Capítulo XX: Confused

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Can you see that I am needing and begging for so much more, than you could ever give?
And I don't want you to adore me, and I don't want you to ignore me when it pleases you.
And I'll do it on my own...

Mikey y Frank subieron al tercer piso, donde se situaba la habitación de Gerard, pero ninguno de los dos esperó lo que se encontraron arriba.
Un cúmulo de periodistas y curiosos, se plantaron frente a la habitación, gritando por Gerard y llamando desesperados a la puerta, el ruido era insoportable.
Dentro, el pelinaranja se refugiaba hecho un ovillo, tapado hasta arriba con las sábanas celestes. Había agotado todas sus lágrimas y lo único que salía de su interior eran leves sollozos. Su cuerpo temblaba constantemente, se sentía elevado, como si pudiera volar lejos de la situación en la que se encontraba. En el mundo paralelo de Gerard, en otra galaxia quizás, unas persuasivas voces resonaba cada vez con más fuerza en su cabeza.

"Te han dejado, Gerard." oía sin parar, luego había unas risas amontonadas unas sobre las otras, imposible distinguir el origen de alguna.

"Mikey dijo que vendría..." murmuró para si mismo, abrazando más sus rodillas. Algo estaba pensando con él, y lo sabia. Se sentía como cuando tomaba grandes dosis de heroína y todo a su alrededor se volvía irreal. Pero en este caso no había felicidad, solo un pozo sin medio para salir, una trampa mortal.

"¿Quién va a salvarte ahora? Vamos, Gerard, eres patético." dijo una risueña voz. El pelinaranja no la iba a contradecir, sabia que no era real, y él no se estaba volviendo loco.
No.

Frank avanzó por el pasillo con los puños preparados para descargarse sobre el montón de personas.

"¡Fuera de aquí!" gritó comenzando a empujarles a todos, abriéndose paso hasta la habitación.
Mikey había corrido a buscar a seguridad.

El pelinegro comenzó con leves amenazas, viendo que el público solo se quejaba, y no tenían intenciones de abandonar su puesto.

"¡He dicho que os vayáis!" chilló subiendo las mangas de su polera con el logo de Pennywise hasta los codos. Los periodistas le miraron temerosos. Sus brazos estaban cubiertos de tatuajes, a pesar de la estatura, se veía en forma, además, los aros en su labio y nariz le daban cierto aspecto a criminal. O eso pensaron los ingenuos entrevistadores. Frank gruñó, bloqueando la puerta. Se hizo silencio mientras todos hacían un perfecto círculo al rededor del menor. En eso llegó Mikey con los hombres de seguridad que empezaron a arrastrar fuera a todos.

"¡Eso!¡Que no os vuelva a ver cerca de mi novio!¡Buitres de mierda!" gritó, y seguiría, pero Mikey puso su mano en el hombro de Frank, pidiéndole calma.
El pelinegro bufó y frotó su rostro para relajarse.

En la cabeza de Gerard, las voces se volvían agresivas. Éste llevó su mano hasta su pelo y la cerró allí, agarrando un par de mechones de tonos otoñales.

"Callaos..." rogó con desesperación. No quería que nadie más que esas voces lo oyera, porque Gerard no estaba loco.
No.

En eso un ruido se esuchó fuera, los periodistas se marchaban.

"¡Fuera de aquí! ¡Inútiles! ¡Compraos una vida!" escuchó una conocida voz, era Frank, no había dudas. Al principio pensó que quizás sería su mente jugandole una mala pasada, decidió no reaccionar de ninguna manera. Se cubrió más con las mantas, hasta que lo único que quedaba a la vista era su pelo y la silueta marcada por debajo de las telas. La puerta se abrió y un espasmo sacudió el cuerpo de Gerard, haciéndole soltar un inocente gemido.

"¿Sweetie?" preguntó Frank entrando solo en la habitación. Mikey había preferido dejarlos intimidad, mientras hablaba con los de seguridad para que un incidente así no se repitiera.

I Found Myself In You -frerarđ- (T1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora