29 | Purple Roses

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Jungkook tenía suerte de tener un novio que comprendía sus ataques de locuras y no tenía rencores, porque si no fuera por él, ahora no estarían caminando agarrados de la mano riéndose de sus propios chistes.

Cada vez más, Jungkook se preguntaba si en serio se merecía aquel ángel.

Taehyung lo acompañó hasta su casa, entregando el inmaculado uniforme del colegio en la bolsa y despidiéndose de él con un pequeño beso en los labios y otro en la punta de la nariz, arrancándole una dulce risita.

"Me tengo que arreglar para ver a mi hermoso novio recibir su medalla por ser un cerebrito" le dijo en tono meloso, moviendo coquetamente los labios.

Jungkook se rió ocultando el dolor que producían esas palabras. Con el agobio colmando cada recobeco de su alma, se despidió de su novio con la mano y se quedó observando al horizonte hasta que la delgada figura del muchacho se perdió de su vista.

Quizás no debió probar la tarta de maracuyá y manzana de Taehyung, o debió haber almorzado correctamente en vez de tomar café frío porque cuando abrió la puerta, el sabor ácido del estómago se le acumuló en el fondo de la garganta al ver a Yugyeom sentado en el sofá de la sala mirando el celular.

Instintivamente Jungkook se cubrió el cuerpo con las manos.

"Hola Kook, escúchame te conseguí el gel pelo que me pediste" le dijo el chico abriendo la bolsa de plástico posada en la mesa ratona del frente, sacando el pequeño pote de color amarillo y leyendo la etiqueta, "Pero no me confío en la persona que me vendió el producto así que-"

Se cortó cuando notó la mirada de terror en el rostro de su amigo.

Jungkook tenía ganas de llorar. Por un momento pensó en la posibilidad de salir corriendo de la casa y alcanzar a su novio implorando protección.

Se estremeció completamente cuando el pelinegro se paró acercándose hacia él con ceño fruncido en cierta confusión. Apretó la bolsa del uniforme contra así, usando de escudo, temiendo lo peor.

"Kook, ¿estás bien?"

El nombrado se encogió en sí mismo al escuchar su nombre siendo pronunciado por aquel timbre de voz y retrocedió un par de pasos al sentir a su vecino demasiado cerca.

"Jungkook, ¿qué pasa?" Yugyeom habló con tono suave tratando de averiguar la razón detrás de la cara de susto del chico. "Soy yo, Gyeom"

Jungkook jadeo por lo bajo y los ojos se le llenaron de lágrimas cuando su espalda chocó contra la pared de ladrillos, sintiéndose mal al ser acorralado por su abusador. Se sentía como un niño pequeño listo para ser devorado por su más grande pesadilla. Gritó cuando una mano envolvió su muñeca y tensó completamente, llevando las manos a sus orejas tratando de acallar la voz preocupada de Yugyeom llamándolo, y dejando caer el uniforme al suelo.

"Jungkook, hey, ¿qué pasó? Háblame"

El pelinegro se sorprendió con el tono amable con que se dirigía hacía él. Confuso y alarmado respiro en secuencia, tratando de regularizar sus jadeos, hasta que cayó en la cuenta.

Yugyeom aún no había abusado de él, todavía eran amigos y vecinos.

Ahora Jungkook comprendía la actitud afable del chico.

Intentó calmarse con idea en la cabeza que estaba bien, que Yugyeom era alguien inofensivo en ese momento y no quería hacerle daño. Trato de autoconvencerse de que todo estaba bien, que el abuso nunca pasó.

Está bien, está bien. Respira, uno, dos, tres...

No, no estaba nada bien y el labio inferior temblando se lo confirmaba.

RESET | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora