Cuando eres niño las cosas son más sencillas, la vida se ve mucho mas prometedora y todo te parece una aventura, pero... cuando vas creciendo te das cuenta de que las cosas no son tan sencillas como las piensas y el camino que probablemente marcaste de niño, se esfuma cada vez más.
¿Mi sueño? Mi sueño era convertirme en aviador, viajar por el mundo y conocer muchas personas, países, culturas, muchas cosas ¿Mi realidad? Soy el maldito asistente del futuro candidato en las próximas elecciones, todo el día corriendo de un lado al otro haciendo sus mandados, respondiendo llamadas, agendando sus pendientes, lidiando con personas molestas que no entiendes que sus situaciones, no están es mis manos, pero, de todos modos, se desquitan conmigo.
Ciertamente, no es en nada la vida que me había imaginado de niño y mucho menos es la vida que me agrada. Todos los días son lo mismo, despertarme temprano, a las 5:00 de la mañana para llegar a las 7:00 y hacer mi trabajo como su secretario, acompañarlo a los lugares a los que tiene que asistir, comer a las 11 am, seguir trabajando hasta las 6 y regresar a casa, en algunas ocasiones sin trabajo pendiendo o en otras regresar a casa simplemente para continuar con mi trabajo, todo hasta las 12 de la noche que cenaba algo, me daba un baño y me iba a dormir para al día siguiente hacer exactamente lo mismo y simplemente un día a la semana era un descanso que prácticamente tomaba para pasarla en mi casa sin hacer nada, solo ver la televisión, pedir comida a domicilio y desperdiciar mi día.
Ciertamente comenzaba a perder la motivación en mi vida, comenzaba a aburrirme de la rutina y comenzaba a fastidiarme cada vez mas de las personas que me rodeaban, de los ruidos, prácticamente la existencia de todos y de todo, incluyendo la mía, comenzaban a molestarme.
Miércoles por la mañana y el trabajo se amontonaba en mi escritorio, creo que hoy tendré que llevarme un poco a casa el día de hoy.
-¡Taehyung!
Escuché mi nombre saliendo de la oficina del jefe y por el tono, sabía que no era nada bueno.
Dejé todo lo que hacia de inmediato y corrí hasta su oficina.
-¿Qué sucede? -pregunté colocándome delante de su escritorio
-¿Crees que esto es la primaria?
-¿Disculpe?
-¿Me puedes explicar qué clase de reporte es esto? -dejó o más bien arrojó sobre su escritorio la carpeta donde había escrito el reporte anoche -¿Tienes alguna especie de retraso o eres idiota? Esto es el trabajo, la vida real, no una tarea de la escuela que puede tener errores
-Pero, es el mismo reporte que he entregado todo este tiempo ¿Cuál es el error?
-¡¿Ahora tengo que hacer tu trabajo?! ¡Lee el reporte y encuentra el error por tu cuenta! -tomó la carpeta y me la arrojó en el pecho -¡Largo!
Me agaché por la carpeta y salí de su oficina.
He entregado ese reporte del mismo modo desde que entré aquí y justo ahora ¿Le encuentra un error? ¿Qué clase de error? El hecho de no saber cuál era el error cuando él no me lo dijo y cuando he hecho el mismo maldito trabajo todo esto tiempo, más todo el trabajo que ya tenía pendiente, lo único que causo fue que el estrés aumentara dando como resultado una linda imagen de mi arrojándole esta carpeta en la cara a ese estúpido al mismo tiempo que le arrojaba el florero pesado de vidrio que tenía en la mesa de té, romperle la nariz, golpearlo hasta... bien, respiremos profundo y concentrémonos en el trabajo.
-Oye, Tae
Levanté la mirada para ver quién me llamaba. Helen, una segunda asistente venía a mi con su esplendida apariencia.
Era una chica hermosa, era joven, soltera, alta, delgada, con cabello color zanahoria y unas lindas pecas en su rostro que ella no cubría con maquillaje, simplemente arreglaba sus pestañas, ponía un poco de color en sus parpados y en sus labios que lo único que hacían era resaltar sus bellos atributos. Llevaba una falda negra por encima de las rodillas, una pegada, con una blusa azul holgada, unos tacones negros, un brazalete dorado y un reloj del mismo color que, hacia juego con su collar y sus aretes, además de que su cabello lo acomodaba de modo que cayera en su hombro derecho.
-Aquí tienes los nuevos reportes -dejó unas cuantas carpetas encima de las que ya había sobre mi escritorio y se quedo frente a mi con los brazos cruzados -veo que tienes bastante trabajo
-Bueno, con los próximos eventos... el trabajo se acumula cada segundo
-Lo sé, por eso acomode la información, simplemente tienes que archivarla
-¿En serio? -sonreí un poco
-Sí, las archivaría yo misma, pero en... -miró el reloj en su muñeca -5 minutos tengo que salir con él a una reunión
-No te preocupes -sonreí -bastante me ayúdate acomodando la información
-Te traeré una bebida fría cuando regrese
-Gracias
-No trabajes demasiado
-Gracias
Me dio una sonrisa y se dio la vuelta para tomar sus cosas y salir de este piso en el ascensor supongo que para esperar al candidato en el estacionamiento.
Como él no estaría aquí por un buen tiempo, me tomé un descanso antes de tiempo. Dejé la computadora encendida y tomé mi comida para ir al callejón de atrás a comer en silencio, sin que nadie me moleste y sin que nadie me vea.
Bajé por el ascensor e ignoré a las personas que pasaban por mi lado. Llegué al callejón de atrás y cerré la puerta, me acerqué a la pared paralela a la puerta y me dejé caer suavemente hasta el suelo. Dejé mi cabeza en la pared y mis ojos se abrieron admirando el cielo del día de hoy.
Había algo de sol y por las paredes blancas de aquí, la luz se reflejaba con fuerza dándole una buena iluminación al lugar. El cielo estaba azul claro, hermoso, con un poco de nubes blancas, supongo que en unos días o por la tarde noche caerá alguna tormenta, pero por el momento solo había unas cuantas nubes blancas.
Abrí la bolsa donde llevaba mi comida. Un toper con rollitos de huevo condimentado, un poco de arroz, un poco de verduras y un poco de fideos, además de una botella de agua.
Me tomé mi tiempo, no tengo ganas de regresar a ese escritorio y puedo tomarme mi tiempo antes de que llegue el jefe. Así que no hay mucha prisa, por eso, después de comer, dejé las cosas a un lado, puse la alarma en mi teléfono y me recosté en el suelo, con mi brazo cubriéndome los ojos para taparme un poco la brillante luz del sol.
Lo único que pido en mi vida en un cambio, algo más emocionante, algo que... me desahogue.
Por un momento creo que me quede dormido, no sé por cuanto tiempo, pero si la alarma no ha sonado, no importa mucho, así que me quede así, con el brazo sobre mis ojos, consciente de mi alrededor, pero fingiendo no estarlo.
-¿Estas muerto?
Eso me asusto un poco, la voz femenina venía de mi lado, pero aun así no quite el brazo de mis ojos y trate de actuar tranquilo.
-¿Tu lo estás? -pregunté
-No
-Entonces, tampoco yo
Por fin alejé mi brazo de mi cara y parpadeé un poco para acostumbrarme a la fuerte luz del lugar al mismo tiempo que me levantaba y dejaba mi espalda recargada en la pared.
Mi vista mejoró y pude ver a la chica delante de mí.
Cabello corto, un tanto ondulado, pero nada esponjado, ojos cafés, piel clara pero no blanca, labios gruesos en un tono rojo vino que le quedaba muy bien, pestañas largas y negras. Llevaba unos pantalones negros de mezclilla, unas botas Dr.Marten's de color negras, además de que llevaba una especie de ¿Top? Esas cosas que son de tirantes con un escote en V y tan corta como para dejarme ves su abdomen, pero aun así llevaba un saco negro. Sus uñas eran un poco largas, en forma de almendra y de color negro, además de que tenía algunos anillos plateados en los dedos, sobre todo uno grande de una cabeza de algún dios griego, no sé cuál sea.
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Killer (KimTaeHyung)
Teen FictionSolo pedía un poco de novedad en mi vida, no me esperaba algo como esto... mucho menos esperaba que me gustara tanto. 1/3 AVISO Esta historia puede contener escenas que pueden ser fuertes para algunas personas ya que habrá asesinatos y sangre, si de...