¡Tunc! ¡Tunc! ¡Tunc!
El martilleo resonaba por todo el cobertizo...
¡Tunc! ¡Tunc! ¡Tunc!
La incandescente fragua estaba encendida.
¡TUNC!
—¡Cuidado mocoso! —dijo una voz bastante mayor con cierta sabiduría—. Un mal golpe puede arruinar la hoja.
—Perdón... —se disculpó Shirou. Él se encontraba enfrente de un yunque. En una de sus manos se encontraba una pinza, esta sujetaba una hoja al rojo vivo, en la otra, se hallaba un martillo que estaba utilizando para darle forma a esta.
¡Tunc! ¡Tunc!
—Eso es, utiliza menos fuerza, se firme; pero constante —dijo la voz. A pesar que Shirou era la única persona dentro del taller, esta voz se oía claramente.
—Creo que ya está lista, abuelo Muramasa...
—Entonces sabes que hacer —contestó este.
Shirou asintió. Él llevó la hoja hacia una pila repleta de aceite hirviendo. Con mucho cuidado, la sumergió dentro de esta y observó como el agua comenzó a emitir vapor. Después de unos minutos, el aprendiz de herrero sacó la hoja que resplandeció con una luz blanquecina.
El aprendiz de magus se volteó y alzó la hoja para analizarla con su Análisis Estructural. Sin tener que esperar casi nada, la información llegó a su cabeza: Esta puede ser considerada como una hoja corta, una hoja corta para una espada japonesa para ser exactos. En su mente, también aparecieron otros datos, como: su dureza, resistencia, afilado, entre otras cosas. Todas estaban en su máximo esplendor, pues la espada acababa de ser forjada. Su compresión estructural no le dijo casi nada sobre su historia, por obvias razones. Por último, a su mente llegó la información de las propiedades especiales de la hoja: Gracias a los materiales utilizados al momento de su forja, principalmente a los talismanes Onmyōdō, la espada ha ganado un cierto grado de efectividad contra los espíritus malignos de origen sintoísta.
—¿Qué te parece abuelo? —preguntó Shirou mostrándole la espada a nadie en particular o, al menos, eso parecía. Si alguien se fijaba bien, podría observar como el chico le mostraba la espada a... ¿otra espada? Mas específicamente, a su katana Muramasa.
Los Kanjis grabados en la hoja, mediante las cuales estaba escrito el apellido Muramasa, se iluminaron mientras la misma voz volvió a hablar—. Nada mal para un aprendiz de herrero. No está cerca de las espadas menos renombradas de mi era; pero, para alguien que empezó a forjar hace poco menos de un año, es un buen trabajo. Aunque solo será útil contra espíritus malignos sintoístas, utilízala contra algo más que eso y su eficacia decrecerá mucho.
—Sí. Eso vi con mi Análisis Estructural... —dijo Shirou sin poder acostumbrase del todo a hablar con su espada.
Él recordaba cómo, un par de meses después de haber obtenido la katana, algo extraño ocurrió. Cada noche, tenía sueños cada vez más lúcidos sobre la forja y el misterioso herrero que la habitaba. Cada vez podía hablar más con él hasta que, cuando finalmente su cobertizo fue restructurado para ser utilizado de manera adecuada como su taller y pudo empezar con su primer trabajo, la voz de su antepasado le gritó al pelirrojo a los cuatro vientos...
—¿¡¡Qué demonios se supone que estás haciendo!!!? ¡¡Ni siquiera sabes sujetar bien ese martillo!! ¡¡Vas a romper la hoja!! ¡¡No poseí a mi última creación para ver como masacras una espada!!
Decir que Shirou se había sorprendido sería un eufuismo, casi salió corriendo del taller. Su padre, por su lado, solo se mostró algo sorprendido. El viejo asesino de magus ya había inferido que la maldición de la katana servía para heredar los conocimientos que la familia de su hijo adoptivo debió haber estado guardando por años. Aunque no esperaba que Muramasa hubiera sido un herrero tan capaz que incluso logró impregnar su última espada con su espíritu, logrando, de esta manera, transferir una parte de este dentro de la Katana.
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Fate / Alternative Records
PrzygodoweDescargo de responsabilidad: Fate y sus derivados, no me pertenece, toda su historia y personajes pertenecen a Type moon. El aire cargado de humo, el calor de las llamas, el olor a carne quemada. Lo primero que vio fue aquel infierno llameante, es l...