6. Gatita

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A veces pienso que he nacido para estar sola. No hablo con chicos que no sean Vinnie, Josh, Quinton o mi hermano. 

Recuerdo la primera vez que hablé con Quinton. Lo estaban molestando unos chicos de un grado mayor. Quinton no decía nada, solo se quedó callado. Tuve que intervenir en ese momento, me sentía muy mal verlo sufrir. 

—¡Loren! —Escuché el grito de Quinton. Le sonreí, él se acerca y saluda a Charli con un beso en la mejilla. Él se apoya en mi casillero—, recuerdan que había una chica que me gusta —nos dijo a las dos. Nosotras asentimos.—. Tiene novio —Habló y bajó su cabeza, doble mi labio inferior y acaricié el hombre de Quinton.—. Pero, hace unos días hablé con ella, me preguntó si tú eras mi novia —me miró, abrí mi boca y lo formé en una "O". Iba a matarlo ¿por qué? Porque apostemos que él ha dicho que sí.—. Necesito que seas mi novia por algunas horas, la invité a una cita doble. —Ya ven, dijo que sí.

—¿Qué tú hiciste qué? —Pregunté un poco sorprendida, no soy buena mintiendo. ¡Nos van a descubrir!

—Te he ayudado en muchas cosas, ahora tú lo harás. Te envío un mensaje a que hora vamos esté fin de semana. Merci. —Se despidió. 

—Merci es gracias, tonto. —Charli con una sonrisa burlona le corrigió a Quinton. 

(...)

Entré a mi dormitorio, atrás estaba Josh y Vinnie. Charli se tuvo que ir a su casa por un problema familiar. 

Me eché encima de la cama, Josh y Vinnie se pusieron al costado mío. 

—Pensé que estaban ocupados. —Hablé con mis ojos cerrados. 

—Sí, nosotros también. —Habló Josh. 

Quisiera tener nuevas experiencias, o sea, no sé. Voy a cumplir 18 y solo he visto leído libros para mayores de edad. ¡Solo eso! Quiero ser como Charli, ella es todo lo opuesto a mí. 

—¿En que piensas, gatita? —Preguntó Josh, me acomodé y me senté en mi cama. 

Odiaba qué me llame así, siempre le he dicho que no me llame así, pero cuando quiere joderme, lo hace el maldito de Josh.

Los tres teníamos confianza, siempre lo hemos tenido. Ellos me han sido una gran ayuda, son mayores por cinco años, así que, si les cuento algo a ellos, ellos sabrán que decir porque ya lo vivieron. 

—Quiero tener nuevas experiencias, ¿entienden? —Hablé, ellos asintieron—. Me he cansado de ser la única que todavía no ha tenido sexo, ni ha dado su primer beso. ¡Estoy cansada de eso! —me quejé. 

Vinnie se acomoda en mi cama, al igual que Josh.

—Necesito su ayuda, ustedes siempre saben que hacer. —Murmuré, y me eché nuevamente en mi cama. 

Vinnie

Josh y yo siempre supimos que Loren era la indicada para nuestro fetiche. Los dos compartimos el mismo fetiche, el fetiche que tengo por seguro que a Loren le va a gustar y no gustar. 

Desde que vimos a Loren como nuestra mejor amiga, nos enamoró su forma de ser. Tan engreída y aburrida, porque sí, ella es muy aburrida pero también es divertida. Ella es sumisa cuando quiere, y si nosotros somos bipolares, tengan en cuenta que ella también.

Josh me miró buscando mi afirmación. Él pensaba decirle de nuestro fetiche. Aunque odio lo inesperado, amaba el plan que hemos creado ahora con tan solo nuestras miradas. 

—Loren —Empezó Josh, ella se voltea y nos mira a los dos con su ceño fruncido.—, ¿quieres nuevas experiencias? —Ella asintió con una sonrisa—. Nosotros también, pero necesitamos tu permiso. 

—¿Qué permiso, de que hablan? —Preguntó con su ceño fruncido. Yo me acerqué a ella. 

—¿Conoces el fetiche Ddlg? —Pregunté a punto de besarla. Si no controlaría mis emociones, ella ya estaría gritando mi nombre.

Loren lo pensó hasta que asintió con su cabeza. Sonreí.

—Eso es lo que queremos contigo, que seas nuestra Little Girl. —Habló Josh, ella se sorprendió.

—¿Espera qué?

—Te vamos a dar dos días para pensarlo, Gatita. —Josh besó el cachete de Loren, yo besé su cuello y salimos de su dormitorio dejándola totalmente atontada.

(...)

—¿Crees que acepte? —Preguntó Josh. Sí, esa es la respuesta, un sí. Ella iba a aceptar porque su curiosidad es grande.

La curiosidad mata al gato.

Desde que hemos sido niños, Loren siempre ha sido guiada por la curiosidad. El propósito de sus decisiones es la curiosidad, siempre.
Y mayormente sus decisiones acaban mal.

—Sí, yo creo que va a aceptar. —Respondí.

Loren

Terminé de cenar. Después que se fueron los dos, tuve una charla con mis padres. Ellos se fueron a último aviso por trabajo, mi hermano se fue a una fiesta, y yo me quedé totalmente sola.

La propuesta de ellos dos me habían dejando tonta, confundida, estúpida, inútil, imbécil, y como una puta, porque sí, sí quiero.

La cercanía que Vinnie me volvió totalmente loca. Quería besarlo, y no sé porque me quedé quieta.

La mirada de los dos me intimidó y me dio un orgasmo. Un orgasmo visual.
Quería tocarlos. Ya no me importa la idea de perder mi virginidad con la persona que amo, porque estoy segura que esas dos personas van a poner mi vida en cabezas, y me importa una mierda.

Por un lado pienso que es una broma. Tiene que ser una broma.

Tomé la decisión de llamarlos para saber si era una broma. Mejor llama mañana.

Colgué la llamada y una brillante idea me vino por la cabeza—¡Mierda, ya sé que hacer! —El vibrador que me dio Charli.
Lo saqué de mi mochila azul. Saqué el Vibrador de su caja rosada, y empecé a leer el manual.
Si toco el botón uno vibrará con suavidad; al botón dos, aumentará; y al tres aumentará más, que será más fácil llegar al orgasmo.

Me bajé mis bragas con mi short amarillo. Me eché en mi cama, y agarre el pequeño vibrador. Parecía una pelota.

Solté un suspiro, y con suavidad me lo metí a mi feminidad. Solté un pequeño gemido, me lo metí más hondo, toqué el botón dos, y el aparato empezó a vibrar.
Abrí más mis piernas para tener mejor acceso, eché mi cabeza hacia atrás, y con la mano restante me apoyé de la cama.
Mis gemidos era fuertes, el aparato hacía magia. Empecé a sentir como el orgasmo quería venir.

—¡Ahhh! —Gritaba al sentir como el aparato chocaba con mi clítoris. Mierda, esto es... ¡no sé cómo explicarlo!

Dejé de apoyarme del colchón y con esta acariciaba mi clítoris. Cierro los ojos y el orgasmo llega.

Mi respiración era agitada.

—¿Loren? —Fruncí mi ceño al escuchar la voz de Josh. Miré la puerta de mi dormitorio, y él no estaba.

Mi celular iluminaba mi sabana. Mierda, no colgué la llamada.

—Carajo. —Murmuré.













Helou :D

¿Les gustó?

¿Ya están viendo Élite la temporada 4? Yo sí, y ahí está el Dios Griego de Ares, o bueno, mi imaginación dice que es él.

Se llama Manu Ríos ;).

Nos vemos <3

Valeria-

𝐍𝐞𝐰 𝐄𝐱𝐩𝐞𝐫𝐢𝐞𝐧𝐜𝐞 ―Josh Richards Y Vinnie Hacker―Donde viven las historias. Descúbrelo ahora