Capítulo XXIX: Yourself

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Turn me into someone like you and find a place that we can go to...

Parte 1:

Gerard preparó café, tal y como le había dicho que hiciera Frank. Cuando el agua estuvo lista, llenó hasta la cima ambas tazas, para luego llevarlas a la mesa del salón.

"Frankie..." llamó alzando la voz, mientras tomaba asiento y comenzaba a tomar pequeños sorbos de café.

"¡Ya voy! Dame un minuto." respondió desde el baño. Gerard se limitó a rodear los ojos con impaciencia. Quizás habían perdido práctica con el paso de los meses, pero el sexo aquella mañana había sido un completo desastre y para Gerard, Frank estaba actuando inusualmente raro.

"Se va a enfriar el café..." insistió cuando el contenido de su taza había disminuido ya hasta la mitad.

"¡No es verdad!" replicó el menor.
El pelirrojo bufó y se levantó para dirigirse a la puerta del baño. La frustración en aquel gruñón tono de voz había despertado la angustia en él.

"¿Te encuentras bien?" llamó dando unos secos toques en la madera.

"Sí." contentó cortante. Gerard trató de abrir la puerta, Frank llevaba demasiado rato allí ya y le estaba empezando a preocupar.
Todos los intentos fueron fallidos, el peligro había cerrado con llave.

"¿Puedes abrir?" preguntó tratando de sonar comprensivo.

"Ahora no, Gee..."

"¿Es por lo que ha pasado en la cama?"

"¡Ya te he dicho que no!" gruñó sin disimular que la insistencia por parte del mayor le estaba irritando más de lo debido.

"Eso es que si..." murmuró apagándose más a la puerta.

"Que no, Gerard."

"¿Te hice daño?" interrogó desabrochado el colgate que decoraba su cuello, aquel que le había regalado Frank por su cumpleaños junto a la plateada llave.

"No... Pesado... Largate." suspiró con fuerza. A continuación un chirriante ruido se escuchó dentro, como si se hubieran roto un par de botellas de cristal a la vez.

"¿Frank?" la voz del mayor sonaba algo alterada, cogió la llave y se dispuso a abrir la puerta del baño. Se suponía que aquella llave abría cualquier puerta, así que más le valia estar en lo cierto.

Por suerte para Gerard, el sencillo artilugio de plata lunar hizo su trabajo, dandole paso al interior del levemente iluminado cuarto de baño.
Dentro, Frank se encontraba solo con una toalla rodeando la cintura, parado frente al espejo con un montón de espuma por la cara. Cuando la vista esmeralda tocó el suelo, se dio cuenta de que la decorada botellita que contenía su colonia favorita se había partido en varios pedazos en el suelo.

"Gee, eres idiota." rió Frank viendo la cara perpleja de su novio. "Y eres un paranoico... Y como no te vayas ahora mismo y me dejes afeitarme en paz te saco un ojo con la cuchilla." añadió estirando el cuello para repasar un trazado previamente afeitado desde los límites de su cuello hasta la barbilla.

"Oh..." fue todo lo que llegó a decir Gerard antes de dar unos pasos hacia atrás y desparecer del campo de visión del pelinegro.

"Joder, que idiota soy..." murmuró el mayor para si mismo, completamente frustrado por la incómoda situación y el inoportuno drama. Volvió a su lugar en la mesa y cruzó los brazos sobre esta para luego esconder su rostro en el hueco entre ambas extremidades. Cerró los ojos y suspiró con fuerza, perdiendo la noción del tiempo, todavía aturdido por sus propios pensamientos.

I Found Myself In You -frerarđ- (T1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora