Capítulo 41, Contrato.

5.3K 183 1.7K
                                        

Altrouge se sentó de mala gana—. ¿Y bien? ¿Qué me quieres decir?

Manaka sonrió—. Bueno, primero contestemos tu duda, sí, se lo que ocurrió entre Shirou y Gray. —Esto hizo que Altrouge entrecerrase sus ojos y la mirara inquisitivamente—. Y estoy segura que no quieres oír la historia completa, así que podemos resumirlo en que intimaron.

Esto hizo que la Princesa se levantara, se diera media vuelta, y se dispusiera a salir de la habitación, sin embargo—. ¡Estoy a punto de tirar abajo esta puerta, así que más te vale dejarme salir si no quieres tener que repararla! —La manilla de la puerta estaba atorada, y Altrouge estaba segura que no era un problema de la manilla.

—Hazlo si quieres —contestó Manaka con indiferencia—. Pero no te encontrarás con el pasillo por el que viniste.

Ella se giró de mala gana hacia la rubia—. Pareces muy tranquila a pesar de saber todo esto.

—Bueno, no lo estaba en un principio —dijo la maga—. Pero el que no hayan llegado hasta el final me permitió mantenerme con la cabeza fría, ah, y por cierto, gracias por eso.

—¿Eh? —exclamó la Princesa confundida.

—Los interrumpiste, ¿no lo recuerdas? Cuando llamaste a Shirou para que se apresurara a terminar de firmar el contrato.

Esto sorprendió a la Princesa—. Tú... Pequeña bastarda...

—Oh vamos... ¿Me vas a decir que no los hubieses interrumpido si te hubiese dicho lo que estaban haciendo? —contestó Manaka con simpleza.

Altrouge chasqueó la lengua—. Aun así, llegaron hasta algún punto, ¿no es así? El solo haberlos detenido no es una victoria, y pareces muy calmada a pesar de eso.

—Sip, tienes razón; pero eso es porque actué rápidamente después de que me enteré de esto —dijo la joven rubia sonriendo.

—¿Y? —contestó despectivamente la Princesa, como si no le importase en lo más mínimo.

—No pareces estar preocupada a pesar de que estoy sonriendo...

Altrouge también sonrió—. Es porque lo conozco y sé que, incluso con la culpa que debió de sentir y lo que sea que hiciste, a menos que lo hayas hipnotizado o algo así, cosa que comprobaré y de ser el caso te mataré, él no te elegirá por sobre de mí.

—Eres despreciable, ¿lo sabes? —dijo la maga con el ceño fruncido.

Mientras tanto, Altrouge siguió sonriendo—. ¿Pero tengo razón?

Manaka no contestó, pero continuó con la conversación—. Estoy tranquila porque Gray no ganó, después de todo, nuestro objetivo no es simplemente tener sexo con Shirou, sino formar una relación con él.

—Sí, pero el intimar con él es un gran avance, por eso lo impediste, ¿o me lo vas a negar?

—Lo es, y por eso actué rápido.

—Pero no ganaste —respondió con confianza la Princesa.

—Oh, lo hice, yo ya gané —contestó Manaka feliz.

Altrouge entrecerró sus ojos y la miró de forma inquisitiva—. Corta la farsa.

—No lo es —respondió ella con completa sinceridad. Los ojos de Altrouge brillaron con los colores del arcoíris al mismo tiempo que sus manos se transformaban en garras; pero Manaka continuó sonriendo—. Pero eso no significa que tú no puedas ser su amante también...

Esto hizo que Altrouge se detuviera abruptamente, analizara rápidamente sus palabras, y con una mirada entre el desprecio y una expresión de repulsión pura, ella dijo—. No me digas que tú... ¿Te viste con tan pocas opciones por lo que había hecho con Gray que te rebajaste a esto?

Fate / Alternative RecordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora