19 | Archduke Trio

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Mayo, 2012

"Por fa" chilló Jungkook como si se tratara de un niño pequeño. "Please"

El chico juntó ambas manos bajo su barbilla y frunció el labio inferior hacia abajo.

Taehyung era de corazón blando. Si había algo que no sabía hacer era decir 'no' y mucho menos a Jungkook.

La imagen de su pequeño novio, con los enormes ojos cafés escondidos detrás del espeso flequillo y un sutil rubor esparcido por sus mejillas y en las puntas de las orejas, se le hizo irresistible.

Suspiró derrotado.

"Okay" el menor salto de la alegría aplaudiendo con esmero, la risa chillona llamando la atención de las personas alrededor. Taehyung no se privó de sonreír. "Ve por Jimin y mándale un mensaje a tu madre"

Jungkook se acercó y le regaló un sonoro beso en la mejilla. El castaño lo recibió con cariño, encantado de que su novio, demasiado tímido para siquiera agarrarle la mano en público, le haya dado aquella muestra de afecto frente a sus compañeros.

Ese pequeño contacto labio-mejilla lo hizo sonrojar.

"Ya vuelvo" anunció el menor metiéndose dentro del edificio.

Taehyung esperó pacientemente en la puerta viendo como los estudiantes a su alrededor ojeaban su ordinario uniforme negro de arriba a abajo.

No ir a la misma secundaria que Jimin y Jungkook era un tanto complicado.

Las veces que sus horarios coincidían el mayor caminaba diez cuadras extras para buscar a su novio y a su mejor amigo, y acompañarlos hasta sus respectivas casas. A veces ambos tenían jornadas de campamento o torneos de gimnasia, y Taehyung odiaba esos días, no solo porque su humilde colegio carecía de esas salidas educativas sino también porque debía caminar solo o con su grupo de compañeros, y no se sentía lo mismo.

Todo por no aprobar el maldito examen.

Jimin lo logró con una nota sobresaliente y Jungkook con la máxima calificación.

Entonces, ¿por qué mierda él no pudo?

Si estudiaron los tres juntos, era algo que habían planeado desde pequeños e incluso él había ayudado a sus padres juntando el dinero necesario para comprar el elegante uniforme de chaqueta amarilla y zapatos finos. Meses se había preparado y el día que rindieron el examen de ingreso salió confiado del aula, seguro de que había alcanzado la nota mínima para pasar.

Sin embargo, el 65 se dibujaba en el borde de su examen adjunto a una carta de rechazo. Necesitaba 70 para poder ser admitido y aunque luchó con garras y sudor esos cinco puntos, tuvo que conformarse con quedarse en su antigua secundaria pública.

Ese día, Jungkook lloró más que él.

El menor se negó a ir a una secundaria distinta a la de, en ese tiempo, su mejor amigo y rogó a sus padres inscribirlo en el mismo colegio que él. Aún así, Taehyung no iba a dejar que una oportunidad como esta sea desaprovechada.

Fue una semana entera de regalos, salidas e incluso uno que otro beso lo que le costó convencer al pelinegro de asistir al famoso Colegio SOPA.

Jimin ayudó al pequeño con la adaptación, pero incluso compartiendo escuela con su mejor amigo de la infancia, no tener al castaño cerca se le hizo difícil, Jungkook tenía pocos amigos e incluso muchas veces se sentía excluido.

El menor escaseaba de habilidades sociales para siquiera interactuar con chicos de su edad, más allá de Yugyeom. Simplemente no se sentía cómodo con la acotada perspectiva que tenían sus pares, y prefería el humor inteligente y sensato de Taehyung y Jimin, o cualquier persona mayor en general.

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