SESENTA Y CINCO.

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El grupo de chicos frente al escenario tocaba su mejor canción en aquél recital nocturno, cerca del río Han. Pero aún así, Jimin no podía mantener su mente despejada, porque no toleraba el ver esa expresión de tristeza reflejada en los ojos oscuros e inocentes de su mejor mejor amigo, por lo que, no podía evitar el preocuparse por él y mantenerse en alerta por si algo sucedía en el momento.

Había demasiada gente al rededor de ellos, tomando una distancia correcta, para no hacer un amontonamiento. A unos metros a su izquierda había un pequeño puesto de comidas y a su lado, otro de bebidas alcohólicas o sodas.

La noche era hermosa, con su calidez y la lenta brisa que hacia bailar su cabello. Sin embargo, se sentía sofocado, como si esto no ayudara, como si algo en su corazón le dijera que vuelva a casa y duerma pensando en su novio.

Taehyung y Jungkook se divertían demasiado o eso creía, hasta que vio el como Jeon mantenía su vista en el celular y sonreía como un idiota enamorado, mientras que Tae se ligaba a una chica a su costado, y esta se le insinuaba sin pena alguna.

Y Wonho estaba pegado a él como chicle, sonriéndole, tratando de entablar conversación con él, mientras que Jimin solo pensaba en cómo sería si YoonGi estuviera ahí, viéndolos con llamas en los ojos y deseos de robarle un beso en medio de las personas, reclamándolo como suyo, para llevárselo luego a su departamento y follarselo rudamente como castigo, por haber salido.

Pero YoonGi no estaba ahí, y eso dolía.

— Pensé que venir aquí podría lograr que despejara la mente, pero es imposible. -la voz de Seokjin le hizo voltearse a verlo, notando su mirada pérdida- Quiero ir a hablar con él. ¿Podrías decirle a los chicos que "lo siento"?

— ¿Estás seguro? -lo vio asentir lentamente, pero bastante convencido- Te acompañaré.

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Namjoon le arrojó a la cara una de sus grandes camisas, carcajeandose cuando YoonGi se quejó por ello, y comenzaba a quitarse el uniforme militar, por lo que se volteó rápidamente al ver su torso desnudo.

— Avisa antes.

— Como si no me hubieras visto desnudo. -sonrió cabizbajo, metiendo sus brazos por las mangas de la camisa, escuchando la risa de su amigo-

— Eso era cuando éramos adolescentes, y antes de saber que eras tan gay como yo. -escuchó el sonido del cinturón, así que prefirió no volver a voltear hasta que esté completamente vestido con las prendas que le prestó- Tengo una pregunta. ¿Por qué viniste aquí primero y no a tu departamento a ver a tu novio?

— Salí hace media hora del cuartel, y pensé que sería bueno sorprenderlo mañana. -lo escuchó decir- Quiero comprarle flores y hacer una bonita cena para los dos, pero si volvía a casa ya no sería una sorpresa.

— ¿Esa es tu recompensa por no haberlo llamado estos meses? -sonrió divertido, volteándose por fin al verlo colocarse unos zapatos que quedaban a la medida, y se sintió bien el haber ayudado a su amigo- Creo que eso no es suficiente..

— ¿Qué más debería de hacer? A Jimin le gustan los detalles pequeños; creé que son más valiosos que un collar de diamantes.

— Mm..-colocó su dedo índice y pulgar en su mentón, pensando muy bien qué iba a decirle, mientras que YoonGi se mantenía atento y curioso por saber qué más podría ofrecerle a su hermoso chico- Sexo.

— ¿Hablas en serio? -escuchó la carcajada del moreno y el como se arrojó a su cama, viéndolo de esa manera risueña, mientras que él lo veía con decepción- Vamos, Namjoon. Eres bueno dando consejos; no actúes como el tontito de Tae cuando se trata de amor.

Te Deseo|| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora