5. Bipolares

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Me coloqué mi uniforme del colegio. Una falda azul, y una blusa blanca. Por último mi suéter azul. Me hago una coleta, encima de la coleta me coloco una cinta roja. 

Sentí el frío piso en mis pies. Fruncí mi ceño, y recordé que tengo que ponerme los zapatos y las medias largas hasta la rodilla. ¿Por que soy distraída?

Terminé de abrigar mis pies con las medias azules, y los zapatos negros. Me levanté de la cama, caminé hasta la cocina. Me quedé quieta al ver a mi hermano con un terno negro. 

—¿A donde vas? —Pregunté extrañada por su uniforme. Él va a la universidad con un jean y una camiseta que lo encuentra debajo de su cama. 

—Tengo una reunión con unos socios de mi padre. —Habló acomodando su corbata. Río al ver que no se la puede poner. 

De pequeña siempre ayudaba a mi padre a colocarse su corbata. Al principio llegaba hasta ahorcarlo, pero tomé práctica hasta que llegué a como ponerselo, sin ahorcarlo. Obviamente.

—Ven que te ayudo, pequeño —Sonreí divertida. Él voltea sus ojos y se acerca a mí, dejando que yo lo ayude a ponerse la corbata—, es muy fácil, no entiendo porque se te hace difícil. —hablé concentrada en ponerle la corbata azul. 

Mi mamá entra a la cocina, ella nos sonríe con ternura. Yo ruedo los ojos y me siento en el comedor, tomando mi leche. 

—Que tiernos se veían, parecían unos verdaderos hermanos, y no como perro y gato. —Habló limpiándose la lágrimas que bajó hasta su cachete. 

—Ajám. —Los dos dijimos al mismo tiempo. 

Mi padre baja y besa a mi madre. Kio y yo nos miramos con asco al ver la escena entre mis padre, que todavía no acaba. 

—Ya, dejen de ser tan asquerosos y mostrando que han tenido un sexo. —Interrumpió el maldito de mi hermano. Mis padres se sonrojan, y yo le sonrío divertida a Kio. 

—Que asco. —Murmuré saliendo del comedor, y entrando a la cocina para dejar mi vaso en el lavado. 

Deposité un beso en el cachete a mi madre y a mi padre. Salí de mi casa, fruncí mi ceño al ver el coche de Vinnie al costado de mi casa. Él sale del coche, y Josh baja la ventana del copiloto. 

—Vamos, hay que irnos antes que la escandalosa de tu mejor amiga se dé cuenta. —Dijo Josh con una sonrisa divertida, sabía muy bien que quería que Charli lo escuché, porque Charli apareció a mi costado con su cara de sorprendida. 

—Eres un puto, Richards. —Habló esta. 

Los cuatro éramos mejores amigos. Aunque Charli casi nunca paraba con ellos, porque ella siempre se va a la escuela de baile. Y se quedaba horas ahí. 

—Ya no te voy a dar el regalo que te traje. —Comentó entrando al coche. Saludé con un beso en el cachete a Vinnie y Josh. 

—A ver, queremos ver. —Hablé. Charli deja los regalos a un lado y se lanza a mí. Estábamos en el coche. Mi cabeza choca con el asiento. Charli me abraza fuerte. 

—¡Te extrañé! —Gritó dejando muchos besos en mi cachete. 

—Sí, yo también, maldita loca. —Traté de hablar, pero sus besos me daban cosquillas. 

Las dos nos acomodamos del asiento. Josh me sonríe divertido por el retrovisor. 

Charli me entrega una caja tapada por la princesa Blanca nieve, a Josh le entregó con un papel de la caperucita roja y a Vinnie con la princesa cenicienta. 

𝐍𝐞𝐰 𝐄𝐱𝐩𝐞𝐫𝐢𝐞𝐧𝐜𝐞 ―Josh Richards Y Vinnie Hacker―Donde viven las historias. Descúbrelo ahora