Los Alistair || COMPLETA ✔️✔️||

Capítulo 8

P.O.V. Lilura

ERROR.

Antes de que él pueda dar un paso más Riva ya lo ha tacleado causando que ambos terminen en el suelo de la cafetería con todas las miradas de los presentes sobre ellos.

Riva le arrebata su pudin de las manos  y lo señala amenazante con la mano desocupada.- Vuelve a tomar mi pudin sin consentimiento y te hare tragar un bote entero de pudin de v.a.i.n.i.l.l.a- dice deletreando lo último par mostrarle que su amenaza va en serio. Lance abre los ojos como platos.

Se pone de pie y le ofrece su mano al tacleado la cual acepta sin remordimiento alguno.

-Me lo merecía, lo siento.-
Riva solo asiente.

Y yo con una sonrisa divertida en mi rostro observo que los demás chicos están iguales excepto Zophie que lanza dagas con los ojos a Riva, sin que ella se dé cuenta, obviamente.

Mierda, esto de tener amores secretos no solo me jode a mi.

Me deslizo hasta el lado de Zophie y la codeo para que me observe  y asi darle una sonrisa de consuelo. Ella solo niega y se concentra en doblar la servillata como si su vida dependiera de ello.

Después todos continuamos con lo que hacíamos antes del intento suicida de Lance.

Una voz llega a interrumpir el tenso ambiente que se formo péro que al parecer solo yo noto.

Alan. El chico al cual Riva le salvo el trasero.

-Ah… hola.-saluda con visibles nervios y como no tenerlos si al escucharlo todos concentramos nuestras miradas en él.

-Hola.-le saludo yo con una sonrisa a sabiendas de que nadie va a responderle.-¿Te puedo ayudar en algo?-cuestiono.

-No, bueno si, pero no. Mierda.-responde tan nervioso que empieza a incomodar. Luego de unos según por fin nos observa con un poco de confianza al ver que no mordemos y habla.-Queria invitarlos a una fiesta hoy, es en casa de uno de mis primos. Mírenlo como un agradecimiento a Riva por lo que hizo por mí.-

¿Una fiesta?No estaría mal pero la que decide es Riva ya que es ella la responsable de esto, además es nuestra niñera, la adulta del grupo.

Además es viernes, una fiesta no haría mal.

Todos dirigimos nuestras miradas a ella quien nos la devuelve. Rueda los ojos y observa a Alan.

-Cuenta con nosotros.-dicho esto Alan nos agradece y dice que espera vernos ahí para luego irse.

El timbre suena indicando que es hora de volver a clases. Luego de eso todo transcurre normal hasta que es hora de irnos.

Al llegar a casa Riva va directo a la cocina con Lance y Leya siguiéndole.

Yo me decido por subir a mi habitación. Siento que alguien me sigue así que miro por sobre mí hombro encontrándome con Sahiro. De forma inmediata me pongo algo nerviosa.

Así que prácticamente me cago en el mundo cuando me tropiezo con el último escalón. Espero el impacto de mi cara con el suelo con los ojos cerrados, pero este nunca llega en cambió, lo que siento son unas manos rodeando mi cintura.

Sus manos.

Las de Sahiro.

Me encuentro con sus penetrantes ojos grises que observan con preocupación los míos.

-¿Estas bien?-me interroga causando que vaya en busca de la voz que por un momento perdí.

-Eh...si, estoy bien.-respondo. Una eternidad es lo que siento las manos de Sahiro en mi cintura y es ahí cuando decido separarme logrando una distancia considerable para luego rascar mi nuca.

-Ire a prepararme para la fiesta, hay chicas a las cuales seducir.-dice Sahiro con su lado gilipollas.

-Vale.-digo adoptando un tono de seriedad, dar la vuelta y encerrarme en mi habitación sin esperar respuesta.

Mierda, llorar sería la opción más viable pero no seré una ridícula llorando por alguien a quien no le interesó de la misma forma que él a mí.

Así que pienso ir a esa fiesta, bailar con mis chicas y beber.

Porque Sahiro, yo no lloró por patanes.

(...)
P.O.V.  Zophie

¿Alaska o el desierto más caliente de todo el mundo?

Ambas son opciones tentadoras para dejar a Riva a su suerte, es que ella llevándose asi de bien con Lance me hace pensar que quiere algo con él y como la cobarde que soy quedarme callada planeando su muerte de mil maneras diferentes es lo mejor que puedo hacer.

-Lance.-escucho a Riva llamar a él antes nombrado. Aparto mi vista de la ventana para observar a los dos nuevos besties sentados uno junto al otro.

-Si, chefsita.-atiende Lance con una sonrisa.

-En la fiesta te reto a bailar de forma seductora con...-y el nombre de la chica queda en el anonimato ya que Riva se encarga de susurrarle muy cerca de la oreja a Lance.

Mierda, ahora tendré que soportar a otra arrimada.

¿Qué mal he hecho yo al mundo para que me pase esto a mí?

-Ninguno.-

Dice una voz en mi mente y no, no es mi conciencia. Es Lilura.

- Deja de leerme los pensamientos MUJERTZ.-

-Lo lamento, pero has estado muy distraída todo el día quería ver si todo estaba bien.-

-Ah, apreció tu preocupación pero es que Riva me toca los cojones que no tengo.-

- Tranquila, no creo que ella quiera algo con Lance pero si tanto dudas deberías decirle que sientes algo por él para que no busque más formas de morir.-

Me carcajeo ganandone miradas de confusión por parte de todos excepto Lilura que ríe de mí.

Después de eso llegamos a la fiesta y todos bajamos del auto. He de admitir que todas nos miramos sexys gracias a Leya que hizo el trabajo de acesora de modas.

Lilura viste con un top de cuero con terminación en v que tapa su ombligo pero deja a la vista los lados, una falda roja pasión al igual que el color de sus labios, botas negras hasta la rodilla acompañan el conjunto y su cabello está suelto a excepción de la coleta a mitad de su cuero cabelludo.

Riva viste un vestido arriba de la rodilla verde militar que se ciñe a su cuerpo junto a una chaqueta blanca, unos tacones blancos y una coleta alta con mechones rebeldes escapando de ella.

Leya lleva un vestido negro escarchado corto ceñido al cuerpo y unos tacones plateados con su cabello suelto.

Y yo, bueno, llevo un top azul eléctrico, falda blanca con unos tacones negros y mi cabello está arreglado con unas trenzas francesas cortesía de Lilura.

Para que mentir, nos vemos asombrosa y hermosas.

Como si de una película se tratase todas entramos en línea camino al interior de la casa con las miradas de todos en la fiesta sobre nosotros.

Será una larga noche.