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Ella lo había anotado en una libreta que me entregó una vez que los dos nos sentamos en la cama.

Tomé la libreta y comencé a leer el plan mientras sentía la ansiosa mirada de ella sobre mí.

-¿Qué te parece? –preguntó al final

-Me agrada, pensaste en todo

-Lo sé –sonrió orgullosa –solo depende de ti seleccionar una fecha –se dejó caer hacia atrás en la cama para recostarse

-Supongo que... en una semana será bien

-Una semana –susurró –está bien

No quería deshacerme de él ahora, en fechas cercanas de cuando él me declaro sospechoso potencial, tal vez una semana o una semana y media después sería bueno. Me daría el tiempo suficiente para pensar en qué hacer después, en sí debería irme de la ciudad o seguir aquí como si nada.

(...)

Exactamente una semana y media después, Claris y yo habíamos comenzado a planearlo todo aún mejor porque esta noche, el detective Jose O'Connor moriría.

Durante todo este tiempo, no me habían dicho nada sobre mi caso, ni siquiera Alex me había llamado, pero Helen, incluso había venido a mi departamento, jamás lo había hecho antes así que supongo que fue a recursos humanos para pedir mi dirección porque yo jamás se la había dado.

Trajo comida un sábado, justo cuando Claris había salido a su trabajo, por lo que no hubo problema, ciertamente, tengo miedo de cómo ella pueda reaccionar con el hecho de que Helen viniera, Claris decía que ella no le agradaba, no le agradaba que me mandara mensajes así que omití mencionarle cuando ella llegó que Helen había venido.

El plan era sencillo, crear una coartada con mi vecino Allen, que él me viera en mi departamento, poner música o una película con la excusa de que estoy con mi novia, después de un rato, salir del departamento para ir a la casa de O'Connor, sabia donde vivía, Claris lo había averiguado siguiéndolo desde la estación de policías donde él trabajaba hasta su casa. Vivía solo, en una casa de un piso en un barrio tranquilo, nada lujoso, pero demasiado tranquilo, así que sería fácil entrar a su casa y asesinarlo.

Por la noche salí de mi departamento justo a la hora en la que normalmente Allen sale del suyo a tirar la basura, minutos antes, había ido a la tienda para comprar comida de una noche de películas, ya saben, palomitas, refrescos, algunos dulces y de esas cosas que mentí en una bolsa transparenté para que fueran fácil de verse.

Regresé a casa y justo como lo quería y lo había planeado, mientras yo intentaba abrir la puerta, el vecino salió con las bolsas de basura.

-Taehyung ¿Cómo estás?

-Bunas noches, vecino, bien ¿Y usted?

-Bien, también, no puedo quejarme o nos va peor

-Claro que sí –sonreí amable al igual que él

Sus ojos como todo vecino entrometido fueron a la bolsa que tenía en la mano.

-¿Noche de películas?

-Sí, mi novia va a venir en un rato y vamos a ver películas

-¿Tienes novia? –preguntó sorprendido y al mismo tiempo sonriendo

-Sí –sonreí –tenemos poco tiempo apenas, pero suele venir seguido

-¿Viene seguido a tu casa?

-Sí, incluso se queda a dormir

-Wow, que raro, nunca la he visto

-¿No?

-No –negó con la cabeza

-No lo dudo –sonreí –ella es muy silenciosa, incluso a mí me asusta cuando llega a casa, sabe la clave de mi puerta y nunca escucho cuando entra, me toma por sorpresa

-Lo entiendo –sonrió –mi hermana es igual de silenciosa, cuando éramos niños le pedía que usara un cascabel para escucharla cuando anduviera cerca porque siempre me asustaba

-Le diré a ella que haga lo mismo

-Sería una buena idea... bueno, te dejo que esto –señaló las bolsas de basura –comienza a apestar el pasillo

-Claro

Caminó a las escaleras, pero antes de irse me miró con su clásica sonrisa amable.

-Si algún día lo desean, vengan a comer a mi casa, tu novia y tú, solo avísenme para preparar una comida decente

-Claro que sí, gracias

-Linda noche

-Igualmente

Por fin entré a casa y dejé las cosas sobre la isla de la cocina.

Creo que todo este tiempo me había preocupado inútilmente del hecho de que los vecinos vieran el cambio de mi rutina al tener invitados. Claris es más silenciosa de lo que pensaba, puede ser bueno como puede ser malo.

Fui a mi habitación para cambiarme de ropa. Unos pants negros, unos tenis blancos, una sudadera de gorro negra, cubre bocas y mis guantes de invierno, algunas cintas y algunas bolsas que guarde en mi pequeña mochila, como siempre, ella me vería allá.

Dejé mi mochila en la puerta y esperé a que fuera la hora correcta para irme. Mientras esperaba, le mandaba mensajes a Claris para preguntarle cómo iban las cosas, simplemente para asegurarme de que no hubiera ningún problema, incluso tuve tiempo de mirar dos capítulos completos de la teoría del Big Bang.

Una vez fue la hora correcta, puse una película, en el volumen completo y programe la televisión para que pusiera otra en cuanto terminara esta, necesito suficiente tiempo para hacer todo sin que se notara mi ausencia en el departamento.

Dejé algunas luces prendidas e incluso calenté unas palomitas para que el olor saliera de aquí e impregnará el pasillo. Tomé mi mochila, mi patineta y salí de casa con cuidado de que nadie me viera y sin que nadie me escuchara.

Lo bueno de ir por las noches, es que no había personas, no muchas, a lo mucho dos o tres autos, nadie caminando ni nadie en las tiendas que pudieran verme pasar.

La casa de Jeo quedaba a unos 15 minutos de la mía, lo que era una buena distancia. Una vez llegué, Claris me estaba esperando en la esquina de la calle donde estaba la casa de él. No era sorprendente verla sola y en la noche, creo que más problemas tendría el que se quisiera meter con ella.

-Llegas a tiempo –sonrió cuando me vio

Llevaba unos pantalones de vestir negros y una camisa de botones, de manga larga y algo holgada, unos tacones y todo lo demás igual, labial y anillos, su cabello lo había atado en una coleta y llevaba un cubre bocas y unos guantes en la mano. No era la mejor vestimenta, pero, es Claris.

-¿Por qué siempre vistes de negro? -mis ojos la seguían con atención mientras ella comenzaba a camina por la calle

-Porque la sangre no se nota en el negro -sonrió de un modo sexy, pero al mismo tiempo era tenebrosa esa sonrisa

Preguntar por qué siempre iba de negro era una de las miles de preguntas que quería hacerle, pero su respuesta, fue más sencilla de lo que había pensado.

El beneficio de que todas las casas de esta ciudad sean casi iguales, es que todas las que no están en un edificio, tienen jardín trasero, lo sufrientemente bueno como para poderte escabullir dentro. Guardé mi patineta en la mochila y los dos nos pusimos los guantes y ella el cubre bocas al mismo tiempo que yo me ajustaba mejor el gorro de la sudadera para que no cayera por ningún motivo.

Los dos nos escabullimos por detrás de su casa hasta el jardín donde tuvimos que saltar una diminuta barda que estorbaba más que proteger. Pensé que ella por llevar los tacones tendría algunos problemas, por eso fui primero, pero cuál fue mi sorpresa al ver su agilidad para saltar la barda. 

Killer (KimTaeHyung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora