I Found Myself In You -frerarđ- (T1)

Capítulo XII: Possession

Feel me now, hold me please, I need you to see who I am...Open up to me, stop hiding from me.
It's hurting me...

Eran las seis de la mañana de uno de los septiembres más fríos en años. Gerard volvía a casa abrazándose a si mismo y temblando de frío. Llegó a la puerta y abrió con la llave intentando no hacer ruido para no despertar a Frank.
Tarde.

"¿Dónde estabas?" preguntó con un café en la mano. Gerard sonrió de lado y se acercó robandole la taza para combatir el frío.

"Donde ayer." contestó dejando un casto beso en los labios del menor. Frank bufó con rabia.

"¿Y donde estabas ayer? ¿Eh? ¿Y la semana pasada? ¿Y la otra?" insistía siguiendo la silueta del pelinegro por el pasillo hasta su habitación.

"No quiero pelear, dejame dormir." contestó entrando en su cuarto, el menor le seguía con los brazos en cruz y bastante cabreado.

"No me vale, desapareces casi cada noche...¿Es por mí?¿Ya no quieres estar conmigo?" dijo casi gritando, el otro lo ignoraba mientras se quitaba el abrigo.

"Si quiero, relajate ¿Vale? Pareces una adolescente celosa..." lo miró con ambas cejas alzadas. Frank gruñó.

"¿Estás con otro?¿Es eso verdad?" interrogó poniendo una mano en el brazo de Gerard. Este quitó su mano y se fue para colgar el abrigo en el perchero.

"No. Estaba dando un paseo." mintió.
Frank arrebató el abrigo de sus manos y lo tiró para que le prestara atención.

"¡Que no me mientas Gerard Way!" gritó cogiendole por el cuello de la camisa. El mayor rió y le lanzó un beso al aire. Frank frunció más el ceño.
"Buenas noches." dijo Gerard viendo que las pupilas de su pareja estaban muy dilatadas, señal de que había estado consumiendo, y no valía la pena discutir. Se fue a la cama dejandolo solo en el salón.
Frank se acercó y recogió el abrigo del suelo para dejarlo en el perchero, un paquete de condones cayó del bolsillo.
"Lo sabia..." susurró guardandolo. Un nudo se formó en su garganta y respiró hondo, prometiendose que no se dejaría llevar por el sentimiento de odio que estaba sintiendo.
Se sentó en el sofá y hundió su rostro entre las manos. Frank no iba a permitir que Gerard lo menospreciara de aquella manera, no él.

Cogió el móvil y marcó el número de Bert. Lo pensó unos segundos antes de finalmente apretar el telefonillo verde. La llamada inició.

"¿Frank?" preguntó incrédulo Bert del otro lado, se notaba que le había despertado.

"S...si..." murmuró tragando saliva con dificultad.

"No esperaba que llamaras...  Además son las seis y media de la mañana." rió después de bostezar sonoramente.
"Ya...lo siento... Oye...¿Podemos vernos?" preguntó simple.

"Claro...Ven a mi casa, oye voy a ducharme." dijo y sin añadir nada más colgó la llamada.
Frank susurró un "adios" sin destinatario y se levantó para irse. Se puso su chaqueta y un gorro de lana con el logo de misfits. Sin querer coger el coche caminó por las frías calles de Summit. Las hojas caían, las nubes formaban divertidas estructuras en el cielo y la ciudad estaba desierta. Para Frank, era un septiembre realmente hermoso. Se paró un momento a acariciar un gato que rebuscaba por comida en un basurero. Sin poder dejarlo alli, el pelinegro lo cogió y acabó su trayecto con el blanco felino en brazos.

Llamó a la puerta de Bert, pero viendo que estaba abierta entró sin pensarlo dos veces. Dejó al gato en el suelo y caminó por la casa.

"¿Robert?" preguntó en voz alta, mirando en la cocina.

"¡En la ducha!" gritó con una risa. Frank sonrió por lo gracioso que había sonado y se sentó en el sofá.
En cinco minutos Bert salió vestido y secándose el pelo con la toalla.