35 | Endless Love pt. 1

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Dios que salame soy ajajaja, lo había publicado vacío, perdón.

Dios que salame soy ajajaja, lo había publicado vacío, perdón

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"¿Tae...Taehyung?" volvió a musitar Jungkook, aún sin poder salir del shock.

Dudó por su segundo si realmente se trataba de quién creía que era, porque esos ojos castaños carecían de vida, las líneas del iris dejaban ver la frialdad y austeridad de su alma, y las pupilas dilatadas sólo desprendían ira contenida. No había cariño es aquellos amorosos ojos, no había compasión ni cortesía.

No había nada, estaban muertos en vida.

Jungkook tragó con fuerza y ladeó la cabeza intentando ver más allá de lo que el flequillo cayendo en el rostro ajeno le permite.

"¿Qué quieres?" le espeta el otro.

Oh por dios, esa voz. Es Taehyung.

Es Kim Taehyung el niño hiperactivo que lograba sacar de quicio a sus maestras de primaria con sus travesuras y ocurrencias, era el adolescente rebelde que se escapaba a mitad de clase de gimnasia con la excusa de ver a su pequeño novio, el estudiante universitaria modelo que siempre asistía a clases y rendía en su trabajo sin descuidar su relación, el adulto responsable a punto de conseguir un ascenso en el trabajo debido a su espléndido desempeño, era el novio perfecto y cuidadoso de Jeon Jungkook.

No hay duda, era él, por lo menos en apariencia. Pero, ¿qué hacía en esa situación?

Taehyung siempre fue de mente fría para meterse en problemas. Durante su adolescencia siempre estuvo más preocupado por su rendimiento académico y noviazgo, que en hacer delirar a sus padres con travesuras juveniles clásicas de su edad. No bebió hasta los diecinueve, esquivó cualquier tipo de amistad tóxica y jamás se le cruzó probar algún tipo de droga. No necesitaba hacerlo, él era feliz siendo el joven bueno que era incluso si varios de sus compañeros se burlaban de su inocencia y desinterés en la rebeldía típica de los adolescentes.

Él era feliz con Jungkook y claramente era consciente que era su modelo a seguir, no podía fallarle de esa manera.

Por eso, Jungkook sigue dudando de la identidad de aquel joven.

"¿Qué... ? ¿Qué haces...?" susurra sin aliento, confundido con la laguna que su mente deja escurrir. "Es decir, ¿por-por qué está aquí, así?"

El menor amagó con tocarlo, pero Taehyung se apartó con brusquedad no queriendo sentir aquel toque que simplemente lo desarmaría. Se alejó lo más que su cuerpo deshecho le permitió, apegándose a la pared detrás suyo.

"Gracias por salvarme" dijo con la cabeza gacha, no teniendo la valentía suficiente como para mirarle el rostro al joven delante suyo. "Ahora vete"

El pelinegro contrajo la cara en un gesto de duda, de rechazo, de confusión.

"No lo haré" le respondió más decidido que antes. "Puedes estar grave, debo llevarte a un hospital... tenemos que-"

Taehyung se rió sin gracia cruzando un brazo sobre su abdomen cuando la risa le hizo doler la zona de las costillas flotantes. Se enderezó con cautela logrando sentarse y apoyar su espalda contra la pared de ladrillos pelados y sintiendo la irregularidad de estos en cada vértebra de su columna. Le dolía todo el cuerpo, desde la punta de los pies hasta el nacimiento de su cabellera, pero incluso con todo el dolor físico que sentía producto de la golpiza que recibió minutos antes, nada, absolutamente nada se comparaba al dolor del aguijón que se enterró en su corazón cuando alzó la vista y se encontró con los ojos más hermosos que ha tenido el privilegio de ver en su vida.

RESET | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora