Hacía frío afuera y el sonido de las olas era agradable, además del olor a sal. Si estos edificios hubieran seguido funcionando, seguro que habría comprado algún departamento, con una hermosa vista al mar. Caminé un poco para poder alcanzar a ver el mar. Era hermoso, jamás había venido aquí en la noche y creo que ahora lo haré más seguido, solo que iré a la parte linda, no aquí.
-¿Te agrada?
Salté del susto y miré detrás de mí.
-¿Es tu estilo asustar a las personas?
-Sí, me agrada ser así
-Lo odio
-Pues lo siento
Sus ojos bajaron hasta mi mano donde llevaba el tubo de hierro fuertemente agarrado y simplemente sonrió. Ella llevaba la misma ropa con la que la había visto en la tarde, se veía tan relajada que me dieron ganar de preguntarle si no tenía frío, pero no dije nada.
-¿Tienes miedo? -preguntó con una sonrisa en los labios
-No
-¿Y el tubo? -lo señaló con la mirada
-No es miedo, es inteligencia de supervivencia
-Pues, no eres muy listo -se burló
-¿A qué te refieres?
-¿Inteligencia de supervivencia? ¿Y vienes a xxx, a las 12 de la noche, con una chica de la que no sabes el nombre solo porque ella te dijo que te esperaría? No eres muy listo
Tiene razón.
-Bueno, entonces me iré -pasé por su lado directo a mi auto
-Te perderás de la sorpresa
-¿Cuál sorpresa? -la miré molesto por jugar conmigo, solo me estaba haciendo perder mi tiempo
-Sígueme
-¿En serio?
Ella solo levantó los hombros.
-Tienes un tubo de hierro y yo iré adelante todo el tiempo
-...Adelante, entonces
-Bien
Sus ojos me miraron todo el tiempo que le tomó tomar la delantera.
Caminamos un momento, pasamos el primero, el segundo y hasta el tercer edificio. Entramos al tercer edificio y subimos las escaleras hasta el último piso, hasta el 4 piso, fue cansado ciertamente, pero en todo momento estuve atento a los ruidos ajenos a los que nosotros hacíamos. No quiero que su cómplice me tome por sorpresa o que alguna otra persona me tome por sorpresa.
Ella caminó derecho por el pasillo hasta la ultima puerta la cual abrió sin esperarme y entró.
Me acerqué a la puerta dando una última mirada a las escaleras y a las otras puertas para estar seguro de que nadie más viniera. Si ella intenta hacerme daño puedo matarla sin que nadie se de cuenta por lo menos. Entré y cerré la puerta, me giré y la sorpresa que me llevé me hizo dar un paso hacia atrás hasta chocar con la pared, incluso el tubo de hierro por poco lo dejo caer.
-¡Sorpresa! -dijo ella con una enorme sonrisa en los labios
-¿Q-Qué demonios...? ¿C-Cómo...?
El corazón me latía demasiado, las piernas me temblaban, no encontraba las palabras.
Joshua... mi jefe, estaba frente a mí, atado en una silla, con las manos en sus espaldas y una cinta gris en la boca. Su mirada era de terror completo... una expresión de terror tan placentera.
-¿Por qué...? -pregunté sin despegar mis ojos de él
-¿No es lo que querías? -preguntó ella
-No, claro que no
-Claro que sí -sonrió -yo lo quería
-Si tu lo querías ¿Por qué crees que yo sí?
-Soy tu espejo ¿Recuerdas? -susurró
-Yo no quiero nada de esto, libéralo
-Libéralo tu -se cruzó de brazos. Estaba a un lado de él y simplemente dio unos pasos alejándose de Joshua mientras me miraba
Ella no lo haría, así que yo lo hice. Dejé el tubo de hierro caer al suelo haciendo un ruido de eco en toda la habitación vacía y me acerque a él. Le quité la cinta de la boca de un tirón y después de quejarse un poco por el dolor que le provoco, me miró con rabia.
-¡Estas en serios problemas! ¡Suéltame de una buena vez!
La mirada de odio que me lanzaba este hombre, el modo en el que me hablaba, aun cuando su vida dependía de mí.
Caminé lentamente hasta sus espaldas, donde tenía las manos atadas con una cuerda gruesa mientras él seguía gritando.
-¡Estas despedido! ¡Mis abogados te pudrirán en la cárcel! ¡Esto es secuestro y lo vas a lamentar!
-¿Yo?
-¡Sí idiota, tu, lo vas a lamentar, vas a venir a mi arrastrándote pidiéndome piedad!
-¿En serio?
-Eres un maldito cobarde
Ja
Regresé a caminar delante de él, dándole la espalda directo a donde estaba el tubo de hierro para tomarlo.
-¡Deja de estar jugando y suéltame de una maldita buena vez!
Ella le lanzó una mirada sonriente a Joshua y después me miró del mismo modo a mí.
-Lo tienes, Taehyung, su vida depende de ti... solo tienes que decidirte. Es un maldito, se porta como un estúpido con todos, lo único que harías, sería convertirte en héroe ¿No lo crees?
-Pero no es correcto -susurré
-¿Y qué? -comenzó a caminar hacia mí -él nunca hace cosas correctas ¿Por qué hacer lo correcto con él cuando no lo hace?
-Yo nunca he matado a nadie
-¿Matar? -Joshua comenzó a burlarse -¡Eres un maldito cobarde que no puede hacer nada! ¡Suéltame ya!
Los gritos de ese hombre, su voz, su mirada, todo en él, me hacían enojar.
Moví mis dedos tomando con más fuerza el tubo de hierro, sintiendo el frio en mi piel.
-Solo son unos cuantos golpes -susurró ella cerca de mí -uno, dos, tres... cuatro, cinco si quieres desquitarte un poco más
-No es mala idea -sonreí
-No, no lo es, pero tienes que darte prisa si quieres regresar a casa y darte un baño antes de ir a trabajar mañana
-¿Trabajar?
-¡Claro! Tienes que actuar como si no supieras nada
-Actuar normal -susurré
-Hazlo -sentí cómo me empujaba por la espalda para que me acercara a él
-Ni lo pienses, Taehyung. Suéltame de una buena vez si no quieres meterte en más problemas
-¿Soltarte? -sonreí -¿Por qué lo haría?
-¿Qué? ¡Soy tu jefe! ¡Y esto es un delito!
-¿Y? -levanté los hombros -muchas de las cosas que haces son ilegales
Acomodé un poco mi gorro y até los cordones en el cuello para que con los movimientos no se me cayera. Tomé el tubo como si fuera un bat de beisbol y me acerqué a él.
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Killer (KimTaeHyung)
Novela JuvenilSolo pedía un poco de novedad en mi vida, no me esperaba algo como esto... mucho menos esperaba que me gustara tanto. 1/3 AVISO Esta historia puede contener escenas que pueden ser fuertes para algunas personas ya que habrá asesinatos y sangre, si de...