CAPÍTULO 20: EL REGRESO

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SKALA ARRUGÓ SU EXPRESIÓN CUANDO UN MOVIMIENTO BRUSCO LA DEVOLVIÓ A LA REALIDAD QUE LE RODEABA. Sus ojos azules escanearon el entorno, buscando comprender dónde y cuando estaba. Soplaba un viento frío. Las estrellas relucían en el cielo, y una luna conforma de hoz estaba baja en el horizonte. Paso las yemas de los dedos por la vestimenta oscura que le cubría, casi sin recordar cuando se había atraviado en aquel abrigo azul marino y esos pantalones negros. Sintió, por algunos momentos, que había estado en el sueño dentro de un sueño y no fue consciente de lo que sucedía. —Dax. ¿Qué ocurre? — no evito esbozar cuando el hombre llego a su lado, el también parecía listo para partir a algún lado.

—Iremos a tierra. — respondió este antes de otorgarle una larga mirada. —¿Estás bien?

Skala dudó pero asintió varias veces con la cabeza. —Si. — murmuró  antes de volver a responder — Si, si. Creo que sigo algo dormida.

—El Volkvony mostrará sus colores cerca de costa fjeardana. — a la pelirroja le costó un poco encontrar al Corsario lejos de su habitual ropa azul. Estaba envuelto en ropa oscura y un abrigo de cuello alto. Hablaba en dirección a Alina y Mal. — El oscuro no necesita saber todavía que vuelves a estar en suelo ravkano.

La Invocadora de Poder dejo de observar a sus amigos en la lejanía cuando la mano de Dax rozo la suya. Presto atención al ex- volcra a su lado. —¿Estás segura de esto?

—¿Viajar en medio de la noche con un Corsario? — pregunto ella. —No del todo.

—No...me refiero a volver. — sus ojos azules demostraron preocupación, como si fuera consciente de algo que ella misma ignoraba.

Skala se giro hacia él. —Mira, Dax. — ella murmuró antes de tragar saliva —No se que va a pasar conmigo cuando lleguemos después de...ya sabes, pero te aseguro que no vas a pagar por nada de lo que yo hice. Eres un hombre libre y me aseguraré de que eso siga así. — aseguró. Ella había expandido la Sombra sobre una ciudad completa, ella había sido responsable de muchas muertes y si el reinado Ravkano la iba a castigar por eso, lo aceptaría sola.

Dax entrelazo sus manos con las de ella. —No me importa ser un hombre libre, me importas tú. — expreso. Skala no vio más que sinceridad en él. —Te seguiré donde quieras. Dije una vez cuentas con mi espada, mantengo eso.

La Invocadora soltó aire contenido y sonrió, un sentimiento cálido tomando posesión de su pecho. Se sentía como cuando Mal y Alina eran cercanos a ella y no la miraban con enojo y ira. Se sentía como cuando tenía a alguien en quien confiar y apoyarse para aliviar sus pesos. Podía haber hecho muchas cosas mal y haber elegido los caminos erróneos pero devolverle su vida a Dax era, sin duda, algo que había hecho bien. Y que volvería a hacer. Termino por envolver sus brazo alrededor del castaño, recibiendo un abrazo en respuesta a eso.

—¿Podemos dejar los toqueteos para más tarde? — la voz de Sturmhond corto el momento cuando paso por su lado. —Quiero llegar a tierra antes del amanecer.

—Toqueteado tiene el cerebro — se quejo Skala sin poder evitarlo. Dax sonrió cuando se separaron y ambos comenzaron a caminar hacia un costado de la embarcación. El pequeño barco que se mecía a un lado del Volkvony parecía todo menos eso. Sus dos cascos parecían zapatos vacíos. Dax descendió primero hacia el centro y ayudo a Skala a llegar con facilidad. Mal y Alina fueron los siguientes en abordar seguido del Corsario. —¿Qué es esta cosa? —preguntó el soldado. 

—Lo llamo el Colibrí —contestó el Corsario mientras consultaba alguna carta de navegación—, aunque estoy pensando en cambiárselo por Pájaro de fuego. —Skala fue consciente de la mueca que Alina lanzo, pero él rubio tan solo sonrió y ordenó—: ¡Quitad el ancla!

THRONES OF SHADOWS | GRISHAVERSE #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora