Capítulo 18, Un Duelo y una Promesa

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Varios minutos antes del comienzo de la operación, en el bosque...

Siegfried se movía ágilmente y a gran velocidad dentro de este, no fue complicado para él volver a localizar a los dos chicos, él tenía que vigilarlos para asegurarse de que sus intenciones fueran verdaderas. El caballero sabía que, en el peor de los casos, su maestro podría teletransportarlo con un hechizo de comando, en el caso de que el verdadero objetivo de los dos fuera tomar la vida de este; pero, era su deber protegerlo, y él no permitiría que su posible error le costara un sello de comando a su maestro.

Finalmente, les dio alcance, él se encontraba en su forma espiritual y ellos en la cercanía del castillo, parecían estar observando a los golems, homúnculos, y espíritus sombríos, «¿Eso es...?».

«Un arma de la actualidad, la utilizaremos para provocar una distracción...». Dijo Manaka con voz suave.

Esto sorprendió al espíritu heroico, no solo porque la chica fuera capaz de trasmitir sus palabras directamente hacia su mente, sino también porque era capaz de hacerlo mientras él estaba en su forma espiritual, donde ni siquiera debería poder verlo, «Una distracción, ¿para qué?». Sinceramente, el caballero no creía que ella le respondiera con la verdad; pero había algo extraño con esta chica, era como un hada con una voz suave y melodiosa que hacía parecer que no había espacio para la duda o para la mentira, sabía que la chica era peligrosa, o como mínimo, muy habilidosa; pero inexplicablemente no podía juzgarla como a una persona malvada, no a esa chica que parecía brillar de forma inocente y, aun así...

¡BUUUUUUUUUMMMMMMMM!

El sirviente observó asombrado el como la extraña arma había disparado una especie de gran proyectil y el como este causaba un gran agujero en una de las murallas del castillo.

«Como dijimos, esta es una operación para poder reunir a Lady Einzbern con su padre; sin embargo, ella se encuentra secuestrada por su abuelo», el espíritu heroico frunció el ceño ante esta implicación, no había estado durante mucho tiempo al lado de su nuevo maestro; pero hasta ahora, no le había parecido alguien con intenciones tan oscuras, él era rígido y frio; pero no al punto de mostrar tal crueldad; sin embargo, también podía ver lo solitaria que la Lady se sentía dentro del castillo, «Así que es imposible que él permita que ambos se reúnan por mucho que se lo roguemos, de hecho, el padre de Lady Einzbern se lo ha implorado múltiples veces sin ningún tipo de resultado, así que lo único que podemos hacer, es hacerlo en contra de sus deseos, y para eso planeamos crear una distracción que le permita al padre de Lady Einzbern infiltrarse dentro del castillo y reunirse con su hija».

Siegfried entrecerró los ojos y frunció el ceño.

Y Manaka, como si pudiera ver su expresión, desestimó sus preocupaciones con una sonrisa mientras seguía a Shirou al campo de batalla, «Fufu... Tranquilo, es tal y como dijiste, contigo aquí, es casi imposible para nosotros causarle algún daño a tu maestro, a esta distancia deberías ser capaz de alcanzarlo en cuestión de segundos, y si utiliza un sello de comando, será una cuestión instantánea, no tienes nada por lo que temer. Aun así, si tienes tantas preocupaciones, puedo decirte la ubicación del padre de la señorita para que seas capaz de verlo por ti mismo».

Esto hizo que el sirviente dudara, «¿Por qué?».

«¿Por qué te estoy contando todo esto?».

El sirviente asintió silenciosamente.

«Bueno, es porque creo que, incluso si vas, dudo mucho que le hagas daño a Kiritsugu. Es un poco agotador repetirlo; pero, lo diré otra vez, solo queremos que él logre reencontrarse con Illyasviel. No creo que un héroe como tú acabe con la esperanza de ellos dos sin tener un buen motivo, ¿o sí?», dijo ella con una inocente sonrisa, «Así que puedes hacer lo que quieras, puedes ir a vigilar a Kiritsugu, o puedes quedarte y vigilarnos a nosotros, has lo que desees».

Fate / Alternative RecordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora