Capítulo 30, Un gobernante ideal

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¡CRRRASSSHHH!

La gigantesca pata de aquella enorme bestia divina descendió a gran ferocidad. El golpe fue tan poderoso que el impacto resquebrajó el piso del colosal laberinto.

Fue por solo un poco; pero logró esquivar el ataque del lobo que devoró al Sol por un pequeño margen de distancia.

Si era sincero, desde su pelea contra el Asesino de Dragones, tal vez un poco antes, el pelirrojo se había dado cuenta que no sería nada simple para él enfrentarse a seres como los espíritus heroicos, mucho menos lo sería enfrentarse contra uno que era, a la vez, una bestia divina.

Afortunadamente para él, cuando se enfrentó a Siegfried, tuvo la buena suerte de contar con la ayuda de Manaka, y esta vez tampoco era la excepción. Actualmente, él podía reforzarse a sí mismo más allá de lo que se lograría con un refuerzo moderno; sin embargo, todavía no llegaba al nivel al que podía reforzarlo su amiga. No obstante, como ella había dicho, si no prácticas, nunca aprenderás, y aunque él y Manaka no podían separarse, él no sabía si podría contar siempre con ella para reforzarlo.

Aun así, él no estaría tan loco como para enfrentarse a una bestia divina y utilizarla como compañero de práctica. De ser posible, hubiera tomado al Black Barrel en cuanto hubiera visto la mínima sombra de Sköll y hubiera disparado sin pensárselo dos veces. Sin embargo, no tuvo esa oportunidad...

¡CRRRASSSHHH!

Otro zarpazo, una vez más, Shirou pudo esquivarlo por un pequeño margen; pero, ¿por cuánto tiempo podría? Por ahora, no estaba haciendo otra cosa que esquivar y buscar cualquier oportunidad que se le presentara. Afortunadamente, tenía las herramientas para mantenerse con vida contra este feroz enemigo.

Para empezar, el Triple Accel. Generalmente, el Double Accel sería su límite en condiciones anteriores. Al principio, solo podía utilizarlo en ráfagas cortas gracias a Avalon y a su refuerzo; sin embargo, a medida que se acostumbraba a utilizar el hechizo y, más importante, a reforzarse con mayor habilidad, había comenzado a ampliar ese tiempo. El Refuerzo mejoraba la resistencia de su cuerpo, lo que le permitía lidiar con mayor facilidad con el efecto de rebote del Accel, por ende, cuando comenzó a entrenar con Manaka para aumentar aún más sus capacidades para reforzarse, amplió a su vez sus capacidades para palear el efecto de rebote.

Aun así, lo que realmente marcó la diferencia, fue la recuperación de la cresta de los Emiya. Kiritsugu solo tenía una pequeña porción con la cual había creado el Control de Tiempo Innato, de esta pequeña porción de la cresta dependía la efectividad del hechizo, no era algo que él pudiera mejorar con simple entrenamiento, por lo que, cuando recuperó la primera mitad de la cresta, y esta se acopló con la porción que tenía, la estabilidad del hechizo y su efectividad se dispararon por primera vez, gracias a esto fue capaz de luchar contra el Trono de Einnashe utilizando el Triple Accel durante un intervalo relativamente largo de tiempo sin sufrir las repercusiones al nivel que las sentiría con solo la pequeña porción de la cresta. Y, cuando finalmente la completó, fue capaz de luchar desde el inicio de la batalla contra Siegfried con el Triple Accel e incluso pudo alcanzar y mantener el Square Accel sin sufrir repercusiones letales.

Elevar su tiempo innato traía consecuencias, positivas y negativas, entre las cuales el aumento de su velocidad era la más obvia, pero el alcance de este aumento era más amplio de lo que parecía. Él no solo se movía más rápido, reaccionaba más rápido, sus reflejos aumentaban su velocidad y, más importante, también su velocidad de pensamiento, según Manaka, el aumento de su velocidad de pensamiento a través de la Manipulación Temporal provocaba un efecto similar pero extremadamente más simple que el que provocaba la Aceleración de Pensamiento utilizada por los Alquimistas de Atlas. Y, a pesar de ser mucho más simple, todavía traía sus ventajas: contra oponentes normales parecía, desde su percepción, que el tiempo se ralentizaba, y, contra oponentes que luchaban a una gran velocidad, estabilizaba el campo de batalla a su favor. Además, debido a que el aumento de tiempo se utilizaba en todo su cuerpo a la vez, incluyendo su cerebro y circuitos mágicos, la velocidad a la que podía proyectar armas también aumentaba al mismo nivel que aumentaba el ajuste temporal; no obstante, el agotamiento al luchar utilizando el Accel también era mucho mayor.

Fate / Alternative RecordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora