Capítulo V: Agony

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Can you hear the drums of the city rain?
It's just the black parade crying again...

"Largate Bert." gruñó Frank mientras intentaba apartar el pesado cuerpo, que prácticamente se encontraba encima suya.

"Vamos...Se que quieres, como en los viejos tiempos." susurró McCracken al tiempo que dejaba que sus manos recorrieran libremente la anatomía de Frank, quien seguía intentando quitárselo de encima.

"¡Ni viejos tiempos ni pollas!¡Dejame en paz!" gritó el más pequeño dando algunos inútiles golpes en la espalda de Robert, este rió.

"Espera, espera... Ya se porque no quieres... A ti te gusta Gerard." sonrió cínico. Frank dejó de pelear por un momento y miró los azules ojos de Bert. Su rostro tomó un color rosáceo y lo giró disimuladamente.

"¡Já!¡Acerté! Te gusta el idiota ese." rió Bert quedándose tumbado al lado de Frank, este volvió a mirarlo de mala gana.

"No es niningún idiota." dijo entre dientes, Bert no dejaba de sonreír como si acabara de descubrir América o algo. "Ni se te ocurra decírselo." masculló cruzándose de brazos con una rabieta haciendo presencia en su cara.

"No, mientras me sigas dando sexo no." rió Bert mirándolo ahora con ambas cejas subiendo y bajando sensualmente.

"No voy a darte nada. Se acabó, ¿Qué mierda no entiendes?" dijo Iero intentando empujarlo fuera de la cama sin mucho éxito.

"Ohh, vigila tu lengua pequeño, no querrás que Gerard sepa que eres una putilla en realidad, ¿verdad?"  Robert seguía sonriendo mientras a Frank se le subían los colores a la cara y se levantaba ahora para darle un puñetazo. Bert se protegió con las manos y finalmente atrapó las muñecas del más bajo inmovilizádolo.

"¡Sueltame idiota!" gritaba forcejeando aún.

"¡Que me hables bien joder!" la música de afuera calló cualquier grito cuando la palma de la mano de Bert impactó en la mejilla del chico.

Frank se llevó las manos al lugar adolorido mientras miraba al otro con odio.

"Mira enano, harás lo que yo diga, por tres simples razones." sonrió jugando con un mechón de su pelo.

"¿A si? Iluminame." dijo Frank fingiendo una sonrisa irónica. Bert empezó a dar vueltas por la habitación mientras se preparaba para hablar.

"Primero, porque sé tu secreto. Si no haces caso se lo contaré a tu amorcito." rió mirando a Frank, quien se había cruzados de brazos pegado a la pared.

"¿Y que más?" preguntó.

"Lo segundo, es que soy vuestro jefe, y perderéis el empleo ambos." caminó hasta él y acarició su mejilla. Frank frunció el ceño sabiendo que el maldito de Robert tenía razón.

"¿Y la tercera?" dijo Frank, sin ni siquiera estar seguro de si quería saber lo que tenía por decirle.

"Tengo algo que tú quieres." Bert llevó su mano al interior de su abrigo y sacó una bolsa con un paquete dentro. Lo movió frente a los ojos de Frank y cuando este intentó quitárselo retiró su mano ágilmente, negando un par de veces con la cabeza.

"Primero me das lo que quiero." rió acercándose más a su víctima.

"Por favor... Bert...Berty, dámelo." musitó Frank suavizando su tono de voz. Bert lo miró fijamente a los ojos, sonrió y se giró dejando el paquete encima del armario.

"He pagado la mitad de esa mierda, asi que me debes dinero." volvió a dirigirse al pelinegro. Frank tragó saliva con fuerza.

"Te lo devolveré, dame tiempo." dijo jugando con los dedos de la mano por el nerviosismo.

"Quiero ahora, y quiero sexo." exigió Bert." Es el trato que te propongo, prometo ser rápido." acarició el rostro del de ojos avellanas."... y entonces te daré esa porquería." Finalizó señalando la bolsa que descansaba sobre el armario. Frank la miró un momento y cerró los ojos asintiendo.

Bert sonrió victorioso uniendo sus labios con los de Frank, y aunque no fueron correspondidos, Robert lo disfrutaba igual.

Las manos de McCracken empujaron levemente el cuerpo del pequeño hasta la cama, quitándole de paso la camiseta. Frank se dejó caer en la cama, apoyó su cabeza sobre el cojín y dirigió su mirada a la ventana. Bert se quitó su sudadera negra y arrastró abajo sus jeans, finalmente se quitó los zapatos junto a los calcetines. Solo en ropa interior, se sentó sobre las piernas de Iero y recorrió con su lengua un camino desde su ombligo hasta el cuello, donde succionó varias veces. Frank no pudo soportar más sentir sus húmedos besos en el cuello, y teniendo la seguridad de que acabarían dejando marcas empujó el rostro de Bert. El ojiazul gruñó y por su desobediencia mordió su cuello suficientemente fuerte para hacerlo sangrar.

"¡Ahh!" un gritó ahogado escapó de los labios del joven Iero.

Bert sonrió y quitó el resto de la ropa a Frank, dejándolo por igual a él, solo en calzoncillos.

Robert acarició la entrepierna de su indefensa presa, más vió que este ni le miraba, por lo que bufó y terminó de quitarle los bóxer.

Sin más rodeos el más grande abrió las piernas de Frank y lo miró con deseo, este cogió un cojin y lo abrazó, mordiendo una punta para no gritar. Lo último que quería era a Gerard presenciando esto, él parecía pasarlo genial fuera.

Bert bajó sus calzoncillos y apegó su cuerpo al de los ojos avellanas, este gimió, sintiendo la erección del otro en su entrada. Robert alzó su trasero y entró en él sin ningún problema, lo habían hecho demasiadas veces ya, pero esta vez Frank no pareció disfrutarlo para nada. Unas lágrimas bajaron por las mejillas de Frank. Bert embestia fuerte y cada vez a más velocidad. Gotas de sudor resbalaban por su espalda y en su rostro se mostraba la más extrema expresión de placer.

Las piernas de Frank temblaban, solo quería que acabara ya y se fuera, algo dentro le decía que Gerard podría entrar en cualquier momento y eso le destrozaria. Robert gemía fuerte, volviendo a morder la marca en el cuello de su presa, que ahora sí empezó a sangrar. El castaño estaba cada vez más cerca de llegar y en una última embestida empujó el cuerpo de Frank a la pared, haciéndole daño.

"Oh Frank...sí...joder..." Bert cerró sus ojos mordiendose el labio inferior mientras se corría en el interior de Iero. Normalizó su respiración, y miró un segundo a Frank, quien no conseguía cesar su llanto mudo.

En silencio se levantó de la cama, dejando al menor hecho un ovillo allí, con restos de su semen y sangre saliendo lentamente de su interior. Bert rió y cogió el paquete.

"Un trato es un trato."— pensó tirándolo hacía a Frank.

"Buena puta." susurró Robert ya vestido. Se miró en un espejo de pared y acomodó su ropa y pelo para salir de la habitación, dejando a Frank totalmente solo.

I Found Myself In You -frerarđ- (T1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora