𝐍𝐞𝐰 𝐄𝐱𝐩𝐞𝐫𝐢𝐞𝐧𝐜𝐞 ―Josh Richards Y Vinnie Hacker―

13. Daddies

Me desperté con la lengua de Vinnie en mi coño. Su lengua jugaba con mi clítoris y lograba que mi orgasmo esté cada vez más cerca, Josh se echa a mi lado y deja pequeños besos por mi cachete haciendo un largo camino hasta mis pezones.

-Mhmm. -Gemía. Era la puta gloria tenerlos.

Vinnie se coloca encima mío sin aplastarme. Josh se alejó y miraba con su mano en su miembro. Acerco mi mano en el miembro de Josh y lo empiezo a masajear, Vinnie hundió sus yemas de sus dedos en mi cadera para después su miembro entré agresivamente a mi entrada.

-¡Daddy! -Solté un gemido con unas pequeñas lágrimas bajando. Sus movimientos eran lentos y profundos, sentía que su pene quería entrar completamente, pero me dolía hasta salirme lágrimas.

Dos notificaciones empezaron a presenciarse por toda la habitación, escondí mi cara en la almohada blanca, estaba excitada y ellos no podían complacerme porque atendieron la maldita llamada. Que pendejos.

-Lo siento nena, debo de salir de ti aunque no quisiera.

Salió con cuidado con miedo a lastimarme, solté algunos gruñidos por lo enojada que me encontraba con ellos.

-¡Daddy! ¡Papi! -Empecé a lloriquear queriendo que ellos vuelvas y sigan dándome placer. Es su deber como mis papis. Quise vestirme, pero mis ojos empezaban a cerrarse.

Narrador Omnisciente

La pequeña no tuvo tiempo de darse cuenta de que estaba solo, tampoco se dio cuenta que la puerta marrón se abrió dejando admirar a un rubio desnudo y con su miembro ya duro. Josh. Éste lucía su plano y marcado abdomen. Tenía una sonrisa en su rostro y un agarre suelte hacia su pene mientras se acercaba a su pequeña bebé. Ella se encontraba con sus ojos casi abiertos, la sábana blanca cubría su redondo y pequeño trasero hasta sus pies, ella no decía nada solo se atragantaba con su misma saliva al imaginar que se iba a comer todo eso. Era un espectáculo para la vista de ella.

-¿Qué tenemos aquí? -Dijo, disfrutando de la mirada de sorpresa en el rostro de Loren.

-Buen día, papi. -Murmuró la castaña con su voz casi ronca por culpa del recién despertar. A ella no se le notaba ninguna pizca de amargura en su detallado rostro, con tan solo dormir se le pasó las ganas de ser follada, aunque ya están volviendo.

-Apuesto que quieres esto. -Continuó el rubio, señalando su polla larga y dura como una roca. -Ayer Fuiste tan ruidosa, bebé, me excitaste tanto. -Explicaba mientras se agarraba su polla y lo masajeaba de arriba abajo. -Necesito tener un pedazo de ese coñito para mí, nena.

Loren no tuvo tiempo de pensar en las palabras de su papi, antes de que otro miembro grueso fuera empujado en su culo. Vinnie. Loren estaba concentrada en las palabras de su papi, su mirada estaba en el miembro de Josh, imaginando como iba a estar su coño ya destrozada.

-¡Mhmm! -Gritó Loren, arqueando la espalda. Todo su cuerpo ardía, su punto G estaba destrozada de tantas penetraciones que tuvo ayer por parte de los mayores, las lágrimas brotaron de sus ojos. Aun así, no podía hacer nada contra el hecho de que se estaba su feminidad húmeda de nuevo. Su clítoris le dolía y rápidamente ya goteaba su liquido transparente, dejando su entrepierna más pegajosa. -Joder, daddy - Gritó al sentir una palmada en su nalga derecha. Vinnie le dio una palmada.

-No digas grosería, bebé. -Ella sabía que lo hacía con finalidad a llegar que la castiguen, le gustaba lo rudo. Estaba segura que le gustaba las emboscadas que recibía por Vinnie. Pero Loren todavía no conocía el verdadero castigo.

Josh admiraba la escena dándose una mamada, viendo como el hinchado miembro entraba y volvía a entrar en el trasero de Loren. Vinnie voltea a su pequeña y agarró sus piernas, se las puso sobre los hombros sintiendo cómo las embestidas eran más profundas, despegando sus paredes aún más dentro de la joven.