16. Papi

1.9K 84 8
                                    


—¿Por qué caminas así? —Me preguntó Nessa, después de saludarme.

Trataba de caminar normal, pero mis caderas me dolían y los culpables eran mis daddies.

Nessa y yo nos fuimos al baño, dejando a los mayores (aparte de Kio, Vinnie y Josh) hablando de cosas que me importan una mierd-

—Hola, chicas. —Nailea apareció, provocando que inmediatamente deje a un lado mis pensamientos.

Ella nos sonrió a las dos, con su bebida en la mano le dio un beso en cada cachete a Nessa, y lo repitió conmigo.

Estaba vestida con un vestido blanco de verano, tenía unos hermosos tacones blancos que la hacía más alta, su rizado cabello caía por sus hombros, su perfume olía rico, de seguro era de Carolina Herrera. Sus anillos escondían sus delicados dedos, más que el collar que tenía hacía llamar la atención a su clavícula.

—Hola, Nai. —La saludó Nessa sonriente.

—Hola, Nailea. —La saludé tímidamente e incómoda, pensé que ya no iba a venir, por un momento me sentí aliviada sin su presencia.

Las dejé a las dos hablar, y aproveché irme al baño. Me peiné el enredado cabello que tengo, siempre se enreda, lo peino y se enreda, ¡siempre es así! Terminé de peinarme, para después echarme un poco de colorete en mis mejillas.

Salí del baño y me dirigí al comedor. El restaurante es hermoso, su piso es de madera vieja, y las plantas le daban alegría al lugar. Música alegre habita en toda la sala, personas hablando, el sonido entre el tenedor y el plato, algunos bebés llorando, las olas se escuchaban. También tenía sus cosas malas.

En el restaurante había de todo. Mesa para amigas, mesa para negocios, mesa para citas, y más. En la primera mesa pude observar como una joven chica tocaba lentamente y coquetamente el brazo del señor canoso, en otra mesa había una chica con el maquillaje corrido y con una mano sosteniendo la copa con vino rojo, de seguro le estaba contando a su amiga algo triste; en la otra mesa, había una cita de negocios, un señor le estaba ofreciendo una aplicación que es muy variado en sus utensilios, creo que hablaban algo de cocina.

—¿Loren, te encuentras bien? —Preguntó mi hermano Kio, sonriéndome divertidamente. Volteo mis ojos y asiento con la cabeza. Él lo hacía para molestarme, y que la atención venga a mí.

Me senté al lado de Vinnie y Josh, solo para que Nailea no se siente al lado de Hacker. Empecé a comer, obviamente separando el aguacate dándole a Josh o a Vinnie sin que nadie se dé cuenta.

—Nailea ha venido. —Le avisé a Vinnie, no molesta pero sí incómoda de su presencia. Él asintió y me sonrió, colocó su mano en mi pierna y empezó a sobarla, cerré mis ojos y me dejé llevar por sus suaves toques, Josh solo miraba y nos sonreía para seguir conversando con los demás.

Su mano subía hasta mi entrepierna, y después bajaba. Tenía un vestido anaranjado, dos dedos más arriba que las rodillas, su escote era atractivo, dejando notar mi clavícula y un poco más abajo. Mi cabello era una media coleta, tenía el collar que Charlie me regaló hace un año, la pulsera de conchas en mi muñeca y mis zapatillas Vans. Jejeje. Mi excusa es: ¡no tenía zapatos!

—Nailea, he escuchado que vas a entrar a la empresa de tu padre. —Habló mi padre, ella se incorporó a la conversación, obviamente sonriendo y arreglando su cabello.

—Sí, lo haré, obviamente voy a empezar siendo la secretaria para triunfar a futuro.

—Oh que bien. —La madre de Josh, la felicitó, ella se sonrojo y sonrió tímidamente.

—¿Y tú, Loren? ¿Qué piensas ser en futuro? —Me preguntó la mamá de Vinnie, provocando que me sienta intimidada. Vinnie y Josh me agarraron de la mano, cada uno agarró mis dos manos, provocando que me sienta mejor.

𝐍𝐞𝐰 𝐄𝐱𝐩𝐞𝐫𝐢𝐞𝐧𝐜𝐞 ―Josh Richards Y Vinnie Hacker―Donde viven las historias. Descúbrelo ahora