mirada llena de determinación y continuar, —Pero, no puedo perderme la boda de mi hijo.

Jadeos sorprendidos se escucharon en el lugar, dirigieron sus miradas a Lan JingYi, aunque el velo cubría su cara, el movimiento de sus hombros sumado a los pequeños hipidos que se escuchaban, dejaban en claro que la persona bajo el velo se encontraba llorando.

Lan XiChen se acercó, con suma delicadeza sostuvo las manos de JingYi entre las suyas. Sonrió con dulzura y dijo:

—A-Yi, sé que no estuve en el momento adecuado, pero me alegra que encontraras una persona que esté dispuesta a compartir su vida con la tuya, que te quiera de la misma manera que tú la quieres y, sobre todo, que aun rodeado de riquezas, demuestre que eres lo más valioso que alguna vez tuvo. Por eso, no dudes en seguir a tu corazón.

Con un nudo en la garganta, JingYi se lanzó sobre el hombro de Lan XiChen y dio rienda suelta a sus emociones. Lloró unos minutos y se separó del abrazo. Con una expresión renovada, sonrió.

—Es bueno que estés de vuelta, padre.

Lan XiChen tomó su mano y lo guio al sedan. Pudo ser apresurado, pero Lan XiChen no se arrepintió el haber dejado repentinamente su reclusión sin anunciarlo antes. Ver al niño que vio crecer ir en busca de su felicidad era algo que no tendría oportunidad de ver si se quedaba en el encierro. Iría al lugar que albergaba recuerdos dolorosos para él, pero aun no daría marcha atrás.

Así, con sorpresas, con el emotivo reencuentro de un padre con su hijo y con una que otra lagrima derramada por los presentes, se dirigieron al lugar de la ceremonia. Torre Koi, Lanling.

Regálame Orquídeas [LingYi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora