THRONES OF SHADOWS | GRISHAVERSE #2

CAPÍTULO 5: UN NUEVO ORDEN

PESE A TODAS SUS NEGATIVAS, SKALA SI ADMITIÓ QUE ENCONTRAR A ALINA FUE PAN COMIDO. La de cabello oscuro le había dejado a Aleksander un rastro de migajas como si tuviera inconscientemente el deseo de ser hallada. Había pagado estadías en pensiones, y comida con horquideas de oro Grisha muy fácil de rastrear, nada que le delatara más que aquellas piezas reluciendo en manos harapientas de personas desesperadas por un poco de dinero. El viaje ya llevaba dos días, y estaban en compañia de quiénes habían sobrevivido: algunos vendavales, algunos Corporalki entre los que estaba Ivan para desagrado de la pelirroja, e incluso un par de Oprichinik. Claramente la comitiva se había reducido drásticamente, pero seguían siendo una cantidad considerable para protegerse entre todos. 

Skala pasó sus dedos suavemente por las ventanillas desgatadas del carruaje que habían conseguido, era suficientemente humilde como para hacerles pasar desapercibidos, aunque si debía ser sincera, sin la kefta le costaba trabajo reconocer a todos. La pelirroja movió ligeramente su cabeza, Aleksander se había quedado dormido sobre su hombre hacía ya dos horas, y aunque no quería despertarlo, las ganas de estirar las piernas y respirar un poco de aire fresco le estaban carcomiendo el interior. Sacudió ligeramente al hombre, el cual, se frotó los ojos en un gesto rápido y le miro. En el gris resalto una preocupación repentina. —¿Todo está bien? 

Skala formó una ligera sonrisa en sus labios. Después de haber compartido aquella noche, despertarse entre los brazos del azabache le habia parecido casi surreal. Aquel sueño infantil y dulce con el que se habia perdido soñando con los ojos abiertos.  Pero no lo era. Estaban allí y aunque intentaba no emocionarse cada vez que le veía, no podia evitarlo. Cada vez que le miraba sentía sus caricias sobre la piel, el cosquilleo electrizante recorriendole de pies a cabeza.  Salió de sus pensamientos cuando el hombre entrelazó sus dedos. —Todo está bien— respondió —Solo creo que deberíamos estirar las piernas un rato, tomar un poco de sol. Creo que estás más pálido de lo normal, y eso ya es decir. 

El Oscuro hizo una mueca que pretendía llegar a ser una sonrisa —No creo que sea buena idea, el tiempo apremia y nos pueden reconocer con facilidad...

Skala lanzó un bufido antes de separar sus manos y abrir la puerta del carruaje aún en movimiento. No dudó dos veces antes de saltar de él. La comitiva se detuvó al notarla. Oyó la voz de Aleksander llamarla desde atrás, pero su atención estaba en Ivan, que montaba un caballo vestido con ropa de trabajador zemeni. A la Invocadora le parecia muy irreal sin su kefta. Cambiemos de lugar un rato. 

Ivan sonrió —¿Qué? ¿Quieres que yo me besuquee con El General? — preguntó cuando ella estuvo lo suficientemente cerca como para ser la única que le oía. Skala esbozó una sonrisa antes de tirarle de sobre el animal con un movimiento de mano. Observó a los alrededores, agradecía que no hubiera nadie cerca cómo para darse cuenta de quiénes eran realmente. La mirada que el Corporalki le envio dejó en claro que quería asesinarla, pero cuándo El Oscuro hizo acto de presencia, el hombre se levantó en silencio y con una ligera mirada de horror se alejó.

Había notado que todos los que le acompañaban le miraban de esa forma. Skala supuso que se debía a la nueva habilidad de Aleksander.

—Parece que nunca me escuchas...— murmuró El Oscuro antes de mirar los alrededores. —En serio, Kala, es peligroso...

—¿Para quién?— respondió la mujer elevando una ceja. Si debía ser sincera, cualquiera que se cruzara en sus caminos correría más peligros que ellos. Una Invocadora de Poder y un Invocador de Las Sombras con una extraña y nueva habilidad más allá de los límites humanos.

Sí, definitivamente no era peligroso para ellos.

La mano de Aleksander le detuvo antes de que ella montará el caballo —Bueno, al menos déjame ir adelante — ordenó. Skala rodó los ojos pero sostuvo la mano que el ojigris le tendió cuando estuvo arriba del animal.