¿Entonces, el tiempo no tiene fin o el fin no tiene tiempo?
¿Realmente se puede transgredir las reglas del destino? ¿O es sólo la simple ilusión de que lo hacemos? Porque, ¿realmente existe el destino? ¿De verdad está todo escrito?
Y si tengo caminos ya escritos para elegir, ¿cómo sé que estoy yendo por el correcto?
¿Y si cada paso que doy es falso? ¿Y si cada vez me acerca más al precipicio donde finalmente caeré? ¿Y en vez de darme más vida, me la quita?
Sólo corro, desesperadamente, queriendo resolver, queriendo distender, queriendo salvar.
Pero, ¿y si en vez de salvar, alguien debe morir?
El tema es... ¿Quién?
11 de abril, 2020
Daegu
"Jungkook-ssi"
Jungkook volvió en sí, apretó los puños y la ropa que tenía agarrada se arrugó, el borde de su suéter. Aspiró profundo el aroma al limón de la oficina y miró a la mujer sentada enfrente suyo en el elegante sofá rojo.
"¿Sí?" Susurró y le costó identificar que esa era su voz.
"¿Cómo te llamas?" Le preguntó.
El chico tardó en responder aunque la respuesta la tenía grabada en la punta de la lengua.
"Jeon Jungkook"
La mujer anotó lo algo en la libreta en su regazo y regresó a mirar al joven, analizando cada gesto que hacía.
"¿Cuántos años tienes?"
Jungkook hizo las cuentas, tratando de encontrar coherencia en el desorden en su mente y en entender en qué año estaba. Acariciaba la muñeca por puro instinto, tratando de encontrar el brazalete de plata que siempre lo calmaba, pero tocó una cicatriz enorme, gruesa y con relieve adornando su piel.
Bajó la mirada y la observó, jadeando por lo bajo porque, joder, ¿qué mierda era eso?
Cuando volvió a alzar la cabeza, las lágrimas se acumularon en su córnea.
"Veintidós" respondió tragando saliva con fuerza, la garganta le dolió. "Veintidós años"
La mujer se cruzó de piernas y entrecerró los ojos desconfiando de la persona delante suyo. Jeon Jungkook era alguien impredecible, inteligente para engañar y astuto para convencer. Peligroso en más de un sentido y dirección, para sí mismo, para los demás.
"¿Cuándo y dónde naciste?" Preguntó.
"El primero de septiembre de 1997, en Busan" susurró lamiéndose los labios y por pura corazonada, adivinó que seguía a continuación y respondió incluso antes de que le hicieran la pregunta. "Pero crecí en Daegu"
Ella asintió con la cabeza, los labios cereza se frunciendo al hacerlo.
"¿Quienes son tus padres?"
"Jeon Sungjae y Jeon Sooyoung"
"Ahora, repite todo lo que hemos dicho hasta ahora" le pidió el ejercicio que hacían día a día, el que lo ayudaba a que recuerde quién era cuando la disociación lo hundía en el desamparo.
El muchacho inhaló dejando rodar las lágrimas por sus mejillas, mojando su piel y sintió que su pecho se quebró debido a un jadeo que no se animó a expresar.
"Mi nombre es Jeon Jungkook, tengo veintidós años. Nací el primero de septiembre de 1997 en Busan, pero crecí en Daegu. Mis padres son Jeon Sungjae y Jeon Sooyoung" dijo
No lo sentía real.
Cada palabra parecía ser falsa, cada una de ellas. Eran mentiras, su voz no era la que hablaba, sus labios no eran los que se movían. ¿Realmente era Jeon Jungkook? ¿Realmente nació en Busan y creció en Daegu? ¿Aún tenía a sus padres?¿De verdad era ese muchacho sentado en ese sofá, en esa fría habitación, en esa situación?
Y sino, ¿quién era realmente?
Quería gritar hasta desgarrarse la garganta y dejar salir todos sus demonios, todos y cada uno de ellos que lo destruyen desde dentro. Se encogió, se abrazó a sí mismo y su corazón se contrajo violentamente al dejar salir el sollozo reprimido que estuvo soportando.
"¿Por qué lloras, Jungkook-ssi?" Inquirió con voz suave, cautelosa porque ver a un chico tan inestable quebrarse es sinónimo de peligro.
"Yo lo maté, ¿verdad?"
La mujer presionó los labios y suspiró, librando una lucha interna entre un sentimiento de compasión y otro de vocación por llevar a cabo su trabajo.
"Fue accidente, Jungkook-ssi" susurró, serena. "No fue culpa de nadie"
Jungkook quiso desaparecer en ese instante.
Sólo sabía dañar, arruinar la vida de la persona que más ama en el mundo, arrancar esa bella flor del jardín en vez de cuidarla y ayudarla a crecer.
Y no poder salvar a Taehyung, era lo que le quitaba el sentido a su existencia. Sino, ¿para qué está allí?
La señora Young simplemente anotó en su libreta lo que había concluído en esa sesión, cerró el cuaderno y se puso de pie. Los tacones retumbaron en el suelo de madera y llegaron a donde el joven llorando se encontraba, sus pulseras tintineaban en su muñeca cuando extendió la mano para acariciar la espalda temblorosa de Jungkook.
"Jungkook-ssi" masculló con compasión en su voz y el chico mermó su llanto para escucharla. "¿Por qué no te vas a descansar un rato a tu habitación? Tienes el día libre, ¿no? Puedes pedirle al señor Hwang que te deje pasear en el jardín más de tarde, ¿qué dices?"
Jungkook consideró lo que le dijo la mujer y asintió con la cabeza. Usó los puños de su hoodie para limpiar sus ojos y secar las lágrimas de sus mejillas, la piel ardió ante la rudeza de la fricción.
Miró a la mujer y asintió con la cabeza, recibiendo una leve sonrisa de parte de ella. Se puso de pie con un poco de dificultad porque aún le dolía el pecho, pero logró erguirse y caminar hacia la puerta, desde allí se inclinó hacia la dueña de la oficina.
"Ve, duerme un rato" la señora Young le dijo. "Lo hiciste muy bien, Jungkook-ssi. Te espero mañana a la misma hora"
El joven asintió una vez más antes de abrir la puerta y salir por ella.
La pureza del blanco pintando el pasillo lo recibió y él intentó acordarse el camino por el que había venido para evitar cruzarse con algún que otro vigilante que vio en puntos estratégicos del lugar.
Llegó a la sala común, el ruido se intensificó a cada paso dado y el aroma a cigarro, uno que nunca pudo acostumbrarse a pesar de que en otro tiempo convivió con él durante años, lo mareó.
Sintió una presencia acercarse a la suya y la voz de Minho se escuchó a su lado.
"¿Vamos a hacerlo? ¿Vas a seguir el plan?"
Jungkook simplemente lo miró.
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RESET | taekook
Fanfiction¿Qué harías si la vida te da una segunda oportunidad? "Jungkook, ¿en qué nos hemos convertido? Ya no comemos juntos, duermo en la cama y tú en el sillón. Te la pasas pegado a la computadora y no hemos tenido sexo en dos meses. Estoy cansado y no pue...