25 | The One With All The Resolutions

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Advertencia: capítulo muy duro, pero necesario para la trama. Si no creen tener la estabilidad emocional para poder leerlo, lean las últimas partes que habla sobre lo importante. El capítulo hace alusión al suicidio por eso es tan fuerte, por favor leerlo bajo su propia responsabilidad y discreción.








Olía mal.

Jungkook jadeaba por aire, sintiendo el olor a hierro de la sangre inundando su olfato cuando pasó la maga de la camisa sobre rostro intentado secar las lágrimas.

No dudaba que de seguro estaría manchado de sangre. Sangre de la persona que yacía tirado en el piso.

Le acarició la mejilla una última vez, conservando en su memoria los ojos fijos en el techo, sin vida. No podía mirar otro lado que no sea su rostro, porque si bajaba la mirada, sabía que vería el inmovil pecho de su esposo inundado de sangre.

"Tae" susurró para sí mismo, porque no había otra persona con vida en aquella habitación que pudiera escucharlo.

Miró hacia atrás por encima de su propio hombro notando la cabellera gris manchada de sangre, pedazos blancos de cráneos y sesos esparcidos alrededor.

No sabe como lo hizo, pero logró contener las ganas de vomitar ante la horrible escena.

Escucho la puerta abrirse y lo próximo que percibió fueron dos manos tomando sus hombros tirando de él hacia atrás, separando su cuerpo del de su esposo tirado en el suelo.

"¡NO!" grito desgarrando su garganta al verse separado de la persona que más amaba en el mundo.

Los brazos que lo rodeaban y lo sacaban de la habitación eran más fuertes de lo que imaginaba, porque incluso pataleando y moviéndose bruscamente, no logró liberarse. Lo arrastraron fuera de aquella habitación, recibiendo una ventisca mucho más fresca, ligera y ya no sentía el olor nauseabundo a sangre y encierro.

"¡SUÉLTAME! ¡DÉJAME VERLO!"

Las lágrimas le inundaban los ojos y le dificultan la visión al igual que las débil iluminación del pasillo a donde fue arrastrado. Joder, ¿cuánto tiempo permaneció allí adentro? Jungkook no tenía noción del espacio y tiempo, como si el mundo se hubiera frenado dentro de aquella habitación. Le costó un poco, pero pudo distinguir una mata de cabellos castaños a un costado y reconocer a la persona.

Hoseok se le acercó con lágrimas en los ojos y lo tomó por las mejillas buscando su mirada.

"Tranquilízate Jungkook así no vas a ayudar en na-"

Se cortó cuando sintió el sonido de un cuerpo impactar sobre el suelo. Y quizás no debieron dejar a Jimin ver aquella escena porque el peliazul se encontraba desmayado en el piso, frente a la habitación del desastre.

¿Qué esperaban? Su ex novio, la persona que más amó en el mundo, había asesinado a su mejor amigo y posteriormente se suicidó en la misma escena de crimen. ¿Quién fue el idiota que dejó ver aquello?

"Jimin" susurró Hoseok para sus adentro antes de acercarse al cuerpo inmóvil en el suelo.

El lugar estaba lleno de personal del hotel, distinguido del resto por el uniforme verde, como mozos, un médico y los recepcionistas. Todos tratando de ayudar en la situación, ya sea llamando a la policía conteniendo a las personas curiosas que merodeaban por el lugar, o ayudar a los afectados como el hombre que cargaban a Jimin o la mujer que se acercaba a Jungkook con una toalla mojada con la intención de limpiar la sangre del rostro del muchacho.

Sin embargo, no importaba toda la organización y ayuda que había, la escena era un caos.

Jungkook seguía llorando a corazón desgarrado mientras balbuceaba cosas sin sentido, sintiendo la aspereza de la toalla contra su frente. Su cuerpo entero temblaba, siendo contenido por los brazos que lo rodeaban con tenacidad, y aunque sabía que estaba siendo descortés, apartó el rostro dándole a entender a la mujer que lo limpiaba que no quería que lo toquen.

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