CAPÍTULO 3: BAILAR CON EL PODER EN LAS MANOS

1.4K 215 72
                                    






LAS RESPIRACIONES AGITADAS SE MEZCLABAN. Aleksander había tomado control completamente de aquel contacto y Skala disfrutaba de sentir su lengua explorando su boca con total libertad. Dieron un par de pasos hacía atrás inconscientemente terminando pegados a una de las paredes de la habitación. Sus manos se volvieron más libres sobre dónde tocaban.

Skala jadeó al ser elevada por Aleksander, usando como sostén su cuerpo y la pared detrás de ella. Los largos dedos del hombre comenzaron a acariciar su cintura para subir por los costados de su espalda hasta su cuello y volver a bajar en un ritual tortuoso. La pelirroja movía sus manos por el cabello del azabache, despeinado y clavando levemente las yemas de sus dedos en el cuero cabelludo de vez en cuándo. Cuándo una de las manos del Oscuro comenzó a deslizarse por su pierna desnuda con una necesidad electrizante, Skala jadeó su nombre.

El Oscuro se detuvo.

Sus ojos parecieron volverse más peligrosos de un segundo a otro, más demandantes. —Dilo de nuevo — ordenó mientras mantenía sus labios cerca pero sin tocarse. Skala sintió que se perdía de nuevo en aquel torrencial de emociones y deseo que no le dejaba pensar en nada más. —Skala, di mi nombre de nuevo...

—Aleksander — jadeó la joven. El Oscuro le besó para sonreír abiertamente en medio del contacto como si se estuviera complacido de oírla decir aquello. Cómo si de su boca hubiera salido la mejor de las melodías.  Sus labios bajaron descaramente hacía la piel desnuda de su cuello mientras su mano izquierda se volvía más atrevida, rozando la piel debajo del sencillo vestido de lino que traía puesto como pijama.

Skala cerró los ojos ante las sensaciones que le estaban atosigando, y fue consciente solo por unos instantes que no debería estar haciendo aquello. Aquella parte moral todavía fuertemente aferrada a ella le decía que estaba mal, que estaba pésimo desearlo de esa manera, pero su parte ingenua que predominaba no podía hacer otra cosa más que besarle. —Lo que pensaste...— su voz salió como un gemido ahogado de entre sus labios. Sentía que cada contacto que los labios del Oscuro tenían con su piel eran un torbellino de emociones. Sus habilidades parecían haberse envuelto mucho más fuerte entre sí, y si antes el tocarlo era un cosquilleo, en aquel momento era como una fuerte corriente electrizante recorriendole de pies a cabeza. —en la habitación durante el Baile de Invierno — aclaró con dificultad. —Tenías razón.

—¿Qué pensé?— el aliento del hombre chocó contra su cuello cuando se separó ligeramente antes de pasar su lengua por una zona sensible. Skala jadeó y llevo la cabeza más hacia atrás. Una de las manos del hombre se perdió finalmente entre sus piernas. Skala gimió ante el contacto que los dedos de Aleksander tuvieron con su centro por encima de la tela de su ropa interior. Aquel contacto que envió espasmos a todo su cuerpo.

Mordió sus labios con fuerza. Lo deseo, muchísimo.

El problema con desear — recitó antes de enderezar su cabeza y mirarle a los ojos. Las respiraciones agitadas parecían ser la única pista visible de lo que estaba pasando entre ambos. Gimió varias veces mientras le observaba antes de volver a hablar —es que nos hace débiles.

Aleksander sonrió de lado y fue Skala quién sostuvo con fuerza su rostro para plantarle un beso que le robó varios sonidos grotescos al azabache. Antes de lo que fue consciente, El Oscuro había tomado asiento en la extensa cama con ella encima. Skala abrió más sus piernas para quedar sentada sobre él y ambos volvieron al extenso ritual de descubrirse con el tacto. Los suaves pero determinados dedos del hombre comenzaron a recorrer desde la base trasera de su cuello hacía abajo. Danzaron sobre su espalda desnuda y bajaron por sobre la tela de su camisón para hacerse más demandantes cuando llegó a la parte superior de su trasero, y finalmente, jugaron con el dobladillo de la tela.

Skala sintió que los colores se le arremolinaban en las mejillas porque durante todo ese proceso, el hombre no despegó la mirada de sus facciones. La pelirroja ignoró su propia vergüenza para ser ella quién llevara sus labios hacía la mandíbula del Oscuro. La tersa piel del hombre hizo contacto con su boca, y éste movió su cuello hacía atrás cuando ella comenzó a esparcir besos húmedos por toda la superficie. La mujer esbozó una mirada de orgullo cuando varios gemidos escaparon de entre los labios del General.

No tenía mucha experiencia, eso solo había sucedido una vez con un compañero de regimiento que era más gracioso que listo, pero parecían que su propio poder la guiaba como si las sombras del hombre y su bruma supieran exactamente qué era lo que les gustaba. Cómo si se entendieran mucho mejor que ellos. Varios mechones de cabello oscuro cayeron con lentitud sobre la frente del hombre en cuánto Skala volvió a pasar sus manos por él.

Cuándo estuvo lista, desabotono la camisa oscura que Aleksander vestía para hacerla desaparecer junto con su camisón. El contacto de su piel desnuda contra la del Oscuro le hizo perder completamente la razón. El contacto se volvió más duro, más necesitado. Skala expresó su enojo para con él de una forma sexual. Movió su cuerpo contra el de él.

Lo odiaba, y lo deseaba incluso más. Eso no le hacía sentir más que contradictoria para con ella misma.

Pero en aquel momento solo eran ellos: Skala y Aleksander. Sin luchar contra ideales, guerras futuras o pensamientos moralmente correctos.

—¿Qué no era yo quien odiaba desearte?— se burló el azabache. Su sonrisa relucio, y Skala le miró con atención. Ya comprendía porque no podía sacar sus ojos de él, porque incluso allí, en una oscuridad casi plena, el hombre parecía danzar entre las Sombras, siendo la perfecta representación de que muchas veces el diablo lejos está de parecer que lo es.

Aleksander se veía como una luz personal para Skala. Una perdición vestida de la salvación que tanto había estado esperando.

El azabache le giro rápidamente en un movimiento limpio y le dejó sobre la cama, para comenzar a plantar un camino de besos desde sus senos hacia abajo luego de que ambos se hubieran despojado de las últimas prendas que les cubrían. La pelirroja se sintió cohibida por unos instantes sabiendo que lejos estaba de poder comparar su aventura de una noche con alguien como Él Oscuro pero aquello se evaporó al ver la mirada de deseo que el hombre le regalaba. Skala se perdió a si misma en jadeos, el cosquilleo que el contacto de Aleksander producía y una sensación increíble que vino después de que el rostro del hombre se perdiera entre sus piernas.

Cuándo el hombre se posó nuevamente sobre ella sin aplastarle, y sus cuerpos sudorosos tuvieron contacto, Skala mordió levemente sus labios para besarle saboreando su propio sabor de la boca del Oscuro.  —Dilo...— pidió la mujer al captar un pensamiento muy fuerte rodeando la cabeza del azabache. El hombre sonrio de lado. —Dilo — ordenó de forma más demandante.

Aleksander sostuvo su rostro para mirarle fijamente, sus ojos parecieron decir muchísimo de lo que la Invocadora fue consciente. Ella era su debilidad, y le encantaba serlo. —Te deseo, Skala. Te deseo como nunca había deseado a nadie.

Cuándo sus cuerpos se unieron y la habitación se fundió en gemidos, calor y la danzante bruma roja de Skala iluminandoles con formas hermosamente abstractas, la pelirroja comprendió que no podría oponerse a Aleksander aunque lo quisiera.

El Oscuro se sinceró consigo mismo al no poder seguir mintiendose más: él no quería el poder de Skala. Él la quería ella. Se sentía atraído por ella. Sabía que sus ojos iban a buscarla siempre en una habitación repleta de personas, que sus labios iban a extrañar su contacto cuándo no estuviera cerca, que sus dedos iban a echar de menos acariciar su cabello increíblemente rojo siempre que tuviera oportunidad.

Aleksander Morozova deseaba a Skala Radajok desesperadamente y no había nada que pudiera llevar a cabo para deshacer eso.

El Oscuro bailaba con el poder en las manos y le encantaba.






























Bueno, perdón si les decepciono,lo intente, pero no soy buena escribiendo smut porque siento que si lo hago más explicito me va a quedar malditamente vulgar y nunca fue mi fuerte xdddddd

De cualquier forma, se que habrán más escenas spicy.

Y quizás no solo con el Oscuro. *Ojitos, boca, ojitos*

THRONES OF SHADOWS | GRISHAVERSE #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora