Capítulo 12, El Rail Zeppelin.

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Habían pasado dos semanas desde su reunión con Kiritsugu, ese día él aprendió una enorme cantidad de cosas:

Para empezar, aprendió sobre eventos del presente:

A Kiritsugu solo le quedaba medio año de vida, y esto los había obligado a adelantar sus planes, por fortuna, la mayoría de las preparaciones ya estaban completas. Kiritsugu ya no iba a realizar más misiones hasta que, según él, terminara de finiquitar las últimas preparaciones para su asalto al castillo de los Einzbern y, mientras hacía eso, mantendría un perfil bajo, manteniéndose en las afueras de Londres.

En su terquedad, Shirou había investigado tanto como pudo sobre la maldición; pero, desgraciadamente, sus resultados habían sido los mismos que los de su padre: la maldición era demasiado poderosa y; además, ya estaba demasiado avanzada para poder hacer algo.

Según Kiritsugu, pasarían alrededor de entre un mes y medio a dos meses para su asalto al castillo, cosa que a Shirou le parecía bien, ya que le permitiría asistir al Rail Zeppelin.

Sin embargo, lo más importante no era lo que había aprendido sobre el presente, sino, sobre el pasado...

Kiritsugu le había contado todo sobre su experiencia con la familia Einzbern. Le contó como, 9 años antes de la guerra del santo grial, fue contratado por aquella familia para ser su representante en la que sería la última guerra. La familia Einzbern tenía la intención de recuperar la Tercera Magia, la cual habían perdido siglos atrás. Pero Kiritsugu tenía sus propios objetivos; aunque se negó a hablar mucho sobre estos, según él, esos sueños eran algo con lo que solo él debía de cargar.

Por su asociación con esta familia, él conoció a la mujer con la que se casaría, y, un año después, ambos tendrían una hija. Esta sería su hermana mayor por una año, Illya.

Posteriormente, pasaron los nueve años y Kiritsugu se preparó para adentrarse en la cuarta guerra. Resulta que, dos años antes de asociarse con los Einzbern, Kiritsugu había tomado una aprendiz: Maiya Hisau, después de unirse a los Einzbern, él le confió todo su equipo, incluido su Thompson Contender, justo antes de irse con la familia alemana. No obstante, ambos se reunieron después de nueve años para participar en el ritual.

Kiritsugu le dio una lista de lo que había descubierto sobre los antiguos maestros y sobre los sirvientes, según lo que había investigado hace casi una década:

El primero fue Tokiomi Tohsaka, el padre de Rin, él había invocado al sirviente de clase Archer. Kiritsugu lo describió como un Rey arrogante totalmente vestido con ropajes dorados. No obstante, lo que realmente era importante sobre este, era su absurda capacidad para disparar armas desde lo que parecían ser portales. Además, aunque fuera a simple vista, Kiritsugu podía asegurar que cada una de esas armas era, cuanto mínimo, tesoros de la mejor calidad.

Estas afirmaciones hicieron que Shirou quisiera conocer a dicho sirviente; no obstante, Kiritsugu lo desestimó, diciendo que eso era casi imposible y, aun así, él le advirtió que jamás se enfrentara a alguien como él. Sobre todo, porque había podido enfrentarse a Saber de tú a tú como si no fuera la gran cosa.

El segundo maestro había sido Kariya Matou, al parecer, era el tío de Shinji, así como el último Matou que nació con circuitos mágicos de forma natural. Según lo observado por Kiritsugu, era un magus sin experiencia y, más aún, un maestro bastante impredecible.

Él había sido el maestro de Berserker, un caballero de negra armadura que no hacía otra cosa más que rugir a los cuatro vientos contra todo lo que se le ponía por delante. Además, parecía tener algún tipo de habilidad para volver suya cualquier cosa que tocara. O algo por el estilo...

Fate / Alternative RecordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora