𝐍𝐞𝐰 𝐄𝐱𝐩𝐞𝐫𝐢𝐞𝐧𝐜𝐞 ―Josh Richards Y Vinnie Hacker―

22. Te Amo

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La pregunta de Kio me había dejado incógnita, ¿Qué responder? ¿Qué haces? ¿Qué decir? ¿A quién mirar?

—Ah. —Solté, mis mejillas rojas a punto de explotar en volcán, literalmente. Decidí mirar a los dos, para que ellos digan algo.

—Kio, ¿por qué tanto te interesa? —Preguntó Vinnie, esbozando una sonrisa tranquila, despreocupada; sus cejas alzadas; sonrisa divertida. ¿Él? Él es mi daddy.

—Porque es mi hermana, Vinnie. Solo díganlo, comparten cuerpos, salivas, no es normal ver un trío, pero se ve chévere. —La simplicidad de mi hermano me sorprendió, a la vez no. Estamos hablando de Kio, mi hermano, el que es capaz de venderme.

Miré a Charli, ella sonreí divertida, mientras que Quinton se había quedado sorprendido, que inconscientemente no se detenía en observarme al igual a Vinnie y Josh; Nessa me miró, pero cabizbaja, fingía sonreír y reír, parecía estar feliz. Dios, voy a morir.

Empezamos a charlar, nuevamente, reíamos de las anécdotas que Kio contaba sonriendo, sus anécdotas eran estúpidas, causando que me dibuje una sonrisa burlona.

Era uno de mis mejores días. Reírme, convivir con ellos, era lo que tanto he anhelado, porque cuando me vaya a la universidad no tendría tiempo, no tendría tiempo para verlos, a todos. Charli contándome lo que ha pasado con sus chicos, Nessa enamorándose de cualquier chico, Kio jodiendo mi paciencia, Quinton ayudándome en todo y Vinnie y Josh, ellos... no habría palabras para ellos.

Decidí contarles, pensé que mis padres serían los primeros en saber, pero al parecer serán los últimos. No todo lo que planeas saldrá como quieres.

...

Empacaba mis cosas, mi ropa, mis queridas zapatillas, algunas joyas, maquillaje que casi nunca los he usado porque según Kio parezco una payasa.

Algunas lágrimas se resbalaban de mis mejillas, trataba de no llorar, pero los iba a extrañar. Podíamos intentar una relación a distancia, pero no funcionaría. Podíamos hacer muchas cosas, en futuro.

—¡Hija mía, hermosa, mi futura universitaria! —Mi mamá me llamó, sin superar la noticia que me voy. ¡Sí! (sarcasmo), toda la pena desapareció. —¡Vinnie y Josh están subiendo!

Fue lo último que escuché, la puerta se abrió por Josh. Sonreí y corrí hacia sus brazos, dándole un beso casto a mi rubio rizado.

—Holi. —Saludé, Josh me bajó y terminó con dándome un beso en la frente.

Mis maletas se encontraban en la cama, ellos se fijaron y después me miraron a mí. Vinnie sonrió, besando mis mejillas. —Vamos a salir. —Dijo para así agarrar mi mano y sacarme del dormitorio.

Aunque tuviera solos dos días más, decidí ir con ellos sin reproche por parte mía.

Salimos de la casa y entré al coche de Josh. Ellos estaban vestidos con un jean, Vinnie azul y Josh negro; Josh tenía una camiseta amarilla, y Vinnie una camisa casual blanca. Me mordí el labio inferior izquierdo –inconscientemente– al admirar cada belleza que tenían mis daddies. Yo tenía un buzo negro, y mis maltratadas vans.

—¿A dónde vamos? —Pregunté jugando con el cabello de Vinnie. Mis dedos se enredaban en estos. Su cabello era un algodón, suave y olía rico, siempre olía rico.

Era las seis de la tarde, hora perfecta para ver cómo el sol se esconde entre las nubes blancas. Josh manejaba tarareando una canción, que yo también lo seguía. Es divertido cuando todos cantan, te sientes acoplada a la situación.