OCHENTA Y CINCO.

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Jimin notó como su novio había salido de la cocina, tan enojado como si humo saliera por su nariz y sus venas se marcaran ante la furia en su inferior. Entonces supo que algo había ocurrido cuando la menor volvió hacia la sala con una sonrisa de satisfacción en su rostro y se sentaba a un lado de su novio, tomándole la mano con tanta hipocresía que le molestaba.

— Debo ir al baño. Con permiso.

— YoonGi oppa dijo ir al baño. -confesó la menor de cabello oscuro, sonriendo al ver la seriedad con que Jimin la miró, disfrutando demasiado cuando lo vio sentarse de nuevo-

"Maldita perra".

YoonGi estaba que estallaba en furia. ¿Cómo podría esa idiota amenazarlo así? ¿Quién se creía que era para arruinar su plan y decirle a su padre lo que él debería de decir? No podía creer las agallas que aquella tenía hasta de acercarse descaradamente.

Esto no se iba a quedar así, porque mañana mismo él lo diría todo. Ya era momento de decirle a su padre... Que amaba a Park Jimin.

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Jimin entró a la habitación silenciosamente. Todos habían optado por irse a dormir justo en ese momento, algo extrañados de que YoonGi se haya adelantado a aquello, pero el de cabellos rubios sabía perfectamente que algo había ocurrido para que su amado saliera molesto de aquella manera.

YoonGi estaba sentado sobre la cama, aún con sus prendas y no en pijama. Se veía tan pensativo que logró preocuparlo aún más, por lo que se acercó a él y se sentó a un  lado, tomando la mano que yacía sobre la rodilla, y entrelazándola con la suya, dando una caricia en el dorso con su pulgar.

— Perdón por no quedarme abajo, es que..-mordió su labio inferior un tanto frustrado, soltando un suspiro después y sintiendo como su novio acercaba su mano derecha hacia su mejilla izquierda, para luego inclinarle el rostro para que reposara su cabeza en su hombro- Se siente bien tenerte conmigo.

—Siempre me tendrás, amor..-su voz melosa le hizo sonreír. Jimin acarició el cabello azabache de su novio, mimándolo de esa manera que tanto adoraba y lo adormecia, como un pequeño minino con su amo- Mañana volveremos a Seúl..

— Así es. -acercó la mano que estaba entrelazada a la suya hacia su rostro, dejando un beso en el dorso con tanta suavidad que lo puso nervioso- Mañana debo hablar con mi padre..

— Pase lo que pase estaré contigo, amor..

YoonGi sonrió dulcemente, alzando la mirada para encontrarse con la ajena. Acercó su rostro hacia el de su novio, y ambos cerraron sus ojos al darse un beso reconfortante, decidiendo que sería mejor prepararse para dormir, y aunque el azabache quería todo menos eso, tuvo que aceptarlo.

Al día siguiente ya se encontraban desayunando con los demás. Habían preparado sus maletas para regresar en la tarde, y YoonGi le pidió el favor a su amigo de ir a recogerlos en la estación, recibiendo una respuesta afirmativa por parte de Namjoon, por lo que dejó el móvil a un lado de su plato de panqueques que su madre había preparado y suspirando un tanto nervioso mientras ladeaba su rostro para observar a su novio a su lado, sintiendo después el como ha ia tomado su mano para tranquilizarlo.

Yeongsu los observó seriamente mientras bebía de su taza de café, decidiendo por dejar de observarlos cuando su hijo clavó su mirada en él, sabiendo que éste le hablaría.

— Quisiera hablar con usted. -pudo sentir el temblor en su habla, por lo que comprendió que era un asunto personal, pero cuando asintió y quiso levantarse para buscar un sitio más privado. YoonGi le pidió que se volviera a sentar- Quisiera decirlo frente a todos ustedes, si no le importa..

Te Deseo|| TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora