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Salí de mi cuarto a las tres con cuarenta minutos, durante todo el rato hubo un silencio sorprendente que pensé que YoonGi no estaba, pero me equivoqué cuando le vi medio dormido en el sillón largo y traté de hacer el menos ruido posible pero tal parece que mi respiración es capaz de escucharse como un rugido.

—¿Te vas? — Casi hace que me sobresalte del susto.

— ¿Ella sigue ahí? — Se levantó de donde estaba con un nido en el cabello, sacándome una sonrisa de segundos, dio un vistazo y me vio con preocupación.

— Es peor que un acosador. — Entonces seguía ahí y una paliza como mínimo me esperaba.

— Lo siento pero debo salir.

— HyeNi. — Me detuvo cuando estuve por abrir la puerta y claro que mi corazón que latía a mil por hora por la decisión de salir con el miedo de que Suzy hiciera un espectáculo, se detuvo y volvió a palpitar, pero ahora por la mirada de YoonGi y su aspecto adormilado. — Puedes llamarme cuando regreses, ya sabes, por aquí no es muy seguro.

— Gracias por eso. — Pero estoy apunto de salir y encontrarme con el lobo de "Caperucita Roja" o peor. 

— Y ella...

— Estoy rezando porque no haga un espectáculo. — Dicho eso me coloque una mascarilla que llevaba en las manos, para cubrir mi identidad, e inconscientemente le guiñe un ojo a YoonGi, quien sonrió un poco. — Pero si lo hace, lo dejare para ti.

— Que cruel.

— Deberías denunciarla. — Dije antes de abrir la puerta y toparme con la antes mencionada. Que no te vas a morir pronto. Pensé.

— ¿Tu quien eres?

— Alguien a quien no le interesas así que, aparte de mi camino. — No quería ser brusca pero ella no sé quitaba y no decía nada tampoco. — Y por si tienes curiosidad, acabo de escuchar como termina la llamada con el 112, después de hacerte tremenda denuncia, te recomiendo tomar tus maletas y salir de aquí.

— Tu no me dices que hacer.

— Pero la patrulla que viene sí. — Señale a la patrulla que justo iba pasando, ¿en que momento el universo se puso a mi favor?, debo estar muy agradecida de esto. Gracias universo.

— ¿Qué? — Se quejó, con su irritable voz y miró a YoonGi tal como yo, él se veía tranquilo y sonrió victoriosamente tal como yo cuando me dirigía al trabajo.

Básicamente sonreí victoriosa todo el día, incluso saludaba alegre a los clientes y doblaba las prendas de una mejor manera, que para mi lucia perfecta. Mi sonrisa y mi alegría en ese momento me cegaron, que no me percate de cuando alguien me sujeto desprevenida del brazo. Uno de los Jeon, el primero que menos toleró. JungKook.

— HyeNi, ¿estas tan feliz de saber que papá está cerca?

— ¿Qué?, ¿ha venido contigo ahora? — Borró la sonrisa falsa que le llenaba el rostro hace unos segundos y negó con la cabeza.

— Nos está buscando. — Bueno, si mamá, DalMi y yo parecíamos fugitivas, JungKook había sido un judas, que prefirió estar con el Señor Jeon, nuestro papá, a su favor, para después huir.

— Esto no es el juego de niños y ¿cómo que nos?— Recalque más mi ultima palabra.

— Pasa que hace un año que tampoco estoY con él.

— ¿Qué? — Claro que lo sabía, pero fingir que no es parte de su castigo.

— Si eso, vale, no te cabrees, pero ya nadie le tolera a ese cascarrabias que huele a anciano.

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