Six

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Explicación

El universo en el que se desarrolla esta historia, se divide en tres mundos paralelos: Deorum, Grymma y Ödet.

Deorum: es el mundo normal sin quirks

Grymma: un mundo steampunk

Ödet: un mundo de tecnología avanzada

All Might es el Dios y el regente de todos ellos.

Dabi y Shigaraki estaban atados al cielo y eso incluye al cielo de los tres mundos.










Dabi suspiró, viajar entre los tres universos se estaba tornando tedioso. Grymma y sus máquinas de vapor se encontraban desesperadas por moverse, por dotar a las calles de grandeza y por someterse ante el poder de resortes y rostros metálicos, ¿Qué debería hacer? ¿Jugar con la mente de algún mortal? ¿Destrozarla? ¿Convertirla en polvo? De súbito, el macabro rostro de Shigaraki agitó su cerebro, devorando sus ideas y despedazando poco a poco sus pensamientos. Parpadeó, Tomura se encontraba lejos, en algún lugar de Deorum, ¿Por qué siempre aquel demonio macabro se olvidaba de la existencia de Grymma y ödet, los mundos paralelos más joviales y entretenidos? Bufó, ¿Debería recordárselo? Sonrió mostrando todos los dientes, o tal vez, ¿Debería unirse a él y juguetear con el hilo rojo del destino?

Chasqueó los dedos y de repente, una imponente guadaña de tonos rojizos apareció. Daba la impresión de estar viendo sangre, una cruel y despiadada arma fabricada de rubíes y forjada por el fuego azul del averno. Bajo la cabeza y el suelo empezó a gritar. Las piedras se resquebrajaron y con un leve movimiento de aquella hoz, un portal hacia Deorum se abrió. Dabi lo atravesó, sonriendo y arqueando ambas cejas al ver cómo Shigaraki observaba embelesado a los mortales. El demonio se acercó con lentitud, rodó los ojos y tocó el hombre de Tomura. Lo vio dar un respingo, ¿Qué mierda estaba viendo?

— ¿Qué quieres, Dabi? — Murmuró irritado. Abajo, All Might había hecho su aparición.

— ¿No te aburres de Deorum? — Le preguntó. Ladeó la cabeza y centro su mirada sobre los humanos y sobre el rey, ¡Oh! ¡El alma gemela de All Might pertenecía al tercer mundo!

— ¡Ah! ¡Había olvidado la existencia de Grymma y Ödet! — Dijo sorprendido — No tengo juguetes en ninguno de ellos — Aclaró. Su mente se regocijo al pensar en Izuku y Denki. Paulatinamente, se habían convertido en un buen par de especímenes. Deliciosos y desesperados especímenes. 

— Joder, ¡Sí que eres imbécil! El ocultador que te di funciona en los tres — Exclamó irritado, ¿Por qué no lo aprovechaba? Sin pensarlo, movió la guadaña y el lugar se oscureció.

La oscuridad se apoderó de las pupilas de Shigaraki, como si estuviese buceando en un abismo de penumbras. Inhaló y exhaló, ¿Por qué carajos siempre hacía lo mismo? Pestañeó, ¿Por qué cada vez que Dabi aparecía traía el tártaros consigo? Furioso, gruñó. El espectáculo estaba en su punto, ardiendo y embarcándose en un viaje de desesperación. Bah, Dabi podía irse a la mierda, ¿Qué haría All Might? Convertirse en policía fue una buena jugada, ¡Maldita sea, no podía ver nada! Al igual que el otro demonio, chasqueó los dedos. Sin embargo, esta vez no apareció una guadaña. En su lugar, se dejó ver una espada salpicada de caos y luz. Gruñendo, atacó, la filosa hoja y la hoz chocaron, produciendo un ruido salvaje y despiadado.

— ¿Qué quieres, Dabi? — Volvió a preguntar. Paulatinamente la oscuridad se desvaneció y Shigaraki soltó la empuñadura de la espada — ¡Déjame jugar! — Exclamó.

Al mismo tiempo, Dabi soltó la guadaña. Otro ruido sordo se robó el silencio y lo eliminó, ¿Qué quería? Ladeó la cabeza, ¿Jugar? ¡Claro! ¡Podría jugar con los conejillos de indias de Shigaraki!

Hilo rojo | KatsuDeku |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora