Killer (KimTaeHyung)

3

-Lo hice, pero si usted no me dice el error, no sabré qué corregir

-¡Por eso estas aquí! ¡No pienso hacer tu trabajo!

Se dio la vuelta y mientras caminaba hacia su oficina me hablo.

-Quiero ese reporte perfecto, sin ningún error en mi escritorio a las 7 am ¿Entendiste? -cerró la puerta de su oficina y la mirada de todos cayeron sobre mí, incluso la de Helen, con miradas de lastima, las cuales, me incomodaron

Las puertas del ascensor se abrieron a buen momento y entré.

Mientras bajaba el ascensor yo me recargue en la pared y eche mi cabeza hacia atrás. Estaba cansado, fastidiado y demasiado enojado. Quería ahorcar a ese hombre con mis propias manos. Lo odiaba demasiado.

Por primera vez en mucho tiempo no fui directo a casa, arrojé todas las cosas en el asiento de atrás y subí a mi auto directo a un bar, necesitaba un poco de alcohol para poder tener un poco de paz y poder continuar con esta maldita rutina.

Llegué al bar y me senté en la barra para comenzar a pedir el alcohol que tanto anhelaba. La verdad no tenía idea de qué limite tendría que ponerme, mañana tenía que ir a trabajar temprano, tenía que llegar a casa a terminar el trabajo, no podía embriagarme, pero, por otro lado, en serio lo necesito, necesito perderme un momento para poder soportar el resto de la semana.

No estaba de acuerdo en cuanto tomar, pero de todos modos no me detenía de seguirle pidiendo tragos al cantinero.

La música era buena, el interior del lugar era caliente a comparación del aire fresco de afuera, había personas, grupos de personas que parecían ser compañeros de trabajo que justo habían terminado sus días y ahora se tomaban un descanso.

Comenzaba a sentirme mareado, pero no quería parar, quería sentirme aún más perdido por eso no me detenía. Las personas a mi lado comenzaban a verse algo... mareantes.

-Uno más -dije y el hombre me hizo caso

Lo tomé de un solo trago y dejé el bazo con algo de fuerza sobre la barra al mismo tiempo que giraba mi cabeza.

-¿Cansado?

Sentía mi cabeza moverse un poco y parpadee un par de veces para mejora mi vista solo para darme cuenta de que esa chica de negro, la extraña, estaba sentada a un lado de mí, con un coctel en la mano, con la misma ropa con la que la había visto en la cafetería. Estaba sentada con las piernas cruzadas y con una postura muy derecha.

-¿Tu? -pregunté -¿Acaso estas acosándome? -escuchaba mis palabras y se escuchaban amontonadas y torpes

-No, solo es coincidencia

-¿No crees que es demasiada coincidencia?

-Tal vez -levantó los hombros y le dio un trago a su bebida

Miré al hombre y solo con un movimiento de cabeza él relleno mi vaso de nuevo e igualmente me lo tomé de un solo trago.

-¿Trabajas en el edificio? -pregunté

-Algo así

-¿Qué haces?

-Lo mismo que tu -me miró -papeles, papeles y más papeles

Sonreí.

-Entonces ¿Te diviertes?

-Sí, algo... mi existencia es divertida, a comparación de la tuya -me sonrió

-¿Tu existencia? ¿Divertida? -volví a sonreír sintiendo como mi cabeza se mareaba aún más -eso es imposible

-Bueno, cada quien tiene un concepto diferente de felicidad

-No puedo imaginarme a alguien siendo feliz trabajando en lo mismo que yo

-Pues yo sí

Se supone que vine aquí para no pensar en el trabajo y ahora con ella, solo estaba hablando de trabajo.

Volví a señalar mi vaso, volvieron a llenarlo y volví a tomármelo de un solo trago.

-No vine aquí para hablar de trabajo -me levanté del banco, saqué dinero de mi billetera y pagué mis tragos para poderme ir

-Tu comenzaste, pudiste preguntarme de otras cosas

Caminé hacia la salida, empujando a algunas personas que se cruzaban en mi camino.

Llegué hasta mi auto y entré, pensaba en irme a casa, pero ni siquiera atinaba a meter las llaves para encender el motor y el sueño me estaba ganando, así que mi idea de tomarme un pequeño descanso aquí me sonó muy bien. Cerré las puertas con seguro e hice un poco hacia atrás el asiento para poder dormir un poco.

El dolor de mi espalda por la mala postura del asiento fue lo que me despertó, si por mi fuera, hubiera seguido durmiendo, pero el dolor era insoportable. Abría los ojos solo para darme cuenta de que las calles estaban vacías, el cielo estaba oscuro y hacia más frio que cuando me dormí.

Acomode el respaldo, me frote los ojos un poco y me estiré. La cabeza aún me daba un poco de vueltas, pero ya estaba mucho mejor, ya podía regresar a casa manejando.

Dejé mis manos en el volante y giré la cabeza. El susto que me llevé hizo que mi corazón se acelerara, mi espalda chocó con la puerta y me pegué en la cabeza con la puerta también.

Esa chica extraña estaba dormida en el asiento de copiloto, en mi auto, junto a mi ¿Cómo es eso posible? ¿Cómo y por qué esta aquí?

-Oye -la movía un poco, pero no respondió -¡Oye! -la moví un poco más rudo hasta que despertó

-La delicadeza con las chicas no es lo tuyo ¿Cierto? -bostezo y se estiro cómodamente, como si estar en mi auto sin que yo le hubiera dado permiso fuera los más normal para ella

-¿Qué haces en mi auto?

-Me invitaste

-¿Qué? Claro que no

-Claro que sí, estabas ebrio, quise ayudarte a llegar a casa, me dejaste entrar y te quedaste dormido, así que -levantó los hombros -también me quedé dormida

-Largo

-¿En serio vas a correr a una chica?

-Sí, largo

-Bien

Abrió la puerta, bajó de mi auto, cerró y se quedo de pie con los brazos cruzados mientras me miraba. Encendí el auto y me fui del lugar. Esa chica me molestaba, me asustaba y me intrigaba, pero subir a mi auto sin que yo le hubiera dado permiso, paso los límites de mi privacidad.

Aún me sentía enojado después de 2 minutos de haberla dejado en la calle sola, pero para cuando llegué al primer semáforo y tuve que detenerme me di cuenta de que fue un error. Invadir o no mi privacidad a ese nivel la dejé sola en la calle y por algún motivo me sentía mal, me sentiría mal si llego a enterarme que esta noche le paso algo.

Ajj

En cuanto el semáforo se puso en verde di la vuelta en U para regresar a la calle del bar esperando encontrarla y fue correcto. Ni siquiera se había movido un centímetro de donde se había quedado cuando la saqué de mi auto. La calle aún estaba llena de luces y una que otra persona ebria que pasaba.

Detuve mi auto delante de ella y bajé mi ventana.