"𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 1"

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Primer Año

Era un día como cualquier otro, o eso era lo que pensaban los mellizos Potter, ya que hoy era el gran día donde sus vidas darían un drástico giro. Hoy era el día donde iban a ir a la maravillosa escuela de magia y hechicería "Hogwarts".

Según el guardián de las llaves, llamado Hagrid, tendrían que ir a una plataforma, que ninguno de los dos había visto antes. Cuando se lo comentaron a tío Vernon, él se burló en sus caras, ya que para él no existía tal plataforma ni tal escuela de magia.

Los mellizos, no lograron conciliar el sueño, por haber esperado ese gran día, el 1 de septiembre. A la mañana siguiente, los hermanos se levantaron muy entusiasmados, salieron de la alacena, debajo de las escaleras. Aturdidos por la felicidad que sentían, no se dejaron llevar por los gritos de tío Vernon y tía Petunia. Prepararon su desayuno, y al terminar, fueron a arreglar sus últimas cosas para el viaje.

Tío Vernon, a regañadientes, fue a dejarlos a la estación. Los mellizos al bajar, se miraron confundidos, ya que no sabían donde quedaba la estación 9 3⁄4, solo se veía la estación número 9 y la 10. Vernon, se fue riéndose, dejando a los Potter desconcertados y solos en el andén.

Los hermanos, sin saber que hacer, fueron a preguntarle a un guardia dónde se encontraba tal estación. Pero el señor, se enojó porque pensaba que le estaban tomando el pelo, y se fue dejándolos sin respuesta.

Aunque, su salvación no tardó en aparecer, porque Harry vio a una familia, de pelirrojos, hablando de muggles.

El mayor de los mellizos, codea a la menor, para que mire al mismo punto que él. Ambos, comienzan a acercarse a la familia, cuando ven como uno de los hermanos mayores de esa familia, traspasa un muro de piedra.

Harry y Juli Potter, se miran sorprendidos, y Harry, decidido, se acerca a preguntarle a esa señora rellenita y muy dulce, cómo debían hacer para cruzar el muro.

—Em... Hola, nos podría decir cómo? —le pregunta con duda.

—Oh, mi niño, ¿Es tu primer año yendo a Hogwarts? —la señora mira dulcemente a los mellizos—. También es el primer año de Ron —la señora mira a un niño pelirrojo, con un rastro de tierra en la nariz.

Los hermanos Potter le sonríen y lo saludan con movimiento de cabeza. La señora les explica y cada mellizo pasa por el muro de piedra, cerrando los ojos fuertemente. Al abrir los ojos, se encuentran con un tren color escarlata y con muchos niños con sus padres.

Al terminar de dejar los carritos con sus baúles para subirse al tren, buscaron un compartimiento vacío para que cada uno se siente al lado del otro. A los minutos llega un chico pelirrojo.

—¿Hay lugar aquí para sentarse? —los hermanos se miran y asienten dándole permiso para sentarse—. Ron Weasley, y ¿Ustedes son? —el niño pelirrojo miraba expectante a ambos niños sentados frente a él.

—Soy Harry Potter y la niña a mi lado es Juli Potter, mi hermana.

Juli lo saluda con la mano. Ron los mira sorprendido por la respuesta del joven Potter.

—¿Es cierto lo que dicen sobre las....? —alza su brazo apuntando su frente con un dedo expectante. Ambos mellizos muestran sus cicatrices. Harry muestra su frente y Juli una parte de su hombro.

En ese momento, los interrumpe una señora con un carrito lleno de dulces. Por lo que, los mellizos Potter piden todos los dulces que pudieron pagar, para comerlos con su nuevo amigo Ron Weasley.

El tiempo siguió pasando y ya estaban a punto de llegar a Hogwarts, por lo que, se cambiaron la ropa al uniforme, en cuestión de minutos. Finalmente, el tren frena y todos comienzan a bajarse.

Hagrid, que los esperaba para llevarlos al castillo, gritaba sin parar "¡Los de primer año por acá!". Los mellizos bajaron y miraron muy sorprendidos a su alrededor.

Los de primer año iban detrás del gran guardia de las llaves, y lo siguieron hasta unos botes que los llevarían al gran castillo, que se veía en el horizonte.

Al llegar, las puertas se abrieron para recibirlos. Todos, a medida que entraban y se dirigían al Gran Comedor, iban quedando sorprendidos por las pinturas parlantes que se movían en las paredes del castillo. También, algunos, se asustaban cuando veían a algún fantasma deambulando por encima de sus cabezas.

Al llegar a las puertas del Gran Comedor, la profesora Mcgonagall, los estaba esperando, para poder hacer la entrada al salón y poder elegir las casas de los nuevos estudiantes.

—Esperen aquí por favor, pronto serán llamados —dijo la profesora y se retiró.

—Pero miren a quienes tenemos aquí, se ve que los rumores de que los Potter estaban en Hogwarts eran ciertos —se oyó una voz desde más atrás—. Me presento, soy Draco, Draco Malfoy —estira su mano.

A un lado de los mellizos se escucha una risa que fue hecha por Ron. Malfoy, desconcertado, se gira hacia él.

—¿Mi nombre te parece divertido? Claro, viendote bien: cabello rojo, ropa de segunda mano, no eres más que un simple Weasley —el rubio vio de pies a cabeza a Ron, quien estaba más rojo que su propio cabello.

La profesora Mcgonagall llega, interrumpe la escena que se estaba provocando en su ausencia y les indica a los estudiantes que ya podían entrar al Gran Comedor.

Al momento de la entrada, mientras iban avanzando hacia el centro, la melliza Potter, sentía una mirada encima de ella. Al buscar esa mirada, la choca con un chico pelirrojo, con unos ojos negros que tenían una chispa en ellos. Ambos niños, sintieron algo electrizante recorrer sus espaldas, para que la menor al fin terminara con esa conexión pasando su vista a lo que era un sombrero viejo, y algo sucio.

Mcgonagall comenzó a llamar a cada alumno, para seleccionar sus casas.

—Harry Potter —llamó la profesora para colocarle ese sombrero extraño. A los minutos ese sombrero gritó:

—¡Gryffindor!

El chico con el cual la melliza menor chocó miradas, empezó a gritar con otros chicos "¡tenemos a Potter!". La profesora volvió a nombrar a otro alumno.

—Juli Potter, al sombrero, por favor —el sombrero también tardó un tiempo en asignarla en una casa, hasta que se escucha el grito:

—¡Hufflepuff!

Juli vuelve a chocar miradas con este chico pelirrojo, pero esta vez divisa una pizca de decepción en ella, sintiendo algo raro dentro de sí. Se dirige a su mesa, la cual estaba celebrando por la nueva estudiante que se les unía...  

𝘚𝘌𝘙𝘌𝘕𝘋𝘐𝘗𝘐𝘈   ⁽ᴳᵉᵒʳᵍᵉ ᵂᵉᵃˢˡᵉʸ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora