"𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 11"

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Los gemelos ya no volvieron a intercambiar palabra alguna después de esa gran pelea, pero por otro lado, Fred intentaba pasar tiempo con Juli.

Todo se estaba derrumbando, los mellizos Potter estaban cada vez más en peligro. El asesino Sirius Black, estaba cada vez más cerca. Ya se había metido en el castillo e instalado más miedo del que ya había.

Y cómo si fuera poco, por culpa de Malfoy, el hipogrifo amigo de Hagrid, Buckbeak, iba a ser sacrificado por haber lastimado al rubio antes nombrado.

Los mellizos, junto a Ron, Hermione y las amigas de la pelirroja, estaban a punto de presenciar la muerte de su amigo Buckbeak, viendo cómo el verdugo se acercaba a éste, que estaba amarrado.

Y de un instante a otro, el verdugo levanta su hacha y la baja, cortando así la cabeza del hipogrifo.

Desde el castillo, las chicas gritaron al ver ese momento tan desgarrador, pero tuvieron que callarse pronto para no ser descubiertos.

Pero ese día todavía no acababa, y al parecer las aventuras tampoco. La rata de Ron, Scabbers, le había mordido el dedo y saltado de sus manos, así corriendo a un árbol que ninguno conocía, excepto Ron, Harry y Juli, que no habían tenido una muy buena experiencia con éste en su segundo año en Hogwarts.

Era el sauce boxeador y se recomendaba a los estudiantes no acercarse a éste.

Ron, se acerca, de igual forma, al árbol para buscar a su rata. Pero, aparece de la nada, un perro negro y muy grande, con un gran ocico, donde se asomaban unos muy filosos y gigantescos dientes.

El animal, toma por el tobillo al pelirrojo y lo arrastra a una entrada debajo del sauce boxeador, que llevaba a la casa de los gritos.

Los amigos de Ron intentaron ir detrás de él, pero el árbol empezó a moverse bruscamente. Sus ramas golpeaban el suelo y tiraban por los aires todo lo que estaba a su alcance.

Los cinco chicos intentaban entrar por esa pequeña abertura del árbol sin éxito, hasta que a Hermione se le ocurre una idea para ir a por Ron. De este modo, los cinco, siendo golpeados bruscamente por una rama, se colgaron de esta para columpiarse y así terminar entrando al sauce boxeador.

Estando ya todos a salvo, fueron rápidamente por un pasadizo, siguiendo un leve rastro de sangre y patas de perro, que acababan en una habitación. Allí encontraron a Ron, sentado con su rata en brazos, pero al entrar al lugar, el pelirrojo gritó.

—¡NO CHICOS, ES UNA TRAMPA! —apunta con el dedo hacia una puerta, por la cual aparece ese hombre al que todos temían, Sirius Black.

Hermione, Cande y Pia se colocaron enfrente de los mellizos Potter, protegiendolos.

—Si los mata a ellos, tendrá que matarnos a los seis —lo amenaza Hermione.

—Solo uno morirá esta noche —Sirius habló por primera vez, haciendo que Harry se abalance sobre él para atacar.

Pero llegó el profesor Remus, lanzando un expelliarmus a la varita de Harry. El profesor con el asesino se abrazaron, todos estaban asustados por lo que veían.

Los niños, creían que los mellizos corrían aún más peligro, al ver como los dos adultos hablaban animadamente, hasta que, de pronto, llega el profesor Snape

—Pensé que sería yo el primero en encontrarte, Sirius —mencionó, arrogantemente, Severus. Los tres adultos empezaron a discutir.

Juli saca la varita del pantalón de Cande, así apuntando a Sirius. Pero de un momento a otro, la pequeña Potter tira un hechizo a Snape, tirándolo por los aires.

𝘚𝘌𝘙𝘌𝘕𝘋𝘐𝘗𝘐𝘈   ⁽ᴳᵉᵒʳᵍᵉ ᵂᵉᵃˢˡᵉʸ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora