XII. FINAL DE BAJO TERRA.

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    —¡¿QUÉ rayos hacen aquí? ¿Cómo nos encontraron?! —preguntó Amper, sorprendido y asustado.
    —No fue difícil, el traje que usas tiene un rastreador satelital; no creerás que Sloan te lo dió de buena fe —se burló Capitán Steve, avanzando.
    »Por un momento perdimos el rastro, algo lo mantuvo bloqueado. Sospecho que fue tu electricidad. Pero ya estamos aquí y venimos por ella —declaró, señalando Venin.
    —¡No, déjenla en paz! Tomen la sangre y váyanse —gritó Jeux, arrebatando la jeringa a Amper y lanzándosela al rubio de capa.
    —¿Crees que nos importa ésto? —replicó el líder de los Stars, atrapando el tubito de plástico—. La sangre fue un pretexto para que nos trajeran hasta aquí; E.L.I.T.E. quiere a la criatura y se la vamos a llevar.
    —¿No se supone que los Stars fueron creados para proteger a las personas normales de los mutantes malos? ¿Cuándo terminaron en convertirse en instrumentos de E.L.I.T.E? —preguntó Girlnastic, quien, igual a la mayoría de los p.demos, sentía desprecio de aquella organización.
    —Vaya, ¿quién es éste primor?
    »Te diré algo, preciosa, me encargo de ese fenómeno y te invito a salir; hasta dejaré que me tomes la mano en público... Y algo más en privado —se presentó el arrogante rubio, guiñando el ojo.
    No era extraño su comportamiento. Las masas femeninas se habían encargado de inflarle el ego durante años; a estás alturas se sentía un verdadero Dios encarnado.
    Charo se molestó por el comentario, y por la cercanía del tipo que incomodó a la gimnasta; así que se interpuso entre ellos.
    »Wow, si que eres feo; no te pierdas campeón, quizás luego E.L.I.T.E. te quiera a tí.
    —Escucha güerito, porqué no te vas y te llevas a tu rebaño de borregos contigo —dijo Charo, plantándose firme, frente al Capitán Steve.
    —¡No somos borregos, flacucho! —gritó Meteoro, enojado.
    —Sí lo son, me sorprende que respiren sin permiso —comentó Amper.
    —¿Y quiénes son ustedes? No recuerdo haberlos visto nunca —preguntó Stellar, mirando con extrañeza al inusual grupo.
    —¡Somos Five Force y si no se van, los vamos a..! —. Amper le tapó la boca a Jeux, impidiendo que siguiera hablando.
    —No queremos otro "Clash Way", así que mejor váyanse en calma —dijo el héroe del traje azul, riendo nervioso.
    —¿Qué te pasa chispita, tienes miedo de enfrentarnos? —se mofó Nebulon.
    —¡Tú ni siquiera estuviste! Te tardaste mucho para transportarte con portales; ¿acaso tuviste que pasar por aduanas para llegar a Whitehead? —insinuó Amper, frunciendo el ceño.
    —Ya basta, seamos buenos. Nadie quiere pelear aquí —declaró Shine miss, deteniendo a su compañero.
    Era tan valiente y considera; Amper se enamoraba más a cada momento.
    »Sólo déjenos llevar a Venin y nada pasará con ustedes... ¿Cómo se llamaban, Fail Force?
    Y hasta ahí llego el enamoramiento; vaya forma de cortar la melaza de un amante.
    —¡Basta de palabras, vamos Stars! —ordenó su líder.
    Entonces Nebulon uso su poder, de sus manos salió una nebulosa rojiza que alcanzó a Venin; "congelándola" en su lugar.
    Fue que Amper estiró su mano y proyectó un orbe eléctrico, atacando al sujeto de capa roja. Éste salió proyectado contra Shine miss, perdiendo la concentración que tenía sobre Venin.
    Al verse libre, la dama araña saltó al techo, ocultándose.
    —¡Amper, dijiste que no sería como el "Clash Way"! —reclamó Girlnastic.
    —¡Yo no fuí, no pude controlarlo! ¡Fuiste tú, Jeux!
    —Claro, no podemos dejar que se lleven a Venin; tenemos que ayudarla.
    »Somos los buenos, los héroes —dijo el niño.
    Antes de que Amper dijera algo, Nebulon se acometió contra él y montado encima, comenzó a golpearlo con fuerza.
    Charo no permitió la agresión a su compañero y de un golpe certero, retiró al joven de la capa roja. Acto seguido, Meteoro embistió al charro por la espalda; entonces Jeux se metió al conflicto, saltándole como un chacal rabioso.
    Para bien o para mal, la pelea era a puño limpio; sin embargo quedó evidenciado que ninguno, con excepción de Charo tal vez, eran algo sin sus poderes.
    —Es patético, pero son hombres —dijo con resignación Shine miss.
    »Pues pareces ser la única con cerebro. Toma a tus tres "niños" y llévatelos. No querrás que las cosas se pongan feas, yo sé lo que te digo.
    —¿Para que quieren a Venin? —preguntó Girlnastic.
    —Eso no te importa, mejor obedece o cuando acabemos con ustedes, no quedará nada más que la sangre de tus ineptos amigos esparcida por todo el suelo —declaró la rubia, sonriendo.
    Era la típica muchacha pretenciosa, que se sentía intocable e invencible; de esas que se sienten empoderadas por ser mujeres, sin ganarse el titulo.
    De esas que Girlnastic detestaba.
    De repente, una llamarada iluminó la caverna, y un grito llamó la atención de las muchachas.
    —¡Me quemaste, tonto! —reclamó Nebulon.
    —Lo siento, creí que eras Amper —se disculpó el niño encendido.
    —¡Ah traidor infeliz! ¡¿Quieres poderes?! ¡Turn on! —rugió el héroe del traje azul, encendiendo su cuerpo.
    —¡Ouch, no me ayudes compadre! —comentó Charo, que fue impactado por la descarga de su compañero.
    —¡Basta ya! —gritó Capitán Steve, estrellando su puño contra el suelo.
    La fuerza cimbró el recinto y el impacto separó a los cinco, lanzándolos en distintas direcciones.
    »Si van a matarse, háganlo bien; no pierdan tiempo en estupideces —reclamó.
    Acto seguido, sin que nadie lo esperara, Venin cayó de la oscuridad y mordió al arrogante rubio en el cuello; éste gritó, antes de quitársela de encima.
    La dama araña giró por el suelo y se incorporó como si nada.
    —Va-t'en! —chilló Venin, mirando con rabia al líder de los Stars.
    —¡Maldita, te destruiré! —amenazó, doliéndose del cuello; donde le faltaba un trozo de carne.
    El rubio encendió sus ojos detrás de su visor negro y poco a poco, la herida empezó a cerrarse hasta desaparecer. Amper lo miró con asombro, al tiempo que sentía una energía emanar del él; Capitán Steve no sólo absorbía la energía, sino que también la usaba para curarse a sí mismo.
    —¡Amper, no dejes que le hagan nada! —chilló Jeux, levantándose maltrecho del suelo—. Por favor.
    El de traje azul no intentó siquiera adivinar los motivos que incitaban al niño a defender a Venin con tanta devoción. Sencillamente se puso de pie y se plantó firme.
    —¡Steve, aléjate de ella! —ordenó—. No puedo hablar por mis compañeros, pero si quieres llevarte a Venin tendrás que matarme primero.
    —¡Ja!, recuerdo que la última vez me huiste igual que un bebé asustado.
    »Pero te daré gusto; será uno contra uno —declaró Capitán Steve, feliz de poder cobrar venganza contra aquél que lo volvió un házmerreir ante el mundo.
    —No, somos dos —dijo Jeux, situándose a lado de Amper.
    —Mejor cuenta tres, güerito —agregó Charo, parándose a la izquierda de su equipo.
    —De acuerdo, no me presionen; también me uno —comentó Girlnastic, con desencanto. Aunque sentía un poco de temor por la pelea, no quería que dañaran a sus compañeros; a esos tres tipos raros que acudieron a defenderla sin pensarlo dos veces.
    Venin también se unió al grupo. No tenía que hablar español para saber que los cuatro individuos estaban dispuestos a defenderla; no los dejaría solos.
    —Vaya, así que ya son cinco; pues también somos cinco —declaró Capitán Steve, que pronto fue rodeado por su séquito.
    »Esto es mejor que el "Clash Way"; me muero por saber el desenlace.
    —¿Qué les parece si lo hacemos de uno en uno? Una especie de torneo, quién gane tres combates se lleva a la criatura —sugirió Nebulon.
    —Ay sí, chucha ¿y tus calzonsotes? ¿Y nos darán un trofeo? —se burló Charo.
    —Entonces podemos hacerlo a lo loco y destruir toda la cueva; ¡me encanta destruir! —gritó Meteoro, lanzando llamaradas de sus manos.
    Capitán Steve le dió un zape.
    —Qué no se te olvide que la cuidad está encima de nosotros; hay que ser prudentes, dentro de lo que cabe —dijo éste—. Me parece bien la idea de Nebulon, así Amper no podrá quejarse de que son cinco contra uno.
    »Elijan un rival.
    —¡Yo quiero patearle el trasero al mocoso! —pidió Meteoro.
    —¡Tonto, yo te lo patearé a tí! —respondió Jeux, sacando la lengua.
    —¿Y que hay del resto de ustedes? Vamos, tienen la ventaja de elegir ahora —rió Capitán Steve, creyéndose invencible.
    Era una idea un tanto extraña, sin embargo hacer un ataque masivo podría derrumbar la caverna, y con ello una parte de la ciudad; no tenían otra opción más que aceptar la propuesta.
    —Pues no hay mucho de dónde escoger. Tú eres un patán —dijo Girlnastic, señalando al rubio—, el otro es extraño, parece un friki. Supongo que lo más justo sería chica contra chica, ¿no lo crees, Shine miss?
    —Suena a un desafío... Pues acepto querida —respondió ella, fingiéndose coqueta.
    —Supongo que me toca la imperfecta, es la única chica entre ustedes —declaró Stellar, molesta de elegir al último.
    —¡Ya qué! supongo que el güerito querrá perder ante Amper, así que me toca el friki —comentó Charo, con resignación.
    —¡¿Porqué me llaman friki, carajo?! Mi cabello es así por mi mutación —argumentó Nebulon, furioso por el calificativo.
    Los duelos estaban anunciados; con solo dos peleadores, sería más fácil contener la letalidad de sus poderes.

RIÑA CALLEJERA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora