Capítulo 26

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P.O.V. Beleck

Abrí la puerta de un tirón dejando a mis guardaespaldas en el pasillo que daba a mi departamento y la cerré de un portazo sin dejar de besar a Michelle.

Desde que la vi sentada en el restaurante, altanera, mostrando los cojones que a su cita le faltaba, me tenía excitado. Pero no quería acelerar las cosas aunque tuve suerte cuando ella fue la que dio el primer paso besándome. Lo raro fue que ese beso me fue familiar pero aleje esa idea de mi mente y le ofrecí ir a mi departamento.

Y aquí estamos entrando a la habitación principal mientras ella se deshace de mis pantalones y yo de su vestido. Se mira sexy con él, pero las vistas son mejores sin él. La empujó suavemente dejándola a los pies de la cama mientras la repaso con la mirada.

Su castaño cabello cae sobre las copas del sujetador negro con encaje que transparenta sus pechos, bajando la mirada uno se encuentra su plano abdomen por el cual se asoman algunos cuadritos signo de que hace ejercicio y bajando más allá de su vientre una braga igual al sujetador se da lugar. Elevó mi vista después de admirarla y me encuentro con su mirada lujuriosa, su cabello algo revuelto y con que está mordiéndose en labio de abajo.

No es sólo sexy, es hermosa.

-Antes de comenzar tengo una sola regla.-le informo como voz baja pero ronca por la excitación mientras quitó mi saco y empiezo a desabotonar mi camisa blanca. Ella observa cada uno de mis movimientos.-Me gusta hacerlo con la luz apagada.-le informo sin quitarme la camisa porque sino verá las cicatrices en mi pecho, le pueden asquear y en otra ocasión la hubiera enviando a casa porque no le ruego a nadie, pero a ella no pienso dejarla ir hasta hecerla mía.

Ella me sonríe mostrando su blanca dentadura.-No tengo problema con ello, ahora apaga la luz y ven a la cama.-me ordena y gustoso sigo sus órdenes.

Al apagar la luz la habitación queda iluminada por la luz lunar pero no es suficiente para ver mis cicatrices. Al retirar mi camisa quedó completamente desnudo y la observó a ella retroceder casi llegando a la cabecera cuando me acerco apoyando una pierna el el colchón.

-Eres hermosa.-le digo sin poder evitar que esas palabras salgan de mi boca y la besó antes de que  me responda. El beso es más bien un baile en el que nuestras lenguas se mueven al compás de nuestros labios.

Elevó mis manos para quitar su sujetador aún sin dejar de besarla. Me encuentro con unos pechos del tamaño perfecto que causan que me separé de sus labios para besarlos.

Esto le saca un gemido seguido de otro cuando bajó a sus bragas haciendo volar estás mismas. Ella abre sus piernas recibiendome y yo me introduzco en ellas besando su depilada vagina. La siento tomar mi cabello con fuerza mientras gime y se arquea ante mi toque mojándose más.

De repente me aparta subiendome hasta sus labios donde me besa con fervor, aún sin ella haber llegado a su orgasmo. Ya no puedo, necesito penetrarla.

Estiró mi manos en busca de la gaveta de la mesa de noche para tomar un condón cuando Michelle toma mi mano y me hace verla con una ceja enarcada que ella no logra ver.

-Uso anticonceptivos, no hay necesidad de condón.-informa y es todo para que la vuelva a besar pero esta vez tomando con una de mis manos mi miembro guiandolo a sus entrada. La penetró de golpe porque a mí me gusta duro contra el muro. Ella grita, pero no de dolor por lo que me dice su expresión, logro ver con claridad cada una de sus expresiones ya que mi vista de halcón me lo permite ya que soy un cambiaformas de linaje antiguo.Le gusta duro y sin compasión.

Esta mujer me va a matar.

La penetró duro, gimiendo junto a ella. Sus piernas se enredan alrededor de mi cintura para profundizar el toque. Lo único que se escucha en la habitación son nuestras respiraciones entrecortadas acompañadas de gemidos, el sonido de nuestras partes chocar y el tintineo de la cadena en que portó: el collar de los colmillos blancos, herencia familiar y poderoso. Jamás me lo quito por lo importante que es para mí y por su forma tan peligrosa de usar si alguien así lo quiere.

-Beleck-gime mi nombre mientras la siento llegar a un orgasmo que acompaña con un grito, mientras yo estoy por llegar. Me observa y atrae su rostro al mío y me besa de forma tan suave que hace que me venga.

-¡¡Ah!!- gimo y dando unas estocadas más me separo cayendo a su lado en el colchón.
Siento sábanas que ella pone sobre mí y luego imita mi acción. La observó de perfil tratar de normalizar su respiración.

-Eso...fue... increíble.-me comunica y eso alimenta mi ego. La atraigo a mi dejando que use mi brazo de almohada y la besó sintiendo la excitación volver a mi al parecer ella lo nota. Al separarnos me sonríe.-¿Segundo round?-cuestiona.

Yo sonrió como el gato de Alicia.-Segundo round.-afirmo y la arrastró bajo las sábanas a lo que ella ríe.

(...)

Según el reloj en la mesa de noche son las dos de la mañana cuando voy al baño que hay en la habitación poniendo cuidado en no despertar a Michelle que dormía abrazada a mí luego de haber hecho el segundo round.

No me molestó en vestirme y hago mis necesidades antes de entrar a la ducha para limpiar los restos de sudor entre otras cosas. Hago esto aún sin quitarme la cadena que porta el dige que parece ser de plata cuando es de otro material difícil de pronunciar.

Estoy bajo el chorro de agua helada cuando escucho la palanca del inodoro ser bajada así que supongo que es Michelle. Cuando siento que se ha ido salgo de la ducha quedando helado al ver a Michelle de espaldas y desnuda.

Pero no quedo helado por eso, o por mis cicatrices, sino por la de ella.

Justo en el centro de su espalda, siguiendo en camino toda su columna vertebral.

Pero...¿Qué le pasó?

Los Alistair || COMPLETA ✔️✔️||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora