34 | Nobody Listens

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Um, creo que ya saben lo que le pasa a Jimin. Está basado en algo que le ocurrió a mi mejor amiga y la verdad que a mí me marcó mucho esa etapa de nuestra amistad (dense cuenta que tuve una adolescencia media jodida jeje)

Por favor, traten el tema con mucho cuidado. Yo lo uso respetuosamente, comprendiendo todo el dolor que le causó a ella y que me causó y causa recordarla así. No es una simple trama, no la toco mucho porque, como ya lo expliqué, me duele recordarlo. Pero no puedo hacer la vista gorda porque sé que ocurré, sé que es algo que muchas personas (mayormente mujeres) sufren y lucha por salir de la situación. Lo entiendo y lo respeto.

Sólo quiero decir que siempre hay una salida, mi mejor amiga la encontró y ahora es una persona feliz. Y yo confió que cualquiera puede encontrarla, sólo no hay que dejarse vencer 💜

 Y yo confió que cualquiera puede encontrarla, sólo no hay que dejarse vencer 💜

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Daegu no cambió, era la misma ciudad de su infancia. Los mismos viejos edificios, las aceras despintadas, los nostálgicos negocios, los parques en los que solía jugar de pequeño. Todo se mantiene en su lugar, intacto, inexorable.

Todo tiene la estabilidad que a su vida le hace falta.

Jungkook no escondió su alegría al descubrir que se encontraba en aquella ciudad, cerca del departamento al que su amigo le había citado. Su entusiasmo era tan palpitante en su venas de la misma manera en la que sus sienes temblaban preguntándose porqué estaba allí y no en Seúl.

Recuerda haber rechazado la oferta de Taehyung de mudarse con él a la capital, pero eso no significaba que nunca se hubiera mudado por su cuenta. ¿Qué hizo con la beca? Yugyeom mencionó el dejar la universidad, no él nunca asistir. Y si está en Seúl, ¿por qué volvió? Jungkook no era precisamente un gran admirador de Daegu, y estar pisándola con tanta soltura lo tiene nervioso.

Ugh, ya hasta le duele la cabeza.

Sacó el celular de su bolsillo para reconocer el trayecto que debía tomar para la ubicación dada y se encaminó una vez lo encontró. Resguardandose de la anormal ventisca para ser abril, metió sus manos hechos puños en el bolsillo de su chaqueta amarilla y aceleró el paso. Una vez llegado al edificio que su amigo le había indicado, Jungkook vaciló un poco antes de presionar la secuencia de números en el portero eléctrico.

"¿Hola?" sonó una voz temblorosa, pequeña, con cierto atisbo de duda en el tono. 

"Jimin" susurro Jungkook, feliz de escuchar una voz conocida tan agradable. "Soy yo, Jungkook"

Lo siguiente que escuchó fue el sonido saturado de la puerta indicando que podía pasar. Su mano tembló al tomar la barra de metal para abrir la puerta, pero una vez dentro del recinto, suspiro profundo juntando el coraje que aún subyace en su cuerpo. Con educación, saludó a la persona administrativa detrás del escritorio y se dirigió al ascensor apretando el pequeño botón con el número siete grabado en él.

No podía ignorar lo nervioso que estaba, porque sus manos sudaban y podía jurar que su espalda también. Maldijo por lo bajo porque había tomado dos duchas en la mañana, asegurándose de deshacerse del aroma del perfume de Yugyeom. 

RESET | taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora