Cartas

215 49 31
                                    

l grito de Peter me trajo el alma al cuerpo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

l grito de Peter me trajo el alma al cuerpo

—¡Ares, el cartero! – bajé corriendo las escaleras y tomé aquel sobre que tenía el sello de Capella, abrí el sobre y comencé a leer.

Capella, 2800

Buenos días, Ares (si es que me permites llamarte así) leí tu carta más de una vez, debo admitirlo, nunca pensé que alguien como tú llegaría a escribir una carta, y la mía es con el propósito de decirte que acepto tu propuesta de los seis meses. Soy consciente de que mi futuro está decidido y creo que no me queda más que cumplir, esta carta será pequeña, pero clara, en la ciudad de Capella tenemos una cabina de teléfonos que nos conectan a las demás ciudades, nadie las usa, pero si quieres comunicarte conmigo deberás hacerlo por medio de ellas, cada familia tiene un número:

2818 (Familia Barcina)

Si tu propuesta sigue en pie, llama y ellos avisarán, no estoy segura de mi decisión, pero supongo que es lo mejor para ambos, y si me lo permites, quisiera agregar una condición, no quiero que el reino se entere de esto, no deseo hacerlo público hasta pasados los seis meses. Gracias por tu tiempo.

—Selene Barcina.


Sin pensármelo dos veces me encaminé hasta el salón familiar, con la carta en mano, decidido, con valentía por primera vez en mi vida.

—¿Qué sucede? —preguntó Lilith cuando me vio entrar de manera exaltada al lugar.

—Solo quiero decirles que Selene Barcina vendrá al castillo—solté y ambos se giraron a verme.

—Y lo suelta solamente así— dijo Lilith un tanto indignada, pero Lorcan la interrumpió.

—¿Con qué propósito? – preguntó, prestándole atención a mis palabras.

—Hicimos un trato—expliqué— vendrá por seis meses, estará acá por ese plazo de tiempo y si al final no pasa nada ella regresará a Capella, seis meses sin que Saturno se entere de lo que está pasando, todo en completo silencio— mi padre se lo pensó por unos momentos, y mi cuerpo temblaba.

Me parecía extraño el trato que estaban teniendo, no había palabras ofensivas, nada del pasado y algo aquí no estaba bien.

—Bien, aceptamos, y hablo por ambos porque tu madre sabe que no tiene opción—solo asentí, era mejor aceptar antes de que empezaran con los peros y salí de aquel salón encontrándome con Peter en la puerta.

—Llámala—me dijo y lo vi a los ojos, enarcó las cejas y sonreímos. Marqué el número y una voz extraña respondió.

—Comuníquenme con la familia Barcina— pedí y me indicaron que me mantuviera en la línea unos minutos mientras notificaban a la familia de la llamada. Pasaron 15 minutos y me estaba rindiendo hasta que por fin volvieron a hablar.

— ¿Hola? – preguntó una voz suave y delicada al otro lado de la línea.

Qué lindo se escuchaba aquello.

—¿Selene Barcina?

—¿Ares Capelloni?

—El mismo.

—Supongo que leíste mi carta ¿No?

—Sí, en realidad la llamada es para explicarte todo.

—Bien, pero que sea rápido, me queda un minuto.

—Tienes una semana para preparar todo, despedirte y venir al castillo.

—¿Pueden ser dos?

—Listo, que sean dos, el miércoles, el chofer pasara por ti y vendrás, acá te explicaré todo ¿De acuerdo?

—De acuerdo.

—Entonces nos vemos en dos semanas, hasta entonces.

—Hasta entonces—y la llamada se colgó.

—Hasta entonces—y la llamada se colgó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




—Val. Xx

Saturno, el reino de leyendasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora