Regálame Orquídeas [LingYi]

Capítulo 2: La Novia

Lan JingYi sollozaba levemente contra el hombro de Jin Ling debido a lo feliz que estaba, hasta que recordó que Lan Qiren y Jiang Cheng seguían ahí.

Se separó tímidamente del abrazo de Jin Ling esperando un regaño de Lan Qiren por su comportamiento, pero no pasó nada. Confundido dejó que Jin Ling lo arrastrara a un asiento a lado suyo.

—Bien, ya que él está dispuesto, ¿a quién debería ir dirigida la carta de compromiso?

Lan JingYi seguía anonadado, las personas en la sala parecían hablar con naturalidad, como si ya hubieran planeado esto. Pero aun respondió a la pregunta hecha por Jiang Cheng.

—Para el Líder de Secta Lan, ZeWu-Jun.

Nadie pareció muy sorprendido por la respuesta, no era un secreto para ellos que Lan JingYi veía en Lan XiChen una figura paterna desde que lo acogió cuando se hizo amigo de Lan SiZhui y notó que sus padres habían fallecido y era cuidado por otras cultivadoras del clan.

Jiang Cheng sacó unas hojas, era la carta de compromiso, y escribió el nombre de Lan XiChen en el lugar del destinatario. Esta vez, Lan Qiren si pareció sorprendido cuando dijo:

—No venían a recibir un no por respuesta. Tenían todo preparado.

—En tres semanas es la Conferencia de Debate en Yunmeng. Lo anunciaremos ese día. —Las continuas palabras de Jiang Cheng siguieron sorprendiendo a los Lan, estas personas no venían simplemente a preguntar, ellos se lo estaban tomando en serio.

—XiChen no ha aceptado. —Su sobrino seguía en reclusión, incluso cuando él y WangJi lo visitaban no obtenían más que silencio por su parte.

—Si nos permite, queremos visitar al Líder de Secta Lan y pedir su consentimiento. —Dijo Jin Ling calmado, en estos últimos meses todo él había madurado.

Lan Qiren lo meditó un rato, era posible que su sobrino no de ninguna respuesta, pero nada perdían con intentarlo.

Tomando la decisión, guío a Jiang Cheng y a Jin Ling hacia el Hanshi. Lan JingYi por su parte, decidió volver al Pabellón de la Biblioteca. Donde encontró a Wei WuXian y Ouyang ZiZhen aun copiando las reglas. Lan SiZhui leyendo un libro, y esta vez, a su lado, se encontraba HanGuang-Jun. Todavía medio aturdido hizo un saludo y se sentó, en silencio.

Así pasaron unos minutos, minutos donde todos le dirigieron una mirada entre curiosa y preocupada, incluso Lan WangJi levantó la vista.

—JingYi, ¿estás bien? ¿Pasó algo? —SiZhui no pudo contenerse más y pregunto preocupado.

—Pellízcame.

—¿Eh?

—Pellízcame. Así sabré que no estoy soñando.

SiZhui le pellizcó con fuerza el brazo.

—¡Ouch! —JingYi se sobo el brazo. Había olvidado la fuerza del otro.

Entonces reaccionó.

—¿Hum? Entonces... ¡Jin Ling y el Líder de Secta Jiang en verdad fueron a presentarle la carta y los regalos esponsales a ZeWu-Jun!

Bueno. Ahora ellos eran los que estaban en silencio.

—¿Qué están haciendo que...? Espera... ¿Tu eres la novia, por qué no sabía de eso? —Por supuesto, Wei WuXian fue el primero en abordarlo con preguntas.

—Bueno... perdí. —Le dio una mirada a Lan WangJi y prosiguió. —Hicimos una competencia de quien aguantaba más el picante, pero perdí, y había sido mi idea. —El puchero en sus labios lo hacía ver adorable mientras se enfurruñaba con sus recuerdos.

Él tenía que ser el que dejara su secta, ya que Jin Ling era el líder de la suya. Pero no habían discutido quien sería la novia hasta ese día. JingYi propuso este reto ya que años comiendo alitas picantes lo habían ayudado a tolerar el picante. Claro, no contaba con que Jin Ling había crecido comiendo las comidas picantes de Yunmeng. Claramente perdió y se convirtió en la novia. Bueno, es menos trabajo para él.

—¡Pfff! No me sorprende que perdieras, Jiang Cheng soporta el picante casi tan bien como yo, mi Shijie era la que hacía esas comidas, Jin Ling tuvo que haberlo heredado. Además, las comidas de tu infancia se reducen a sopa de verduras insípida.

Wei WuXian hubiese seguido hablando, pero Lan WangJi le recordó: —Burlarse está prohibido.

—No me estaba burlando. Estoy hablando con mi nuevo sobrino. —sonrió mientras alborotaba los cabellos del menor.

—Entonces, ¿Jin Ling piensa oficializar el compromiso? —cuestionó ZiZhen.

—Mn, si el Líder de Secta está de acuerdo lo anunciará en la próxima Conferencia de Debate en Yunmeng.

—Por tu reacción y porque no habías dicho nada, voy a suponer que acabas de enterarte. ¿Qué dijo el viejo Qiren? —aventuró Wei WuXian.

—Cuando llegué Jin Ling me preguntó si aceptaba. El Señor los está llevando al Hanshi en este momento. —Lan JingYi aún no salía completamente de su trance, todo fue demasiado rápido para procesarlo.

—Espero que el cuñado acepte, aunque solo sea un asentimiento. —Wei WuXian se preocupaba por Lan XiChen, pero aun respetaría su deseo de estar en reclusión.

—Hermano estará de acuerdo.

Todos miraron hacia el jade.

—Lan Zhan ¿estás seguro? Confío en ti, pero el cuñado no ha dicho nada en los últimos meses. —Esto era cierto, ni siquiera recibían un asentimiento por su parte.

—Mn. Hermano quiere mucho a Lan JingYi. —Lan WangJi conocía a Lan XiChen de la misma forma que Lan XiChen conocía a Lan WangJi, por eso reconocía ese brillo en los ojos de su hermano cuando cuidaba de JingYi, era el mismo que tuvo en sus ojos cuando encontró a Wen Yuan y cuando le cambió el nombre por Lan Yuan, era la calidez que solo un padre le tiene a su hijo. Por eso estaba seguro.

—¡Bien! Ya que Lan Zhan lo dice entonces es... ¿Por qué estas llorando? —preguntó abruptamente Wei WuXian a Lan JingYi, quien tenía dos hileras de lágrimas recorriéndole las mejillas.

—Nada... es solo... estoy muy feliz. — terminó por contestar Lan JingYi con una gran sonrisa. Escuchar las palabras de Lan WangJi le hicieron recordar todas esas veces que Lan XiChen cuidó de él, cuando le acomodaba la cinta, cuando lo llevaba con SiZhui a jugar con los conejos, o lo feliz que se sintió en la ceremonia de mayoría de edad cuando de sus manos recibió la espada que lo acompañaría en sus aventuras. Ahora no podía verlo, pero cuando lo hiciera, lo abrazaría, le contaría todo lo que ha hecho y esperaría ver a Lan XiChen darle una palmadita llena de calidez y darle una sonrisa mientras le dice que lo hizo bien.

Parece que lo extraña más de lo que pensó. Pero esperara lo necesario hasta que decida salir de su reclusión. Después de todo, es su padre.