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No dije nada.

-Y las causas del incendio. Un corto circuito del microondas

-¿Un asalto?

-Eso aún lo siguen investigando -le dio un trago a su bebida -lo raro de esto -se lamió los labios -es que, encontraron una cuchara de metal y un vaso de plástico encima del microondas -me miró directo a los ojos -pelaron el cable, eso no es de un simple asalto 

Lo miré como si no entendiera lo que decía.

-¿Dónde estabas esa madrugada?

Directo a la pregunta principal.

-Aquí en mi casa

-¿Tienes a algún testigo que pueda asegurar que estabas aquí?

-No lo creo, mi vecino, nada más. Estaba durmiendo, no creo que alguien anduviera rondando por los pasillos asegurándose que todos estuvieran en sus departamentos

En ese momento sentí un poco de comenzó en la nariz y por eso levanté la mano para rascarme, lo que estuvo mal. Todo este tiempo había dejado mis manos en mis muslos y justo ahora, los ojos de los dos cayeron en la cinta blanca que cubría la herida en mi mano.

-¿Qué te paso en la mano? -preguntó O'Connor

-Un descuido al lavar los cuchillos

-¿Un descuido? -me miró a los ojos

-aja, ya sabe, limpiar el filo con la esponja y ver la televisión al mismo tiempo no es una buena idea

Se quedó en silencio y Oscar se quedó mirando aún mi mano.

-¿Puedo ver la herida? -preguntó al final

Me puse nervioso al instante. Si veían mi herida, sabrían que se trataba de una mordida y no de un corte. Pero no puedo negarme.

-¿Por qué? -sonreí -solo es una herida

-Solo quiero ver qué tan bien va

-Va bien, gracias

-¿Tienes miedo de algo? -sonrió Joe como si me hubieran atrapado –¿Qué pasa, Tae? Solo es un corte de cuchillo ¿No?

Rodeé los ojos e hice lo que querían. Dejé mis manos sobre la mesa y quité la cinta blanca.

-Eso no parece un corte de cuchillo -dijo Oscar con sus ojos sobre los míos -eso fue hecho con dientes

-¿Qué paso realmente? Taehyung -preguntó O'Connor –¿Por qué tienes una mordida en la mano?

Me molesté un poco, cubrí la herida y bajé la mano.

-Fue un accidente... en la cama

-¿En la cama?

-Aj... conocí a una chica ¿Okey? Tuvimos sexo, le cubrí la boca y ella me mordió ¿Felices?

-¿Así de fuerte?

Levanté los hombros.

-Fetiches de ella

Los dos se miraron inconformes.

-No lo dije desde un principio por eso -los señale -es... vergonzoso hablar con ustedes sobre mi vida sexual, pero si tienen dudas, pueden revisar mi cama, aun no he lavado las sábanas, seguro encuentran algunos fluidos que respalden mi historia sobre... mi herida

-No, no -dijo O'Connor -te creo, por esta vez... lo creeré -parecía algo incomodo y no siguió insistiendo

-Bueno -suspiró cerrando la libreta delante de él -esto es todo lo que teníamos que preguntarte

Los dos se levantaron y yo también.

-Bueno, gracias por contestar las preguntas

-No hay de que

-Nos veremos después

-Adiós

Los dos se fueron, esperaba que en cuanto cerrara la puerta irían con mi vecino para confirmar mi historia de que había estado aquí todo el tiempo, pero no, incluso me quedé un momento escuchando en la puerta esperando por ellos, pero se habían ido definitivamente.

Solté un fuerte suspiro al sentirme aliviado de que hubieran creído mi historia del fetiche. Debo tener más cuidado con estos pequeños detalles.

El resto del día continué con mis planes iniciales de limpiar hasta que todo estuvo más limpio, cambié la ropa de mi cama, salí a tirar la basura, incluso fui rápidamente al super para completar un poco mi alacena y de ese modo se me pasó el día. Me di un baño y al final me fui a la sala de la televisión para ver una película y esperar por Claris.

Mis pies se movían con rapidez por las escaleras del orfanato mientras sentía como el corazón latía tan fuerte que podía escuchar el bombeo en mis oídos, incluso por un momento di un mal paso que casi me hace caer, pero me sostuve con fuerza del barandal. Los truenos de la lluvia se escuchaban cada vez con más fuerza y en cualquier momento comenzaría a llover, hacía frío, pero estoy seguro de que mi cuerpo no temblaba por eso, sino por la adrenalina que ahora mismo me recorría completamente.

Corrí por el pasillo hasta chocar con la puerta que abrí de golpe para poder salir al jardín. No había chicos en los pasillos ni afuera porque la bruja Lia hoy ha estado de un muy mal carácter desde la mañana, por eso todo mundo esta escondido para evitar cruzarse con ella y padecer de sus torturas.

Cuando salí de la casa al jardín y correr unos cuantos pasos, me detuve ante los pies de la señora Jones. No puede evitar cubrirme la boca, no debía sacar ningún llanto ni ruido ahora. Estaba asustado, sorprendido... en shock.

El ruido seco que había hecho su cuerpo obeso al chocar con el pavimento lo había escuchado aun estando en la azotea del tercer piso, un sonido que jamás en mi vida había escuchado.

La sangre salía de su cabeza, un tono rojizo brilloso, hermoso, espeso... las maneras de describir esa sangre y ese color podrían dejarte crear un hermoso poema. Sus ojos miraban sin expresión hacia el cielo, parecían secos y ya no daban miedo. El hueso de una de sus piernas supongo que por el golpe había salido, había atravesado la piel y ahora se asomaba con rastros de sangre sobre él.

Me acerqué a ella, un poco, pero simplemente fue para levantar mi cabeza al techo donde esa chica de pantalones de mezclilla y blusa negra estaba de pie, miraban todo desde allá arriba. El aire del día era algo fuerte, por lo que su castaño cabello le cubría la cara, haciéndome imposible reconocerla, simplemente pude ver sus ojos. Unos ojos que parecían ser de un demonio, claros, hermosos para algunas personas incluso para mí, pero cuando te miraban de la manera que lo hacían ahora... era como si tu alma fuera consumida lentamente por ella.

Giré mi cabeza de nuevo hasta Amelia, no sabía qué hacer, mi cuerpo no se movía, mi cerebro mandaba la señal a mis piernas de salir de este lugar, pero ellas no recibían la señal.

-¡Jamás los dejare ir!

Los ojos de Amelia me miraron, salto, me tomó de la pierna con sus obesos y asquerosos dedos. Caí hacia atrás, sobre mi trasero, mientras ella se movía horriblemente, escuchaba como sus huesos tronaban con cada movimiento y el ruido que hacia su cuerpo al arrastrarse en el suelo era un ruido que ante mis oídos sonaba horrible.

Di una rápida mirada al techo donde estaba la chica pidiendo un poco de ayuda, pero ella solo me seguía mirando con esos horribles ojos.

-¡Son míos!

Lia levantó sus manos en modo de garras frente a mi cara, sé que me arrancaría los ojos o algo así, por eso solo pude cerrar mis ojos con fuerza y esperar por el dolor. 

Killer (KimTaeHyung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora