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-Casi me la creo

-¿Cómo que casi?

-No bromees -comencé a preparar mi cena -un chico como yo no le agradaría de ese modo a una chica como tu

-¿Por qué no? ¿Qué tienes de malo?

-No somos compatibles

-¿Por qué no?

-Por que no, Claris, así son las cosas, una chica como tu no puede enamorarse de un chico como yo

-mmm... eres un buen asesino, pero te falta autoestima

-No me falta nada, simplemente...

-Tienes miedo -se acercó a mí, me alejó de la isla de la cocina y se coloco frente a mí, mirándome directo a los ojos -¿Me tienes miedo?

-N-No

-mmm... siento que me estas mintiendo -cantó

-No te tengo miedo -la hice a un lado para concentrarme en preparar mi cena

-Bien

Dejó ese tema de lado y simplemente caminó a la sala para encender la televisión. Ninguno de los dos hablaba, simplemente escuchábamos la voz del presentador de noticias, el ruido de mi cocinando y nada más.

Al tenerla aquí en casa, no me quedó de otra que cocinar una doble cena.

-Esta listo -dejé su plato en la isla de la cocina y enfrente de él el mío, tomé asiento y ella me alcanzó segundos después, tomando asiento frente a mi

-Debería tomar unas vacaciones

-Lo sé, lo he pensado

-¿Y qué te impide hacerlo?

-No lo sé, jamás las he pedido, simplemente espero a que me las den

-Pues, no sería una mala idea pedirlas ahora, seguro que con todo lo que ha pasado, no se negaran en dártelas

-Supongo que no, lo pensaré un poco más

Cada vez me convencía más en pedir unas vacaciones, supongo que mañana eso haré.

Después de cenar la ve los platos mientras ella se desapareció un momento de mi vista, pensé que estaría en el baño, husmeando por algún lugar o en el mejor de los casos simplemente se había ido de mi departamento porque no escuchaba ningún ruido de ella.

Dejé los platos limpios en su lugar, apagué lo que tenía que apagar y cerré lo que tenía que cerrar para poder ir a dormir. Abrí la puerta de mi habitación y resolví el misterio del paradero de Claris, estaba acostada en mi cama, con la camisa que le había prestado antes, estaba recostada de un lado con los ojos cerrados, supongo que ya estaba dormida.

No quiero discutir ahora, solo quiero dormir así que simplemente me moví en silencio, me di un baño, cambié mi ropa por mi pijama, acomode las cosas que normalmente acomodaba para mis mañanas y con todo eso hecho, me metí a la cama, apagué la lampara de mi mesa de noche y me acomode dándole la espalda a ella.

Comenzaba a quedarme dormido cuando sentí una fría mano deslizarse por debajo de la camisa de mi pijama, topando con mi piel y poniéndola de gallina por la temperatura de la mano. Abrí los ojos de golpe y me giré para verla a ella.

Claris estaba levantada apoyando su cabeza en su mano contraria y esta apoyada en su codo.

-¿Qué haces? -tomé con fuerza la muñeca de su mano debajo de mi ropa

-¿Qué quieres que haga?

-Que te detengas

-¿En serio?

-Sí -alejé su mano de mí

-¿Qué te molesta? Tae ¿Qué yo tenga la iniciativa? Si eso te molesta, puedes iniciar tu

-No me molesta eso, me molestas tu

-¿Por qué?

-Porque eres una persona extraña, una persona que me ha traído problemas

-¿Problemas? -sonrió -por mi te atreviste a liberarte de un jefe estresante, tuviste el valor de hacer cosas y dejaste de ser un maldito cobarde

-No era un cobarde

-¿No? -parecía molesta

Se levantó de la cama velozmente y se subió encima de mí, sus piernas a los lados de mi cuerpo y sus manos tomando en puños el cuello de mi camisa.

-Soportabas las humillaciones de ese estúpido, guardabas silencio antes sus abusos, eso es ser cobarde

-Necesitaba el trabajo

-Nadie necesita un trabajo más que su integridad. Lo único que he hecho por ti es sacarte de la maldita zona de confort que has creado

-No lo necesitaba

-Lo necesitabas. Estas solo, Tae, no tienes a nadie, no tienes familia, no tienes amigos, ni novia, soy la única persona cercana que tienes, necesitabas cambiar 

-Tengo a Helen

Al escuchar su nombre comenzó a reír y me soltó para cruzar sus brazos.

-¿Ella? Cuando se entere que eres un asesino ¿Cómo crees que te mirara? ¿Ah? Con terror Taehyung, a ella le dará miedo estar con un asesino como tu

-No tiene porqué enterarse de eso

-Lo hará, tarde o temprano, siempre se sabe la verdad y cuando ese momento llegue ¿Crees que ella querría estar contigo? ¡No! ¡Claro que no! Solo yo, Tae -se inclinó a mi -solo me tienes a mi y solo me necesitas a mi

¿Solo a ella?

-¿Y si te vas? -susurré

-No me iré, Tae, jamás -dejó su mano en mi mejilla -siempre estaré contigo, hasta el final

-¿Hasta el final?

-Hasta el final, cariño -sonrió cálidamente y me besó

Si ella ha prometido quedarse conmigo hasta el final, yo me encargaré de que esa promesa se cumpla.

La tomé con fuerza de la cintura para poder cambiar posiciones. Recostada sobre mi cama, con sus manos a los lados de su cabeza, era una linda imagen, jamás había estado con una mujer así que no sabía qué tan linda sería esta vista.

-Eres principiante ¿Cierto?

-Sí

-No te pongas nervioso -sonrió

-No estoy nervioso. Sé perfectamente lo que hay que hacer, dónde hacerlo y cómo hacerlo

-Bien, muéstrame entonces

Tomé las orillas de mi camisa y la deslicé hacia arriba para quitársela y arrojarla al suelo. No era impresionante que, hasta su ropa interior fuera de color negro, lo que era impresionante, era su cuerpo al descubierto, a merced de mis manos y mi boca.

Entrelace mis dedos con los suyo y apreté mis manos para que ella no pudiera liberarse, dejé mis labios en su boca y mi lengua jugueteo con la suya por un momento hasta que bajé por su cuello, y después hasta sus clavículas donde succione un poco su piel hasta que dejé una marca, pensaba en solo hacer eso, pero una marca en sus clavículas no me convenció del todo, así que subí de nuevo a su cuello donde mordí un poco, lo suficientemente fuerte como para atravesar la piel y sacar un poco de sangre.

-¿Qué haces? -preguntó después de quejarse del dolor

-Prometiste que te quedarías conmigo hasta el final, es una promesa, estoy cerrando nuestra promesa

No dijo nada al respecto y simplemente cerró los ojos, supongo que esperando a que continuara. Mi limpié un poco el labio con mi pulgar y sonreí al no recibir ningún reproche por lo que acababa de hacer.

Solté sus manos y lasdeslicé, ambas, por todo su abdomen, por sus muslos hasta sus rodillas. Las reaccionesque tenía ante mi tacto me gustaban, era la misma sensación que tenia cuando lavida de Joshua y Austin estuvieron en mis manos. Me sentía poderoso. 

Killer (KimTaeHyung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora