LAS luces de emergencia inundaban toda el área del generador con un tono rojo brillante. Las puertas estaban selladas por una especie de mecanismo de seguridad automatizado y la corriente había sido cortada. De no ser por Honakai, quien esperaba a su lado, sería imposible escapar de aquella habitación.
—¿Cómo crees que les esté yendo a los otros? —preguntó Amper, recargando su mano sobre el generador. Así, en caso de encenderse de nuevo, podría cargarse.
—Sé que estarán bien, no quiero sonar pretencioso pero los entrené yo —declaró Honakai, riendo.
Amper no entendía cómo podía estar tan tranquilo. Desde que entraron en el cuarto del generador no habían recibido noticias de ningún tipo. Según el plan de Michael, los canales de comunicación se abrirían una vez que los equipos estuvieran fuera de peligro, y hasta entonces sólo había silencio.
Sin mencionar que ningún agente de seguridad de Whitehead fue a recibirlos, sencillamente los habían ignorado igual que un par de moscas.
Tanta tranquilidad era desconcertante.
—¿Qué harás cuando esto termine? —. Amper trataba de ocultar su inquietud con una conversación, de lo contrario comenzaría a sudar y afectaría sus poderes.
—Seguir al frente del Dojo, ¿qué otra cosa sino? Ayudar a los demás es algo que me produce mucha satisfacción, y me da lo suficiente para vivir —respondió Honakai.
»La verdad es que tú me preocupas un poco; ¿planeas seguir en el negocio de la televisión por cable? No es que sea malo, pero no siento que te guste.
—No, mas no sé qué hacer; tengo la preparatoria y yo quiera ser un súper héroe, lástima que no sea rentable —respondió Amper, ahora no sólo inquieto sino decaído.
»Nunca planeé otra cosa para mí futuro; siento que estoy en un callejón sin salida.
—¡Así qué es eso! —exclamó Honakai, como quien acaba de entender algo muy obvio.
—¿Es el qué?
—Tú no tienes miedo de que la misión falle, al contrario temes que salgamos victoriosos; no porqué estés en contra, pero sí por miedo al futuro.
»No sabes que harás en un mundo sin E.L.I.T.E. ni Sloan —dedujo Honakai, muy inteligentemente.
Amper bajó el rostro, sin responder; existía algo de verdad en eso. Comparando su vida con la del resto, él era el único con un destino incierto. Charo y Girlnastic tenían carreras prometedoras. Boy Soldier, Eva, Honakai y Zorn contaban con empleos rentables. Chanehque era un personaje importante en su tierra y Jeux podría ser cualquier cosa que quisiera.
Quizás Venin quisiera un compañero para cuando volviera a las profundidades de la ciudad.
»No temas, eres inteligente; sabrás que hacer.
—¡No, no sé qué hacer; jamás me construí un propósito! —reconoció Amper.
Durante su juventud, pensó que era invencible, e incluso superior al resto de la humanidad. Sólo un 8% de la población mundial, quizás el 10%, eran p.demos; por algo Dios, el destino, el karma o cual fuera la fuerza misteriosa que se eligiera, seleccionó una minúscula parte de la humanidad para evolucionar... Y él era parte de ese selecto grupo.
No obstante era una simple minoría. El mundo en nada había cambiado con la presencia de los súper humanos, al contrario los obligaron a ocultarse de los medios, de las redes, de la propia vida; ¿De qué servía tener poderes si no puedes usarlos?
Amper estaba atrapado, no tenía más opciones que seguir; hasta hace unos meses tenía un propósito claro, destruir a E.L.I.T.E. y acabar con su presidente William Sloan, sin embargo, ahora que veía esa meta tan cercana, le daba pánico pensar en que pasaría después.
La vida sigue, y seguirá; pero no tenía un plan para ello.
¿Cómo continuar con el futuro, si no sabía hacer nada más que controlar sus poderes? ¿Qué empleo podría conseguir?
—Si lo deseas, puedes ayudarme en el Dojo; no puedo pagarte mucho, mas no te faltaría techo y comida —sugirió Honakai, intentando aclarar las incertidumbres de Amper.
—Siendo un fracasado, no sé qué podría enseñarles a los demás —contestó éste.
»Pienso que lo mejor para mí sería no salir de Whitehead, terminar junto con Sloan; al menos eso resolvería mis problemas.
—No eres un fracasado, mira formaste un equipo muy bueno...
—¡¿Y para qué?! ¡¿De qué sirve luchar contra un tirano y una malvada corporación qué no le importa a nadie?!
»El mundo no terminara porque E.L.I.T.E. se caiga a pedazos —. Amper quiso llorar, sin embargo se contuvo; había aprendido a hacerlo, luego de descubrir que eso lo debilitaba sus poderes.
—Quisiera tener el poder para ayudarte, no obstante la respuesta que buscas está dentro de tí.
»Todos tienen un propósito en la vida, el mio es ayudar a los demás; debes buscar el tuyo —dijo Honakai, calmado y sereno.
»Muchas veces para salir de un callejón sin salida, es necesario regresar al inicio y tomar otra ruta.
Amper meditó en lo dicho, aunque de forma parcial; al terminar la misión ya tendría oportunidad de pensarlo mejor.
—Aquí Charo, estamos bien; entrando por los andenes. ¿Qué sigue ahora? —preguntó, hablando por el intercomunicador.
—No sé, Boy Soldier es el hombre del plan —respondió Amper.
»Además, ¿que hacen en los andenes, no les tocaba la cocina?
—Surgieron inconvenientes, tuvimos que cambiar la ruta; estamos con Eva y el chico de cabello blanco —contestó Charo, intentando pronunciar el nombre de Chanehque: Iztacoyotl; pero ambos eran igual de extraños.
»Resulta que hay más p.demos por los pasillos de Whitehead; unos ALFA o algo así. Son muy fuertes.
—¿Quienes diablos son los ALFA? —preguntó Amper.
—Son un nuevo grupo de ataque creados por Sloan; si mis deducciones son correctas, nos enfrentamos a 4 de ellos —intervino Boy Soldier.
—2 —corrigió Charo—, ya hemos acabado con la mitad. Te oigo raro. ¿estás bien, oxigenado? —preguntó.
—Sí, sólo herido de un costado; acabamos de pelear con un verdadero monstruo —respondió Boy Soldier, riendo.
»En fin, parece que el protocolo de seguridad fue activado; lo más probable es que Sloan se encuentre en el área de contención, nivel C3.
»Es una fortaleza impenetrable, salvo para Honakai, quien podrá abrir un portal a través de la puerta; así que nuevo plan: nos reagruparemos en el generador, para llegar sólo sigan los señalamientos.
—¿Y cómo están Jeux y Zorn; alguien sabe? —interrogó Amper, preocupado por su pequeño amigo.
—Estamos bien y llevamos un prisionero con nosotros —rió Jeux, maliciosamente.
—¡No soy tu prisionero, yo decidí ir con ustedes; tonto! —se escuchó una voz exclamar, cerca del comunicador.
—¿Es Meteoro? —preguntó Amper.
—Sí, lo salvamos de un robot asesino que pretendía acabar con el mundo; según él, ALFA no es un apoyo de los Stars, sino un reemplazo —prosiguió Jeux.
»Son 5: Neuf Xa, Neuve Ax, Werebat, Protón y Dieu; éste último borrado ya del mapa.
—Nosotros terminamos con el Werebat, pero no sabíamos que era parte de ALFA —comentó Boy Soldier.
—Nadie sabía, sólo Dieu y Sloan; así como éste ignoraba que Dieu lo iba a traicionar —dijo Jeux.
—Pues los gemelos Xa y Ax tampoco estorbarán; tachénlos de la lista —anunció Charo.
»Asimismo Nebulon y Shine miss.
—Bien, Stellar se marchó; sólo queda uno de cada equipo, no podrán ser tan fuertes para detenernos —. La voz de Boy Soldier sonaba optimista, muy confiado en el resultado final.
—Me permito recordarles que, según mis cuentas, Capitán Steve es el miembro de los Stars que falta; el más fuerte del equipo —intervino Honakai.
»No será fácil vencerlo.
—Podremos detenerlo si todos lo atacamos en grupo; 10 a 1 ¿cómo podríamos perder..?
»¡Hey..! Suéltalo... No... Es mío... Hijo de la ch... —. Un ruido sordo se escuchó, igual a una caída.
—¿Jeux? —preguntó el equipo al unísono.
—No pueden hacerle daño, ni a ningún Star; yo puedo convencerlos de dejarles el camino libre —pidió Meteoro.
—Escucha, chaparrito, tus amigos no entienden de razones; son tercos como mulas y locos como cabras —contestó Charo, con su particular acento norteño.
»Yo lo intenté y no sirvió; lo siento mucho.
—Al menos déjenme intentarlo; por favor —suplicó Meteoro, resollando.
—Está bien. Seguramente Capitán Steve vendrá a buscar a Amper, de modo que tienen que apresurarse —aceptó Honakai, sorprendiendo a todos.
Él era el único que no se olvidaba que Meteoro era un niño, uno que creció con una percepción alterada de lo correcto y de lo que no lo es; sin embargo, mostrando entendimiento y compasión, no era tarde para enderezar su camino.
El cambio es posible, pero tiene que empezar por algún lado; la disposición de uno es nada sin la oportunidad del otro.
Honakai guardaba la esperanza de que este podía ser un nuevo inicio; no sólo para los Stars, sino también para ellos y para el mundo en general.
—Así lo haré, conozco Whitehead como la palma de mi mano; llegaremos en... —. De pronto la comunicación se cortó, emitiendo un sonido muy molesto de estática.
—¿Qué pasó? —preguntó Amper, quitándose el comunicador.
—Algo interfiere la señal; no estoy seguro, mas intuyo que no es nada bueno —contestó Honakai, preparado para lo que venía; presentía que el inminente enfrentamiento con Capitán Steve estaba más cerca de lo que pensaban.
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RIÑA CALLEJERA.
AçãoUna centésima parte de la población mundial ha desarrollado súper poderes por motivos desconocidos. En todas las ciudades se puede ver gente surcar los cielos, encender su cuerpo en llamas, leer las mentes y otras más habilidades sorprendentes. ...